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Tierra de mujeres de María Sánchez

de María Sánchez - Género: Ciencias sociales
libro gratis Tierra de mujeres

Sinopsis

Hija y nieta de veterinarios, la última de varias generaciones vinculadas desde hace años a la tierra y a los animales, María Sánchez (Córdoba, 1989) es la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempeñado tradicionalmente por hombres. Su día a día como veterinaria de campo pasa por recorrer España en una furgoneta y esquivar las miradas en un entorno predominantemente masculino como es el mundo rural. En este personalísimo ensayo, la escritora se propone servir de altavoz y dar espacio a todas las mujeres silenciadas en los campos españoles, a todas aquellas que tuvieron que renunciar a una educación y a una independencia para trabajar la tierra con las manos y cuidar de sus familias.A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en España (la despoblación y el olvido de los pueblos, la explotación de los recursos naturales, el incumplimiento de políticas ambientales o las condiciones laborales en el campo), Tierra de mujeres viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca, además, ofrecer una visión de la vida en campo realista, alejada de las postales bucólicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generación en generación.


Este título me interesó ya que tuve la oportunidad de echar un vistazo a las primeras páginas y éstas fueron suficientes para intrigarme: la autora inicia remomorando una pared de retratos de sus abuelos y otros familiares, y pensando cómo detrás de cada fotografía había un historia no contada, un pasado rico en experiencias y conocimientos que el paso del tiempo amenazaba con condenar al olvido. Me pareció bastante llamativo y pensé que se trataría de un ensayo emotivo de literatura, feminismo y el poder de las historias familiares. Y, siendo justa, el libro sí trata de esto pero, desafortunadamente, la pluma de María Sánchez no logró atraparme. Contiene algunas reflexiones valiosas, que sin duda pueden llevar al lector a identificarse (como por ejemplo, las historias de nuestros abuelos, su vida que quizá no llegamos a conocer y que en su sencillez, están llenas de sabiduría, de peligro, de crediiento) pero creo que nunca logré conectar profundamente con lo que se narraba. Creo también que la autora pasaba de un tema a otro, y no había un verdadero hilo conductor entre los ensayos o sí lo hubo, fue débil. de un ensayo tan personal esperaría ser conmovida y la realidad es que mucho del texto me pasó sin pena ni gloria. No es la lectura que esperaba y me resultó un poco decepcionante porque el potencial estaba ahí pero el libro fue plano.
Al fin otro libro de esos que se merecen puntuar con la nota más alta. le he cogido un cariño tremendo a este libro y más al saber que lo ha escrito una escritora que proviene de mi misma ciudad natal.Se trata de un ensayo, pero yo lo considero poesía pura, ya que es lo que puedes leer en cada una de sus líneas.El libro está estructurado en dos partes, una primera en la que María da voz activa a las mujeres que viven en los pueblos, en el mundo rural y no solo a ganaderas y agricultoras, sino a las mujeres todo terreno que han sido invisibles ante la sociedad. Mujeres que siempre han estado ahí. Mujeres que preparan a sus hijos para ir a la escuela, mujeres que cocinan, que dejan la casa limpia, arreglan a los suyos, mujeres dedicadas a las tareas domésticas, y aún así les «sobra tiempo», por decirlo de alguna manera, para ayudar al marido en las tareas del día a día sin recibir nada a cambio. Este libro es una reivindicación brutal ante la invisibilidad con la que han vivido estas heroínas.Hay una segunda parte en el que María a través de anécdotas nos narra una vida de emociones que ha vivido, haciendo un homenaje a sus tres mujeres cercanas más importantes; su tatarabuela paterna, su abuela materna y su madre. Estas tres generaciones femeninas con las que ha vivido multitud de momentos cercanos a la naturaleza. En mi caso, a pesar de haber vivido siempre en una ciudad, con cada una de las líneas leídas de este libro ha hecho que volviera a mi niñez, reviviendo montones de momentos que viví cerca del campo, disfrutando de la naturaleza. Y ya no solo se trata de un libro para la gente que ha vivido cerca del campo, ya que habla de nuestras madres, abuelas y bisabuelas y es importante para darle el reconocimiento que se merecen y cuestionarte cosas que nunca nos habíamos planteado.En resumen, es un ensayo de lectura obligada, en el que si le tengo que poner alguna pega es que se te hace muy corto y hace que inmediatamente, tras leer unos pocos párrafos, te den ganas de llegarte a la librería más cercana a por el otro título que ha escrito María Sánchez, Cuadernos de campo.Es un libro diferente a todas las novelas que he leído recientemente, un libro necesario, que debe de ser leído tanto por mujeres como los hombres y valorar lo que otras generaciones femeninas han vivido y lo que han hecho de forma invisible ante la sociedad.Que bonito lo que has escrito, María. de verdad, es un libro que hay que leerlo.
Tierra de mujeres es la segunda obra publicada de María Sánchez, con el que sin duda ha reafirmado el que parece ser su sello personal: Familia y campo integradas como dos fuentes de vida tan naturales como necesarias.El campo es cultura, pero muchas de las historias que nos llegan no han sido contadas por aquellos que lo habitan, que lo complementan. No se puede hablar con la misma pasión de algo que no has experimentado y en el caso de María Sánchez, cuya prosa es casi poética, salta a la vista cuánto siente lo que dice. ¿Era necesario? Totalmente.Éste breve ensayo se divide en dos partes; la primera se centra más en la tierra, la realidad de la vida rural, el feminismo de sus calles, mientras que en la segunda analiza la naturaleza a través de tres figuras femeninas: Su tatarabuela, su abuela y su madre.Pocas veces han sabido transmitir ese amor por el campo de una manera tan natural y biográfica, sin entrar en ridículas estampas de postal que nada tienen que ver con la auténtica vida de quienes se han dedicado a preservar los valores autóctonos de nuestros pueblos. Hay muchas historias ocultas entre esas pequeñas casas y los campos que han visto crecer a sus habitantes, algunas repletas de sabiduría popular y de un valor humano irreemplazable. Negar ésta realidad y quedarnos con la fábula que nos han vendido de una España vacía y pueblos carentes de cultura nos empobrecería como personas.Para los que tenemos un pueblo y hemos experimentado situaciones cercanas a las que se nos narran, su lectura resulta balsámica. Existimos. Pero como con tantas otras historias, cuando intentas buscar las huellas de algunos referentes en el pasado te encuentras conque todos fueron hombres, es como si las mujeres nunca hubieran tenido un papel en el campo cuando es precisamente todo lo contrario: Siempre están ahí, haciendo malabares para cuidar de todo y de todos. A ellas también las rescata, regalándonos anécdotas personales e inquietudes.Huir a la inmensidad de la gran ciudad en busca de un futuro mejor es negarse a perpetuar lo que durante generaciones ha sido el origen, un espacio necesario precisamente para apostar por el futuro. No es necesario elegir. Tan solo valorar y comprender que ambos espacios necesitan coexistir, del mismo modo que el ser humano necesita de la naturaleza para vivir.Un ensayo breve y contundente que entusiasma incluso a los que nunca han experimentado esa cercanía con los árboles, los pastos, los rebaños. Muchos disfrutarán de éste viaje en el tiempo siguiéndole el rastro a las mujeres que nos han traído hasta donde estamos. Otros, las descubrirán por primera vez. Y no descarto que os quedéis con ganas de más. En mi caso, me embriaga la nostalgia y las ganas de hacer mil y una preguntas a mi abuela.Si libros como éste sirven para generar conversación y de paso reflexionar, ya es una batalla ganada. Enlace: http://elcuervodealasrotas.b..
Tierra de mujeres (2019) es un título muy bonito para un ensayo sobre la despoblación y el olvido de los pueblos, la sobre explotación de recursos naturales, el incumplimiento de políticas ambientales, y por supuesto, las condiciones laborales femeninas en el campo que ella conoce por herencia y por su trabajo.El libro ha tenido gran éxito en España y va por la sexta edición, lo que constituye un exitazo para un ensayo sobre el campo. La preciosa foto de la portada del libro data de 1939 en Megève, es de Odette Gomis, hija del fotógrafo catalán Joaquim Gomis, foto tomada durante el exilio de la SGM.Este ensayo es bastante literario, con una prosa poética por momentos escrito por una científica; tiene sabor a auténtico y cuenta generalidades.En la primera parte tenemos un alegato por un feminismo, no aquel feminismo agresivo, sino uno que reivindica la presencia femenina en el mundo rural, un mundo hecho por y para los hombres.Enseguida tenemos unas reseñas familiares de mujeres sobresalientes : una tatarabuela paterna, la abuela materna y la madre. Poco se sabe de la vida de cada una, pero la escritora intuye y rellena con lo que ha logrado saber.El mundo del campo es rudo, hay que vivir con la luz del día y con las estaciones. Siempre hay trabajo. Se necesita anticipar.María Sánchez escribe sobre un tema pertinente: el respeto de la naturaleza, algo tan primordial cuando se vive en el campo o se vive del campo. Y cada vez menos respetado por el afán de lucro. Los ejemplos son tan numerosos que se podrían llenar cartillas con ellos.Me pregunto si la pandemia que nos agobia desde 2020 servirá de algo para frenar el menoscabo del campo y proteger ese elemento vital que es el agua.La escritora se hace una pregunta página 67?Y si el medio rural es el gran olvidado ¿qué pasa con las mujeres que lo habitan? ¿a qué plano pasan? ¿cómo se las tiene en cuenta si en el lugar en que viven no se las contempla ni se las tiene en cuenta?La respuesta es que las mujeres del medio rural son doblemente discriminadas. Doblemente olvidadas. Primero por su género, pero también por el lugar en el que residen y trabajan.María Sánchez no menciona este nuevo movimiento que nació con la pandemia, denominado neorruralismo que sería la vuelta a lo rural de citadinos que huyen el confinamiento de las grandes urbes volviendo al campo. Pienso por ejemplo a Sergio del Molino, Yván Refila o Pilar Adón. Desafortunadamente creo que los citadinos no harán más que « contaminar » un poco más al campo porque lo ven como un refugio y no como un sustrato para vivir. Enlace: https://pasiondelalectura.wo..
Una mirada íntima y familiar al mundo rural, esto, como bien pone en la portada, es lo que esconde este libro. Entre sus hojas descubrimos cómo se vive en el campo, concretamente cómo viven las mujeres en el campo. A través de experiencias de la autora, de sus pensamientos y de lo que ha leído a lo largo de estos años vemos cómo es la vida rural. Me ha parecido muy interesante el debate que plantea el libro en sí con las diferencias del feminismo dependiendo del lugar en el que te encuentres. Reivindicando siempre que este feminismo ha de abrazar y dar la mano a todas las mujeres independientemente de su clase social. Reivindicaciones feministas, voces dadas, historias contadas de mujeres silenciadas, formas de vivir desconocidas para quienes siempre han vivido en la ciudad. Gracias a María Sánchez podemos conocer otra perspectiva, a través de las páginas de Tierra de mujeres podemos saber qué está pasando en el campo con las mujeres que tantos años han estado invisibilizadas y que, como podemos ver, siguen estándolo. Todo esto a través de una forma muy poética, pues así definiría la pluma de la autora, que además ha hecho que las páginas se pasen sin que te des cuenta y que puedas asimilar toda la información que ofrece, instruyéndote de alguna manera mientras pasabas de página.