Oratorio de MarÃa Negroni
de
MarÃa Negroni
- Género:
Ficcion
Sinopsis
Un mundo presidido por la ausencia de Dios. No hay distancia contemplativa. Hay vacÃo, conmoción. Esto es Oratorio. Un lugar de enunciación desde el cual percibir una orfandad mayúscula. Un extrañamiento radical. Una pieza musical desnuda que se aferra –como dice el epÃgrafe inicial de Malebranche– a la atención como "plegaria natural del alma".
Las preguntas de Oratorio, formuladas desde la primera persona del plural, ajenas a la rabia o a la tentadora primicia de la liberación, bien podrÃan leerse como un canto a la perplejidad, a "la intuición que piensa", a esa conciencia que sabe, sin saberlo, que en el carozo de "la oscuridad que somos" algo debe celebrarse pues "lo que sigue es una fiesta/de perspectivas más que humanas".
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Oratorio
MarÃa Negroni da cuenta en este libro de la necesidad de transcurrir que tiene el lenguaje. Negroni es la biógrafa de los instantes mortalmente infinitos y de aquellos instantes que hacen la eternidad del abismo. Y entre los intersticios de la temporalidad la ternura sobre un mundo desolado, que la poeta nombra. Nombrar el mundo con el canto y la voz de un ruiseñor desprestigiado, voz y canto que se incendian, no para ser ceniza sino para coser harapos radiantes, adheridos y tarareados en un cielo que se subvierte para ser cauce.Oratorio atiende a su principal acepción: oratorio como un lugar para decir la oración. En efecto, este conjunto de poemas configura una plegarÃa que se basa en la pregunta retórica: ¿y la felicidad?, ¿existe como estatuto en algún lado?
La poeta intenta todas las posibilidades de respuesta:
nunca se sabe
en la palabra jardÃn
crecen las manzanasLa belleza de la poesÃa que se dice/reza en este oratorio al igual que en los ritos religiosos, demanda respuestas asamblearias, conjuntas, corales y nos convoca. Es cuestión de dejarnos tocar por el misterio, pues tal como dice Negroni:
la ausencia de dios
es también dios
lo que está quieto también está danzando.Dejémonos alumbrar por esta luz tamizada por la gramática, la poesÃa todavÃa puede llevarnos a aquella orilla de rÃo/ que todavÃa no pisamos.
De Oratorio me esperaba algo totalmente diferente a lo que he acabado encontrando en él. ParecÃa adivinarse, en un principio, un universo oscuro y decadente en el que se cuestionaba lo humano y lo natural, un universo poderoso y tremendamente atractivo que, desde la destrucción, parecÃa erigirse como otro diferente, personal e Ãntimo, construido mediante un lenguaje desafiante y certero. Pero esto no ha sido asÃ. No he conectado en ningún momento con la visión del mundo que Negroni propone en este libro.Intuyo ese trasfondo desde el que se niega la realidad y se contempla, desde la conmoción, las ruinas en el camino, pero creo que la forma supera al contenido. Me da la sensación de que hay una constante intención por mantener una jerarquÃa estructural en la que no importa tanto lo que se dice, sino cómo se dice. El lenguaje encuentra unas asociaciones que, en ocasiones, carecen de lógica alguna, lo que condiciona la lectura, o al menos es lo que a mà me ha sucedido.Tal vez, el universo de Oratorio termina por ser tan personal que resulta difÃcil acceder a él teniendo una fe ciega. Hay claras limitaciones en los significados, y, por más intentos de lectura, resulta imposible encontrar esa voz humilde, de la experiencia, que te abra en canal desde el primer poema hasta el último, que te acompañe de principio a fin de la mano, que te ceda su corazón para conservarlo con cuidado hasta la salida.