Lo conoció en el bar donde se tomaba la última copa de la noche. Se cayeron bien, se gustaronÂ… y acabaron compartiendo algo más que alcohol en casa de él. Hasta aquà todo normal, ¿no?Pero como suele ocurrir con los polvos rápidos, la cosa acabó mal, y ella se marchó enfadada, convencida de que no querÃa volver a ver a ese tipejo en la vida.Para ayudarla a olvidar el mal trago, sus amigas la llevan a ver el espectáculo de un mago, a pesar de que ella nunca ha creÃdo en la magia. Y cuál es su sorpresa cuando descubre que quien está en el escenario agitando una varita sobre una chistera es él. En ese momento la asaltan sus ganas de venganza y, sonriendo con maldad, lo reta delante del público a que la hipnotice y haga que se enamore de él.¿Quieres saber cómo acaba el desafÃo?