Me habÃa enamorado de VÃctor mucho antes de que pudiera mirarle a los ojos y dejar que me abrazaraÂ… HabÃa soñado con hacerlo desde que era adolescente y él salÃa con mi madre. Su horrible ruptura me llevó hasta él diez años después. SÃ, tuve que recuperar el aliento cuando le vi aún más atractivo después de tantos años. Ya no era la niña que se sentÃa culpable por gustarle un hombre mayor y querÃa arrancarle la camisa allà mismo, en el restaurante. VÃctor Beringher era mucho más que un rebote para mÃ. Pero conquistarlo significaba perder a mi madre. Por supuesto, montarÃa un escándalo al enterarse. Y entonces tendrÃa que elegir entre uno de los dos. Mi corazón ya estaba desgarrado cuando me enfrenté a otra situación imposible. Quedarme embarazada. La noticia harÃa que mi madre me gritara. Y encima, era imposible que VÃctor quisiera un bebé, ¿verdad? Estaba a punto de perder no a una, sino a las dos personas más importantes de mi vida. Solamente un milagro podrÃa convertir este desastre en un «felices para siempre».