Aquella era una gran fiesta, uno de esos eventos en que nadie hablaba de crisis, la mayorÃa de los asistentes porque tenÃan la oportunidad de divertirse, algunos porque otros problemas les ocupaban la mente, y la chica del cuarto de aseo del primer piso debido a que cuando te apuñalan dejas de pensar en los problemas para llegar a final de mes. Cuatro personajes que no se conocen, o no sienten el menor interés en conocerse, se ven involucrados en la muerte de la chica. Ellos son los narradores, y los encargados de esclarecer el misterio hasta llegar a un final como el lector jamás creerÃa posible encontrar en una novela. Añádanle un inspector de policÃa capaz de convertir a Colombo en Caperucita Roja y respiren hondo, que despegamos. Mucho más que una novela negra.