¡Fouché! Las dos sÃlabas resuenan y captan inmediatamente nuestra atención. En sus memorias, Chateaubriand hizo en cierto modo una estatua de Talleyrand y Fouché, al evocar el «vicio apoyado en el brazo del crimen», contribuyendo asà al auge de la leyenda negra del Ministro de PolicÃa de Napoleón. Ninguna figura de la época imperial ha perturbado y fascinado tanto. De Balzac a Stefan Zweig, de Louis Madelin a Jean Tulard, los grandes maestros de la literatura y de la historia se han cruzado con él y han intentado retratar a este hombre enigmático. Louis Madelin fue el primero en abordar cientÃficamente la vida y la carrera de Fouché. El historiador ha tratado de comprender la coherencia de un itinerario calificado durante mucho tiempo de oportunista. Publicado en 1901 Madelin no oculta los rincones oscuros de su carácter, sus maniobras y sus giros, pero sobre todo pretende destacar la unidad de un hombre que, más allá de sus virajes polÃticos, mantuvo intacta su voluntad de consolidar los logros de la Revolución. El Fouché de Madelin debe pues descubrirse o releerse hoy. Todos los autores posteriores han recordado su deuda con esta obra magistral y ejemplar, no dudando en remitir explÃcitamente a ella a sus lectores. Se trata de una obra indispensable para comprender la historia doméstica de Francia desde los años de la Revolución hasta el comienzo de la Restauración.En esta biografÃa, seguimos a Fouché cuando recupera la cartera de PolicÃa al servicio del Emperador. Madelin muestra el papel del ministro en la construcción del poder personal de Napoleón y, en consecuencia, su contribución a la causa imperial. Garantizó la seguridad interior del paÃs, gracias a una policÃa eficaz, e hizo posible tanto la aplicación de reformas en el paÃs como la prosecución de guerras exteriores. Pero Fouché jugó un peligroso doble juego cuando conspiró con Talleyrand o mantuvo contactos secretos con Inglaterra. Verdadero camaleón polÃtico, pasarÃa por varias revoluciones polÃticas más, hasta su caÃda.«Fouché encontró en Louis Madelin a un abogado de talento, cuyo libro pasará a la historia como uno de los clásicos de la escuela histórica francesa» (Jean Tulard).«Por primera vez, los rasgos de Fouché se nos presentan en su verdadero aspecto en la monumental biografÃa de Louis Madelin» (Stefan Zweig)«Una biografÃa monumental que sigue siendo autorizada hoy en dÃa» (Léon Kammacher)