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La nota estaría entre las 3.5 y las 4 estrellas. Segunda entrega de las aventuras del detective romano Marco Didio Falco. Después de los acontecimientos del primer libro, Falco será enviado al sur de Italia tras investigar lo que parece el asesinato de un sacerdote de un templo. Haciéndose pasar por un turista acompañado de su sobrino Lario y de su fiel amigo Longo y su familia, también aprovechará a disfrazarse de vendedor de plomo, por los lingotes que encontró anteriormente, mientras investiga a un extraño individuo llamado Barnabás. Parece que el complot contra el emperador Vespasiano aún sigue en curso y debe actuar antes de que se lleve a cabo. Me encanta Didio Falco. Ese personaje tan cínico y sarcástico que nos enseña la vida cotidiana de la Antigua Roma en el siglo I d. C. En esta novela viajaremos, como ya hicimos en la anterior a Britania, pero en esta ocasión al sur de Italia. Además habrá acontecimientos importantes que cambiaron la vida de sus gentes, como la ciudad de Pompeya. Veremos también cómo usaban su poder los senadores y políticos del mundo rural, pero también su vida. En esta segunda parte el misterio me ha gustado más. Tiene más acción, más intriga, también contamos con que ya conocemos a los personajes principales y podemos centrarnos en los secundarios y en el propio misterio. Novela de misterio en la Antigua Roma con altas dosis de acción, diversión y un protagonista que cada vez me gusta más. Ansiosa estoy por leer su tercera parte.