¿Qué harÃas si una calurosa tarde de verano, mientras descansas a la sombra de un árbol, vieras pasar un conejo blanco con chaleco y reloj? Eso es lo que le ocurrió a Alicia, y ella siguió al increÃble conejo, entró tras él en una madrigueraÂ… y llegó al más maravilloso de los paÃsesÂ…