¿No se admiten hombres?
Cybil Mathews habÃa comprado aquel rancho porque tenÃa muy claro lo que querÃa: una vida tranquila y alejada de los hombres. Pero tuvo la "mala" suerte de tener al sexy Mason Faraday de vecino. Aquel ranchero tenÃa un ego del tamaño del estado de Nevada... y un cuerpo hecho para llevar vaqueros ajustados. Por muy empeñada que estuviera Cybil en mantener el control de su corazón, los ardientes besos de Mason estaban haciendo que aquello se convirtiera en una misión imposible.