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El baile de las luciérnagas de Kristin Hannah

de Kristin Hannah - Género: Drama
libro gratis El baile de las luciérnagas

Sinopsis

En el caluroso verano de 1974, Kate Mularkey ha decido aceptar su papel de cero a la izquierda en la vida social de su instituto. Hasta que, para su sorpresa, «la chica más guay del mundo» se muda al otro lado de su calle y quiere ser su amiga. Tully Hart parece tenerlo todo: belleza, inteligencia y ambición. No pueden ser más distintas. Kate, destinada a pasar inadvertida, con una familia cariñosa pero que la avergüenza a cada momento, y Tully, envuelta en glamour y misterio aunque poseedora de un secreto que la está destrozando. Contra todo pronóstico, se hacen inseparables y sellan un pacto para ser mejores amigas para siempre.

Durante 30 años se ayudarán mutuamente para mantenerse a flote esquivando las tormentas que amenazan su relación: celos, enfados, dolor, resentimiento… Y creerán que han sobrevivido a todo hasta que una traición las separe… y someta su valor y su amistad a la prueba más dura.


Conocí a Kristin Hannah con su título Volverás a Alaska, novela que me leí hace dos años y que pasó a formar parte de mis mejores lecturas de 2018. Así que cuando en el club de lectura Oasis literario se propuso El baile de las luciérnagas como nueva lectura conjunta, no tuve ninguna duda y me sumé.Recientemente, en Instagram, se mencionó a Hannah como la reina del drama y, la verdad, estoy completamente de acuerdo. Las dos historias que de ella han caído en mis manos me han emocionado, me han acercado a realidades muy difíciles con las que en cierta manera he sufrido. A falta de adentrarme en más obras para forjarme una opinión más completa, creo que esta autora sabe estrujar el corazón con tacto, elegancia, cercanía... gracias a su narrativa. Sabe llegar al lector y hacerle sentir.El baile de las luciérnagas ha sido sin lugar a dudas mi mejor lectura de 2019. Ha sido una novela muy especial para mí porque empaticé al cien por cien con una de sus protagonistas, me sentí muy identificada con Kate, lo que ha hecho que dejara huella en mí.Una historia de amistad, de vida, de dos chicas muy diferentes pero en el fondo bastante parecidas. Dos niñas con infancias muy dispares, con circunstancias familiares muy diferentes, con experiencias a la espalda que poco tienen que ver; pero también dos mujeres luchadoras que hacen frente a dificultades y encaran demonios personales. Y, juntas, una amistad de las de verdad, con sus obstáculos y crisis, pero construida sobre la certeza de que no pueden vivir la una sin la otra y de que su vínculo debe sobrevivir por muy tormentosa que sea la circunstancia.No existe un misterio que desentrañar, una incógnita que despejar... El lector simplemente vive con ellas lo que ellas van viviendo. A veces deseas abrazarlas y otras zarandearlas. En ocasiones celebras con ellas, pero también en otras sufres a su lado. Kristin Hannah sabe hacernos sentir un gran abanico de emociones con todo lo que va sucediendo.Al principio os comentaba que, en mi caso, uno de los puntos fuertes de la novela ha sido la conexión que he sentido con Kate. Una niña insegura y generosa que pasa a convertirse en una mujer entregada que no se valora lo suficiente. Una mujer que como tantas otras renuncia a una parte de sí misma por su familia, esa parte de sí misma que comprende sus metas e ilusiones profesionales o de autorrealización. Cuando digo que me siento muy identificada con ella, no pretendo victimizarme ni poner en la palestra mis propias inseguridades (que las tengo) ni mi capacidad de entrega, sino mostrarme como una madre más (de las muchas que hay) que ha renunciado a su carrera profesional por cuidar de su hijos. Una mujer cuyas circunstancias personales la han llevado a estar volcada el cien por cien de su tiempo a su familia y que, a la par, trata de arañar ratos para sacar adelante aquello que fuera de ese ámbito aún la ilusiona. Me cuesta horrores hacer realidad esos ratos y a Kate también le costaba (¡cuántos propósitos se acaban quedando en el camino!), una dificultad que poca gente comprende porque...: ¿cómo puedes no tener tiempo si no trabajas fuera de casa?, pero lo que algunos no entienden es que en estas circunstancias la vida familiar, la casa... es como los trastos de un desván: cuando logras un hueco nuevo no lo tardas en llenar. He reconocido en mí muchos sentimientos que en ocasiones desbordaban a Kate, y he coincidido con su forma de gestionar ciertas situaciones... Creo que Kristin ha sabido reflejar muy bien la belleza y a la vez la complejidad y sacrificio que supone la maternidad a tiempo completo.Y en el contrapunto, Tully. Mujer independiente que vive para su carrera profesional, que persigue obsesivamente el éxito en su profesión. Un chiquilla que siempre persiguió el amor de su madre, que creció con un vacío que la enseñó a querer mal, a no saber gestionar las emociones y a perder el norte con algunas prioridades. Tully exaspera pero también enternece. Un personaje al que no sabes si leer la cartilla o estrechar fuertemente entre tus brazos y hacerle sentir que es importante para los demás. Su historia juntas comienza en los setenta y discurre hasta nuestros días. Una historia que esconde varios momentos dramáticos pero especialmente uno. Uno que estruja el corazón y roba unas lágrimas pero que está desarrollado con muchísimo tacto y, especialmente, con ánimo de crear conciencia.Una novela que no me cansaré de recomendar, especialmente si te gusta el género, y que me susurra al oído que tiene la certeza de que este año, de nuevo, volveré a Kristin.
Me da pena no poder darle las cinco estrellas porque he adorado este libro, ha sido una lectura que me ha tenido como en una montaña rusa, he vivido con los personajes, me han hecho reír, sentir, crecer, reflexionar, ¡incluso llorar! Buah, pensé que este momento nunca llegaría, pero he llorado con este libro, hasta ese punto me han llegado los personajes, hasta ese punto los he sentido como si estuviera con ellos, hasta ese punto me han robado un trocito de mí al terminar de leerlo. Pero ha habido pequeñííísimos detalles que me han faltado un pelíííín más de desarrollo, y por eso aunque es un 45 o incluso más, no puedo darle todas las estrellas.Jo, qué pedazo de amistad entre Katie y Tully, aún me emociona recordar su historia aunque hace ya varios días que lo terminé. Me ha gustado tantísimo cómo evolucionan, cómo avanzan en la vida, cómo cada una tiene su camino, cómo discuten, se reconcilian, se quieren, incluso en ocasiones se odian, sienten celos, se vuelven a reencontrar, viven sus vidas entrelazadas, fallan, cometen errores y se equivocan, pero siguen adelante, juntas.He temido por ellas, cuando dudaban, cuando tenían miedo, cuando guardaban sus palabras, cuando miraban a la otra y se sentían incompletas; pero también las he querido como si formara parte de sus vidas, he sonreído cuando estaban juntas, me he emocionado cuando se han apoyado, he sentido cuando se separaban en sus camino pero sus almas seguían ancladas la una a la otra.Jo, es que quiero decir tantas cosas, pero realmente no estoy segura ni de lo que quiero decir, se me pone el corazón blandito cuando recuerdo el libro, cuando recuerdo los primeros capítulos en los que apenas son dos adolescentes completamente perdidas, con sus miedos y sus dudas, cruzando miradas y pensando que nunca serían nada más que vecinas. de ver cómo pasan la etapa de la universidad, de cómo siguen estando la una para la otra cuando se convierten en dos mujeres jóvenes, de cómo sus caminos tienen muchos baches, y los sortean o los escalan, incluso a veces solas pero siempre estando la una en la mente de la otra.Y ha habido drama, jo si ha habido drama, y aunque no sea una amante del drama y en exceso suelo aborrecerlo, aquí ha sido perfecto, me ha roto en muchísimos pedacitos cuando tenía que hacerlo, la pluma de la autora ha vuelto a coserme de nuevo capítulos después, aunque más tarde de nuevo ha tironeado de los hilos para volver a crear más dolor y jolín si me ha hecho sufrir, pero en ningún momento he pensando que estuviese mal desarrollado, quizás suceden muchas cosas, todas en dos pequeñas vidas que a veces no han podido abarcarlo todo, pero lo he sentido necesario, para caer y levantarse, y aprender, y evolucionar.Y por eso mismo el final me ha convertido en una bolita de lágrimas, porque he vivido demasiado intensamente esta historia, porque sus protagonistas me han calado muy muy hondo, porque me ha hecho abrir aún más los ojos ante lo importante que es la familia y la amistad, a estar juntos y a quererse y apoyarse. A que somos imperfectos en un mundo tan grande e imperfecto, a que a veces dolemos y a veces nos duele. A que somo polvo de estrellas y, sean como sean nuestras vidas, hayamos hecho lo que hayamos hecho, siempre es suficiente, porque no es lo que consigas o no consigas, es cómo te hace sentir el camino para llegar a donde quieres o incluso el camino que te ha llevado a llegar a la mitad de la meta, siempre es suficiente y siempre somos suficientes.Los detalles que me han impedido regalarle las cinco estrellas me parecen tan nimios en comparación a todo el resto que he comentado, que ni siquiera me apetece mencionarlos, pero me impide darle la máxima puntuación. Solo quiero constatar que espero las próximas historias de Kristin Hannah y que, si me vuelve a tratar igual, no podré no darle esas merecidas cinco estrellas.
Una vez que el destino lanza tus dados, tu camino queda marcado. Esto es más o menos lo que hace Kristin Hannah en El baile de las luciérnagas a lo largo de casi cuatro décadas y más de seiscientas páginas.Kate Murlarkey y Tully Hart se conocen en 1974, y a partir de esa fecha sus caminos son líneas paralelas, cercanas pero distintas; unas veces recorren el mismo camino y otras veces se separan para luego volver al mismo recorrido. A través de todos estos años se nos van perfilando dos mujeres muy distintas, con personalidades y cualidades diferentes, pero que el destino de alguna manera ha posicionado en el mismo lugar y en la misma época. Esto les ha permitido fraguar una amistad basada más en las carencias de cada una que en lo que realmente se aportan, porque ninguna de ellas se siente plenamente satisfecha con sus vidas y a lo largo de todos estos años anhelan y envidian lo que tiene la otra. al mismo tiempo, como líneas paralelas que son, ninguna de las dos hace nada ni tampoco se deja influenciar por las experiencias de la otra para llenar esos huecos vacíos o para enriquecer sus vidas... en defintiva, para poder salir de los extremos y acercarse a las zonas grises, al equilibrio.Una, Tully, por las carencias que ha tenido en su infancia, lo que más desea es pertenecer a una familia; se siente profundamente desarraigada, pero al mismo tiempo siempre ha sido libre y ambiciosa, por lo que no consiente en ceder parcelas de su vida y de su tiempo para construir todo lo que anhela de su amiga. Kate es el contrapunto de Tully; siempre ha sido una niña dócil y obediente, con una vida estructurada y una familia que le ha inculcado principios y reglas y que le ha dado una posición de confort; siempre se ha dedicado a ella y, a través de los años, veremos que su elección siempre será su familia, aunque al mismo tiempo también envidia a su amiga por su independencia, brillantez y vida social.En El baile de las luciérnagas, Kristin Hannah nos pasea por las diferentes décadas con sus distintos ambientes, bandas sonoras, modas, costumbres... todo ello narrado de una manera brillante, ágil y dinámica; en principio conoceremos los años setenta en sus aspectos más reivindicativos y coloristas (la época hippy), y así, a lo largo de seiscientas páginas irán transcurriendo décadas donde la autora, con gran sensibilidad y exquisitez, mantendrá el estilo y la ambientación propias de cada una, hasta llegar a los primeros años del nuevo milenio.En todos estos años, Tully y Kate crecen y maduran. Somos espectadores de su paso por el instituto, la universidad, sus primeros trabajos, sus grandes decisiones... cada una siempre fiel a su personalidad y su carácter. La amistad las ha unido en todo este tiempo, pero como dos líneas paralelas que recorren un mismo camino: una al lado de la otra, pero al mismo tiempo distantes y diferentes. Tienen vidas distintas en las que, cada vez que miran, se ven reflejadas como espejos, con todas las carencias y aspiraciones. al mismo tiempo, ninguna de las dos quiere salir de su zona de confort, y no hacen nada para llenar esas lagunas. Pienso que ellas crecen a lo largo del libro, pero su amistad no madura ni evoluciona, permanece igual que cuando la forjaron con 14 años, encorsetada en unos roles tan marcados que ninguna de las dos es capaz de ayudarse ni influenciarse de alguna forma para poder salir de esa rigidez y compartir así esos otros caminos o destinos que tanto anhelan.Kristin Hannah ha escrito una obra en la que utiliza todos los recursos melodramáticos, tocando temas tan sensibles como el abandono y desamparo infantil, la violación, la enfermedad... el lector tiene que ser de piedra para no identificarse con alguno de estos temas y que no se le escape durante la lectura alguna lagrimilla (o lagrimón, dependiendo del grado de sensibilidad y conexión que compartas con la novela). Así, la autora va subiendo los tintes melodramáticos de tal manera que al final de la novela, por lo que a mí respecta, te queda un sabor agridulce, donde es muy difícil encontrar la esperanza viendo como una se queda con todo y la otra se queda en nada.
Empecé el año leyendo a Kristin Hannah y me encantó. Por eso, durante el año me he comprado alguna novelas más de la autora. Después de El baile de las luciérnagas, solo me queda Volverás a Alaska y estoy deseando comprar El ruiseñor,Son pocos los libros que escojo por la sinopsis porque la verdad (y ya lo sabéis quién suela leer el blog) que no me gusta mucho leer la sinopsis por si se desvelan partes importantes de la historia y porque me gusta que los libros me sorprendan, no saber que me voy a encontrar. Pero en esta ocasión, si que me leí la sinopsis y esta historia de dos amigas me cautivó. ¡Sabía que me gustaría!Pues bueno, ya os he adelantado que me ha gustado mucho el libro y no es para menos porque esta historia es tan real que cualquiera de nosotros podríamos haberla vivido. Dos amigas que se conocen en el instituto y que forjan esa amistad que perdurará largos años. Kate y Tully, así se llaman las dos protagonistas nos contaran sus aventuras, sus travesuras de adolescentes, sus anécdotas universitarias, sus sueños laborales, etc., hasta llegar a una edad avanzada donde cada una tiene una vida diferente pero en la que sigue existiendo esa amistad.Kate y Tully son dos personajes totalmente diferente, no solo de carácter y físicamente, sino que sus infancias han sido distintas. Mientras Kate ha tenido una familia cariñosa y protectora, Tully ha tenido una madre que no se ha ocupado de ella y que eso le ha influido fuertemente en su persona. Durante toda la historia iremos viendo como le ha afectado. Pero, no importan cuan diferentes sean sus vidas, si dos personas conectan desde el principio. Y eso les pasó a Tully y Kate, Kate y Tully.La narrativa de la autora es muy sensible, muy limpia y fácilmente comprensible. Es un lectura que, a pesar de tener más de 600 páginas, se lee rápido. Aunque yo recomiendo que se saboree bien. Es una novela que yo me pensaba que sería predecible, pero para nada. En más de una ocasión he pensado que ocurriría algo que no ha pasado y eso me ha encantado.En las últimas 100 páginas, la novela da un giro que yo no esperaba y que me ha puesto los sentimientos a flor de piel y un gran nudo en el estómago. No soy una persona que suela emocionarse con los libros (hasta el momento solo los han conseguido un par o tres de libros) y debo admitir que con esta novela, ¡algo se me metió en el ojo!Si le tuviera que poner algún pero a esta gran historia, sería que en ocasiones, habían situaciones que se repetían, es decir que se narraban una y otra vez. En resumen, ha sido una novela que he disfrutado muchísimo, que narra el transcurso de la vida con sus altibajos pero con una sensibilidad maestra. Kate, Tully y Johnny son personajes que merece la pena leer y con los que se viven momentos reales, de la vida misma. Y para todos aquellos que tengan una amistad de esas que está en las duras y en las maduras, podrá disfrutar de esta preciosa novela. Enlace: https://labateriadelibros.bl..
La narrativa de la novela me encanta, es de esas autoras que con pocas páginas ya consigue que empatices con los personajes, te mete de lleno en su vida y es muy difícil soltarte, incluso para mí imposible no engancharme a la vida de estas dos amigas. Ya había leído a la autora con anterioridad, sé que con sus libros pasa eso, ella nos describe todo bien, el texto no está exento de descripciones, pero me gusta que estas descripciones de lugares no sean pesados, sean necesarios. Ella lo que nos muestra con más detalle son los sentimientos de los protagonistas, nos envuelve en sus palabras y nos muestra el interior de cada una de una manera maravillosa. Los capítulos son relativamente cortos, algo que me gusta, y alterna entre Tully y Katie en una tercera persona más que necesaria, creo que no sería lo mismo con una primera persona en esta historia. Lo que me ha encantado también es que la autora nos narra la vida de las dos protagonistas desde la niñez tan horrible de Tully, por la adolescencia en la que se conocen y se hacen inseparables, hasta llegar a la más absoluta madurez. El recorrido por la vida de las dos protagonistas es arduo y no está exento de penas y obstáculos. Esto hace que la lectura se vuelva muy adictiva, lo que conlleva a que quiera leer todo lo que la autora saque en español. La pena es que gracias a Goodreads me he enterado que hay segunda parte, aunque ya os digo que para mí este libro bien se puede quedar como autoconclusivo. Lo que pasa es que si te gusta la historia tanto como a mí lo más seguro es que quieras leer esa segunda parte, saber qué más pueden depararle a los protagonistas y lo que pasa después de esta novela. Hablando de las protagonistas y es que me han gustado, pero he tenido muchos roces con Tully. No he llegado a empatizar con ella nada más que en algunas ocasiones, pero me ha encantado eso, os explico y es que me gustan los personajes que no sean perfectos, que no hagan lo que el lector crea que es correcto. Tully es un personaje con muchas imperfecciones, su alma está rota desde bien pequeña y no conoce otra cosa que ser egoísta y por encima de todo muy ambiciosa. La he comprendido en algunos aspectos y he visto como se desmoronaba su coraza, esos momentos han sido de llorar literalmente a lagrima viva, así que por eso me ha encantado. Pero mi favorita es Kate, ella es especial, es dulce, amable y siempre mira por el bien de los demás, sobre todo el bien de su amiga Tully. Su evolución es la más significativa de toda la novela, me ha maravillado como la autora ha construido su personaje y la ha ido moldeando, además veía como sus sueños eran iguales a los míos, lo que me ha ayudado a empatizar más con ella. Los personajes secundarios están muy bien definidos, si bien son meros personajes que estructuran la vida de las dos amigas, el más importante es Jhonny, y me ha gustado también mucho, es un gran pilar para las dos. Esta novela nos muestra personajes bien definidos, estructurados y por encima de todo vemos su evolución a través de las páginas, llegando a un final que me ha hecho llorar a lágrima vida. Me ha encantado reencontrarme con la maravillosa narrativa de la autora, una narrativa que nos adentra de lleno en la vida de los personajes de una manera maravillosa y única, me he sumergido entre sus páginas como si yo misma viviera cada escena. Con un final que me ha hecho llorar, pero que al acabar me ha dejado una sonrisa de un libro que me ha robado el corazón, lo ha estrujado, y me lo ha devuelto con tiritas para juntar las piezas de la historia de estas dos amigas tan diferentes y a la vez tan unidas. Enlace: https://rubiesliterarios.blo..