—¡Cielos, éste es el invierno más largo de mi vida! —gimió Lou Bates. TenÃa razón para decir aquello porque estaba finalizando febrero y aquel dÃa habÃa caÃdo una gran nevada sobre Nueva York. Su amigo, Duke Martin, las manos metidas en el abrigo, repuso:
—Me da en la nariz que hoy va a ser un gran dÃa para nosotrosÂ…