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Rayuela de Julio Cortázar

de Julio Cortázar - Género: Ficcion
libro gratis Rayuela

Sinopsis

No es posible hablar del argumento de Rayuela sin caer en inevitables reduccionismos que nos alejan del sentido de la obra, ya que lo relevante de esta novela no es lo intrincado o novedoso de la trama, sino el vasto universo psicológico de cada personaje y la relación que, desde este universo, establecen con el amor, la muerte, los celos y el arte. El amor turbulento de Oliveira y La Maga, los amigos del Club de la Serpiente, las caminatas por París en busca del cielo y el infierno tienen su contracara en la aventura simétrica de Oliveira, Talita y Traveler en un Buenos Aires teñido por el recuerdo. A cincuenta años de su primera edición, Rayuela sigue siendo un libro de hallazgos. La aparición de Rayuela en 1963 conmocionó el panorama cultural de su tiempo y supuso una verdadera revolución en la narrativa en lengua castellana: por primera vez un escritor llevaba hasta las últimas consecuencias la voluntad de transgredir el orden tradicional de una historia y el lenguaje para contarla. Es quizás el libro donde Cortázar está entero, con toda su complejidad poética, con su imaginación y su humor.


Desconcierto, desazón, tristeza, aburrimiento, sufrimiento, tedio, sí, todas estas cosas las sentí cuando en mi adolescencia me acerqué por primera vez a Rayuela y sí, la odié con todo mi corazón, tenía una edición de bolsillo donde las hojas se despegaban y estaban mal númeradas, era como si el fantasma de Cortazar tómase posesión de libro y me estuviera dando una forma adicional de leerlo. Casi 20 años después volví a el, esta vez con esta preciosa edición que, como no había llegado a Colombia, la compré en una librería en España hace unos años y estaba cultivando polvo en mi librero, viajando en cajas en cada uno de mis trasteos porque dentro de mí tenía de forma inconciente un miedo, un profundo miedo a empezar a leerla y mas que no entenderla, tenía miedo que al pasar mis ojos por sus letras no llegará a sentir nada, pero entonces, por un lado, llegaron la Maga y Talita que me desordenaron el corazón y por el otro, Horacio, Traveler y el club de la serpiente que me saturaron el intelecto y al final, llegó él, sí, él, Cortazar, (¡Oh, Cortazar!) quien confortó mi alma y me ayudó a experimentar lo que se siente leer literatura. Entonces, mis ojos no pudieron despegarse de las palabras y cada párrafo buscaba un espacio en mi interior, las dosis fueron pequeñas, diarias y suficientes, porque aunque un alimento sea de provecho y te nutra fisicamente, todo exceso puede convertirse en enfermedad, en dolor, en sufrimiento, asi que este libro, a mi criterio, es para dosificarlo, para digerirlo poco a poco, para que cada capítulo que estes leyendo lo vayas asimilando, sopesando, analizando y que cada frase se abra espacio poco a poco, porque algunas palabras, algunos diálogos son tan potentes que pueden destruir barreras de prejuicios y temores, conocimientos mal adquiridos y ensoñaciones mal alimentadas y el golpe es duro y puedes sentir que te destruyé, que el orden que hace tanto tiempo has establecido empieza a desaparecer y el caos se apodera de tí, pero luego, vas caminando poco a poco de la mano de Cortazar, (¡Oh, Cortazar!) y recuerdas la famosa frase que del  caos nacen las estrellas y aquí estas tú llenándote de costelaciones, del universo, después de ese big Bang llamado Rayuela. Pero, ¿Qué es Rayuela?, bueno, como su palabra lo dice, es un juego y no solo literario, sino intelectual y emocional, en sus capítulos puedes encontrar poesía, cuentos, teatro y novela, algunos argumentos matizados de ensayo y otros de filosofía, es un gran crucigrama donde te entretienes y aprendes y los personajes te guían, pero tambien te desorientan, es, en el sentido más literal de la palabra, un gran libro abierto que a pesar de sus posibles formas de lectura, cada lector lo asimila de forma distinta, no es un libro para todos los gustos, pero no significa que no pueda ser leído por todos, tampoco esta en solo glíglico, sino que el lenguaje es accesible, solo que no penetra en el alma de todos por igual y al final, contrario a lo que todo mundo cree, leer Rayuela y amarlo (porque entedenderlo en su totalidad es tarea de titanes y la vida creo no nos alcanzaría para descifrar todos sus secretos) no te hace superior a los demás, en mi interior no puedo percibir este libro como un símbolo de intelectualidad, porque para mí la Maga es el contrapeso a esa enfermiza y desorientada y en ocasiones, carente de propósito mal llamada intelectualidad; porque para mí la literatura como el cine, más allá de hacerla bien, tiene que buscar sacarte de tu zona de confort y ponerte a pensar y a pensar duro, porque a veces la realidad puede ser un gran guion donde la historia solo sucede, las cosas no cambian, siempre pasa lo mismo y es ahí donde entran las artes cargadas de sentimiento, guíando el pensamiento, conectando el alma y la razón y siendo el combustible para que esta vaina que llamamos vivir, la empecemos a tomar en serio. 
La Maga y la personificación del fantasma de una duda metafísica. «Yo quiero acabar con los sistemas y las relojerías para ver de bajar al laboratorio central y participar, si tengo fuerzas, en la raíz que prescinde de órdenes y sistemas», pronunciaba Cortázar en una de sus cartas, tras abandonar el cuento como escritura cerrada y lanzarse en la búsqueda de una forma diferente de escribir y de leer el texto. Lo que se propuso hacer Cortázar con este intento suyo de desestructurar cualquier orden, anunciaba ya algunos de los cimientos de un proceso estético que va más allá de la organización textual y tiñe la literatura y a la sociedad contemporánea. Su manera de escribir en Rayuela, de representar metafísicamente a sus personajes, de indagar en el desorden como hito, nos llevará a formular su estilo como un precedente de una generación latinoamericana de escritores contemporáneos que juegan visiblemente con los procesos y términos antitéticos para romper con las dicotomías en su proceso de escritura, renovando una estética de vanguardia.Rayuela, protagonizada por un personaje masculino, Horacio Oliveira, ha destacado por la crítica por la fuerza con la que profundiza en la introspección de su personaje, quien se dibuja con distintas voces y tonalidades, presentándose al lector como un ser rico en facetas psicológicas: Rayuela nos permite situarnos en ese espacio que busca precisamente romper con estas dicotomías y reconciliarlas.Remitiendo brevemente a las teorizaciones de Barthes. La reflexión de Barthes sobre lo neutro contiene un matiz filosófico. Su objeto de estudio tiene como pretensión general la ambición de disolver el carácter antinómico y binario del pensamiento occidental. Lo neutro es este estado de placer estético en la escritura. Con esta noción, Barthes ambiciona una especie de deconstrucción del pensamiento antitético de nuestra cultura occidental, interesándose en la desincronización de binarios y de binarismos. Así pues, lo neutro en Barthes designa una intención de traspasar las oposiciones. A nivel de la significación, no se trataría de buscar el sentido de lo neutro en la palabra, habría que buscarlo en el discurso mismo. Esta categoría nos conduce a renunciar al sentido literal y a llevarnos hasta un nivel de entendimiento más complejo y alejado de nuestra percepción y del pensamiento occidental. Esto produce una apertura de significación, otra lógica que es externa a lo que «es dicho» en el texto o en el habla. No se trata de considerar lo neutro como un tercer término sino como el segundo término de un nuevo paradigma capaz de ir más allá de lo que es comprensible por el pensamiento: Lo Neutro no es pues el tercer término ?el grado cero ?de una oposición a la vez semántica y conflictiva; es, en un eslabón distinto de la cadena infinita del lenguaje, el segundo término de un nuevo paradigma, del cual la violencia (el combate, la victoria, el teatro, la arrogancia) es el término pleno.Es notablemente hacia el sentido filosófico que se orienta la caracterización de los personajes protagonistas de Rayuela, la Maga y Horacio Oliveira. La Maga no sabe de delimitaciones. Ella parece mirar a través de otros ojos, de unos anteojos que no necesitan alimentarse con información superflua, como lo sugiere el propio Horacio: «No aprendas datos idiotas le aconsejaba. Por qué te vas a poner anteojos si no los necesitas». Cierto, la Maga no posee los conocimientos metafísicos que tienen los otros personajes masculinos, pero es precisamente esto lo que hace que ella pueda ver el mundo desde una óptica que, para Oliveira, con tanto como ha leído y aprendido, le resulta imposible. Y así, podríamos sugerir cómo esta falta del orden epistemológico permitiría a la Maga defenderse de caer en una visión organizada del mundo: «Era insensato querer explicarle algo a la Maga. Fauçonnier tenía razón, para gentes como ella el misterio empezaba precisamente con la explicación... La Maga y la personificación del fantasma de una duda metafísica. «Yo quiero acabar con los sistemas y las relojerías para ver de bajar al laboratorio central y participar, si tengo fuerzas, en la raíz que prescinde de órdenes y sistemas», pronunciaba Cortázar en una de sus cartas, tras abandonar el cuento como escritura cerrada y lanzarse en la búsqueda de una forma diferente de escribir y de leer el texto. Lo que se propuso hacer Cortázar con este intento suyo de desestructurar cualquier orden, anunciaba ya algunos de los cimientos de un proceso estético que va más allá de la organización textual y tiñe la literatura y a la sociedad contemporánea. Su manera de escribir en Rayuela, de representar metafísicamente a sus personajes, de indagar en el desorden como hito, nos llevará a formular su estilo como un precedente de una generación latinoamericana de escritores contemporáneos que juegan visiblemente con los procesos y términos antitéticos para romper con las dicotomías en su proceso de escritura, renovando una estética de vanguardia.Rayuela, protagonizada por un personaje masculino, Horacio Oliveira, ha destacado por la crítica por la fuerza con la que profundiza en la introspección de su personaje, quien se dibuja con distintas voces y tonalidades, presentándose al lector como un ser rico en facetas psicológicas: Rayuela nos permite situarnos en ese espacio que busca precisamente romper con estas dicotomías y reconciliarlas.Remitiendo brevemente a las teorizaciones de Barthes. La reflexión de Barthes sobre lo neutro contiene un matiz filosófico. Su objeto de estudio tiene como pretensión general la ambición de disolver el carácter antinómico y binario del pensamiento occidental. Lo neutro es este estado de placer estético en la escritura. Con esta noción, Barthes ambiciona una especie de deconstrucción del pensamiento antitético de nuestra cultura occidental, interesándose en la desincronización de binarios y de binarismos. Así pues, lo neutro en Barthes designa una intención de traspasar las oposiciones. A nivel de la significación, no se trataría de buscar el sentido de lo neutro en la palabra, habría que buscarlo en el discurso mismo. Esta categoría nos conduce a renunciar al sentido literal y a llevarnos hasta un nivel de entendimiento más complejo y alejado de nuestra percepción y del pensamiento occidental. Esto produce una apertura de significación, otra lógica que es externa a lo que «es dicho» en el texto o en el habla. No se trata de considerar lo neutro como un tercer término sino como el segundo término de un nuevo paradigma capaz de ir más allá de lo que es comprensible por el pensamiento: Lo Neutro no es pues el tercer término ?el grado cero ?de una oposición a la vez semántica y conflictiva; es, en un eslabón distinto de la cadena infinita del lenguaje, el segundo término de un nuevo paradigma, del cual la violencia (el combate, la victoria, el teatro, la arrogancia) es el término pleno.Es notablemente hacia el sentido filosófico que se orienta la caracterización de los personajes protagonistas de Rayuela, la Maga y Horacio Oliveira. La Maga no sabe de delimitaciones. Ella parece mirar a través de otros ojos, de unos anteojos que no necesitan alimentarse con información superflua, como lo sugiere el propio Horacio: «No aprendas datos idiotas le aconsejaba. Por qué te vas a poner anteojos si no los necesitas». Cierto, la Maga no posee los conocimientos metafísicos que tienen los otros personajes masculinos, pero es precisamente esto lo que hace que ella pueda ver el mundo desde una óptica que, para Oliveira, con tanto como ha leído y aprendido, le resulta imposible. Y así, podríamos sugerir cómo esta falta del orden epistemológico permitiría a la Maga defenderse de caer en una visión organizada del mundo: «Era insensato querer explicarle algo a la Maga. Fauçonnier tenía razón, para gentes como ella el misterio empezaba precisamente con la explicación...
¡Mis queridos seres míticos! Yo de nuevo por aquí. Como lo dije, no estaré el resto del año de forma frecuente,pero jamás los dejaré. Sigo editando el blog, las entradas cuyas imágenes se cayeron, errores de dedo, redacción y sintaxis; ese tipo de cosas. Todo para que ustedes tengan reseñas de calidad y que les gusten. Pero entremos en materia. Como pueden ver, esta reseña es de un libro que, los que me siguen en Instagram, saben que llevaba mucho tiempo en mi estantería. El motivo de la reseña tardía es que, francamente, tenía mucha preocupación por leerlo y que no me fuera a gustar. Es un clásico que todos halagan pero, bueno, hablaré de eso más adelante. Por lo pronto, comencemos de lleno con la reseña. No renuncio a nada, simplemente hago todo lo que puedo para que las cosas me renuncien a mí. Julio Cortázar, Rayuela*. Penguin Random House, Barcelona, 2019, pp. 238. Debo de iniciar hablándoles, primero que nada, de la edición. Como pudieron ver en la sinopsis de esta ocasión, más que hablar del texto, les puse el listado (mismo que aparece en la contraportada) de todas las instituciones que colaboraron dentro de la edición y recopilación de los textos. A muchos les parecerá que quizá lo puse para presumir mi edición, pero lo cierto es que quiero que vean el trabajazo editorial que hizo la RAE para generar esta colección. Porque no sólo se trata de este libro, pero ya hablaré un poco más de las otras ediciones cuando pueda conseguirlas. Retomando Rayuela, he de decir que me gustaron los comentarios al inicio de personalidades tan grandes como Gabriel García Márquez o el mismo Vargas Llosa. Además, si esto les parece poco, también aparecen copias escaneadas del manuscrito de la novela. Como ya dije, para los que me siguen en Instagram, seguro notaron que subí una de las imágenes al respecto. Sólo una pequeña degustación de lo mucho que pueden encontrar dentro de esta edición. Pero, es momento de centrarnos en el texto y no en lo bonito que se ve el libro. Ya que en la sinopsis de arriba no puse de qué va la historia, es momento que se los diga en un párrafo. Esta es la fábula de Horacio Oliveira, un argentino que se fue a París en búsqueda de algo. Por momentos parece que ni siquiera él está seguro de qué es lo que le falta, pero para eso tiene a un grupo de personas que él conoce como El Club y un par de mujeres con las que suele tener relaciones (sexuales y afectivas), una delas cuales se hace llamar la Maga. En realidad, todo se trata de la segunda. Las situaciones a las que Horacio se enfrenta y por las que suele sufrir -en cuanto a amor se refiere- llevan el nombre y apellido de Maga. Desde el problema que significa para él que ella tenga un hijo pequeño y todo lo que tenerlo en su departamento implica; hasta el simple y sencillo hecho de que a veces no esté cerca suyo. Aquí hay una situación extraña y ambigua: Horacio la quiere, le gusta; pero también le fastidia porque se trata de una mujer ignorante en el ámbito escolar. Emocionalmente, a veces la Maga parece mucho más madura que el mismo Horacio, incluso por momentos se nota que ella sabe lo que busca, aunque le cueste llegar a ello, mientas que él no tiene ni una idea de qué es lo que quiere. Esta historia se divide entre dos sitios, como ya mencioné, París, y Argentina. La razón sólo nos sirve para disecar la realidad en calma, o analizar las futuras tormentas, nunca para resolver una crisis instantánea Ibid, pp. 215. Del personaje tengo unas cuantas cosas qué decir. Sé que a muchos les parecerá extraño Horacio, que creerán que tiene muchas particularidades que lo pueden hacer mejor visto ante tales o cuales personas. Pero lo cierto es que yo lo veo como un personaje basado en Hemingway y sus amigos. Estas personas que buscan la iluminación por medio de la sabiduría, que se pasan las tardes bebiendo, fumando y hablando de filosofía, ejemplificando con libros. También tiene ese lado bohemio de Hemingway, ese no saber cuál es tu lugar en el mundo, de no tener las cosas claras, y aún así sentir que sabe mucho más que los demás. En este caso, Horacio siente que sabe mucho más que la Maga, pero no suele pasar de esa manera, al menos no en lo que a la vida generalizada respecta. Es por esto que quizá en otra época el personaje, además de entendido, era aplaudido; pero en la actualidad parece un poco aburrido y, más que otra cosa, desesperante hasta el punto del fastidio. No digo con esto que sea un mal personaje, sólo que su recepción entre la gente joven no es la mejor que se pudiera tener. Lo peor de la situación es que este efecto suele traspolarse al resto de los personajes, haciendo de la lectura un aspecto a veces tedioso. En su momento, claro, este tipo de personajes y textos eran relevantes porque las Vanguardias acababan de pasar y muchas de sus técnicas las tomó en cuenta Cortázar para crear Rayuela. Sería necesario que volviéramos a esas cuestiones para entender -incluso- la manera en que el autor dispuso los capítulos y el porqué. Del no al sí, ¿cuántos quizá? Ibid, pp. 481. Lo realmente relevante del libro -a mi ver- es la forma en que está dispuesto para los lectores (lo que en jerga literaria conocemos como dispositio). En primer lugar, los capítulos están distribuidos de manera que se puedan leer sin orden. Literalmente. Cortázar propone una manera de leerlo por medio de un cuadro numerado con los capítulos a seguir, existen ediciones que te explican lo que encontrarás si lo lees en orden, si lees primero los capítulos pares y luego los nones, con qué te toparás si lo lees de atrás para adelante, y muchas maneras más; y esa es toda la finalidad del libro: que como la rayuela (ese juego infantil de donde la novela obtiene su nombre) el lector pueda brincar de un capítulo al otro o regresar dentro de los mismos. Claro que la maravilla no termina ahí. Los capítulos, al ser independientes, también tienen sus juegos. Los hay que alternan las líneas. La 1-3-5... y así sucesivamente, te cuentan una historia, mientras que las líneas pares, te cuentan otra. Hay capítulos con palabras inventadas (o que lo parecen, pues suele unir morfemas -más jerga literaria- con desinencias particulares que generan nuevos significados mezclando los anteriores), tal como existen capítulos en los que habla con un lenguaje sencillo que todos podemos entender. Además, está este cambio de persona, el pasar de la primera a la tercera, del narrador específico al omnipresente, que le da todavía más complejidad a la lectura porque es necesario identificar quién dice el texto para poder interpretarlo lo mejor posible. Ahora, uno de los motivos por los que creo que Cortázar no tuvo tanto problema para poner los capítulos desacomodados es porque muchos de los capítulos tratan de cosas que poco tienen que ver con la trama romántica. A veces parecen una serie de ensayos del autor sobre determinados temas expuestos a través de sus personajes. Hay capítulos en los que habla sobre la función de la literatura dentro de la vida, de las palabras por sí mismas. Incluso habla sobre la existencia de las personas. Así, el único hilo conductor de todos estos temas son sus personajes, mismos que dan voz o debaten tal o cual teoría. En términos generales, creo que no se trata de una novela para cualquiera. No quiero ser snob, pero dudo que un muchacho de preparatoria -por ejemplo- pueda leerla. El tema de la trama es tan simple por momentos, incluso tan aburrido y trillado, que todo lo que queda de bueno en la novela es su distribución y los juegos que Cortázar. Los que me leen con frecuencia saben que siempre quiero encontrar este punto medio que humanice la lectura y haga de los libros un asunto de todos, pero creo que en esta ocasión se los quedo a deber. La verdad es que se requiere de mucho conocimiento teórico, filosófico, morfológico y sintáctico para encontrarle el gusto a este libro. No digo que no puedan intentar leerlo, pero sí digo que sin todo ese bagaje a sus espaldas, tendrán una mala experiencia al respecto y, lo que es más, pueden llegar a odiarlo. Así que, con toda la tristeza de mi pútrefacción, recomiendo este libro sólo a aquellos que tengan una noción -por básica que sea- sobre teoría literaria, sobre morfología y sintaxis -como mínimo- y sobre algunos idiomas tales como el francés, italiano y latín. Por lo demás, creo que este libro no es para todos, pero no por eso se demerita la genialidad con que fue escrito. Saludos enormes, Enlace: https://librodeultratumba.bl..
No es sencillo escribir sobre Rayuela porque éste definitivamente no es un libro común ni para todo el mundo. Por empezar, hay dos formas posibles de lectura: siguiendo la guía del principio del libro que nos hace saltar de atrás para adelante entre los 155 capítulos, o leyendo de corrido (y en versión más breve) del 1 al 56. Me pareció una genialidad el sistema y un lío bárbaro también. Es muy original e inteligente, y me gustó aún más cuando, mirándolo con más atención, me di cuenta de que ese desorden de la guía no es tan desordenado como creí (pero parece). Lo leí dos veces seguidas primero de forma ordenada y luego desordenada. La versión más extensa ayuda a comprender algunas cosas, como por ejemplo el por qué este libro está compaginado así. Hay un personaje que me pareció que podría ser el mismo Cortázar participando de su novela: un escritor llamado Morelli que le pide al protagonista que reuna los fragmentos de su libro que están distribuídos en su departamento, y supongo que esa es la razón de que la tabla de direcciones nos haga saltar tanto. Claramente Oliveira y compañía confundieron el orden de los capítulos.El primer capítulo es maravilloso. Mi primer pensamiento fue que los ojos se deslizaban sobre el texto como si fuera seda. Nos encontramos junto a Horacio Oliveira recorriendo las calles de París y pensando en La Maga. Con ella hay una relación de amor-odio que nunca queda clara, aunque en la versión extensa parece un poco más profundizada o explicada. al leer los capítulos prescindibles que aparecen a partir del 56 da la sensación de que Oliveira realmente estuviese enamorado de ella. Leyendo la versión breve no parece tan así. No hay un esquema verdadero en este libro y por eso es dificil hablar de un argumento, además de que cambia de tipo de narrador constantemente. Lo dice Morelli: «Intentar en cambio un texto que no agarre al lector pero que lo vuelva obligadamente cómplice al murmurarle, por debajo del desarrollo convencional, otros rumbos más esotéricos.» y «Provocar, asumir un texto desaliñado, desanudado, incongruente, minuciosamente antinovelístico (aunque no antinovelesco).» Este libro es un caos organizado. Pero para encontrar lo organizado hay que traspasar el caos, y eso puede costar, especialmente el capítulo 34 donde intercala la lectura de un libro con los pensamientos de Horacio y que produce un efecto similar a un licuado cerebral.Algunos capítulos son un terrible delirio y mezcla de frases extrañas que contra todo pronóstico tienen sentido y atrapan. le da sentido a lo inconexo. Otros son diálogos o narraciones normales que mas o menos llevan una historia que nos muestra melancolía, jazz, alcohol y sensualidad. Oliveira, La Maga y los extraños miembros de El Club de la Serpiente son mentes solitarias y perdidas intentando ignorar el paso del tiempo y eligiendo que parte de la realidad contemplar. Hay conversaciones tan intelectuales en un punto como incoherentes pocas frases después. Es terrible lo que Cortázar divaga, se enrosca y se desenrosca para ciertos conceptos, y sin embargo hay algo atractivo y lleno de melancolía que no es sencillo ignorar. Por momentos incluso tuve la sensación de que simplemente se estaba riendo de los lectores, haciéndonos leer algunos de los recovecos de su mente en la voz de Oliveira. Es interesante y desconcertante por partes iguales. Pasa del delirio inconexo a la poesía tan abruptamente que hay que hacer un sacudón/despeje mental para darse cuenta de que el texto volvió a tener sentido. Es raro el efecto de esos capítulos, ahora comprendo por qué a este libro o lo aman o lo odian. Tardé sus buenas páginas en darme cuenta de que los momentos más delirantes pertenecían a la mente de Horacio. Cuando uno piensa lo hace de forma caótica y desordenada, y eso es precisamente lo que está escrito, muchas veces sin comas ni ningún otro signo de puntuación. de forma inesperada intercala frases en inglés, francés y pedazos de canciones. Todo es posible en esta contra-novela surrealista.Tiene algo que hace caer el ánimo y me costó mucho darme cuenta de qué era, pero creo que finalmente lo entendí. En principio creí que era porque están todos los personajes sumidos en la melancolía, porque ninguno realmente parece saber qué hacer con su vida o porque en el fondo son un grupo de no-adaptados que se juntan para hablar y no hacer mucho más que quejarse y opinar sobre todo pero sin que nadie realmente se mueva. Lo dice en el texto mismo: «Bueno, él era un argentino que llevaba un tiempo en parís, tratando de... Vamos a ver, ¿qué era lo que trataba de?» Pero finalmente llegué a la conclusión de que Rayuela es como un tango, y que lo que Cortázar buscó transmitir fue la melancolía porteña. Es curioso el efecto, te va volteando de a poco con melancolía, sentimentalismos de macho y una visión considerablemente negativa de todo. Hubo momentos en que tuve que cambiar de libro y leer algo más liviano porque mi ánimo se estaba cayendo de forma considerable. Además está lleno de argentinismos, cosa que me resultó muy raro al principio. Hay mucho lunfardo y una enorme cantidad de referencias a costumbres nacionales que a un extranjero le pueden resultar un poco desconocidas. Me pregunto cómo será la versión traducida a otros idiomas.Me gustó haberlo leído en orden primero, es interesante la sensación de infinito que produce releer lo ya leído. No pasa como con otras novelas porque ésta es tan compleja y desestructurada (en sentido de que no hay realmente una linea cronologica demasiado palpable) que es dificil recordar qué había en cada capítulo. Además ahora ya conocía a los personajes y entendí mejor algunas de las cosas que dicen, o que se dice de ellos.Y así como hay dos formas de leerlo, también hay dos finales. Uno está en el capítulo 55 y es tan extraño como el resto del libro, y el otro... el otro es una especie de broma que una vez más nos juega Cortázar. Noté que en la versión extensa nunca pasamos por el capítulo 55, aunque ese mismo texto está incluído (o casi todo) en otro de los capítulos prescindibles y sigue adelante. Decidirme por una nota fue complicado. Mi gran conflicto interno se generó por lo siguiente: objetivamente no cabe duda de que Rayuela es un libro excelente. Desde el sistema extraño hasta la forma de escribir es magnífico, tiene pasajes y frases maravillosas (muchas de las cuales me guardé)... pero por alguna razón no me logré conectar realmente ni con la historia ni con los personajes... así que opté por promediar.Y paf, se acabó. Enlace: http://libros-fantasia-magic..
Este es un libro con mayúsculas pero no ha sido mi mejor momento para leerlo. No porque no me haya gustado, sino porque no he podido avanzar como hubiera deseado. Cortázar no puede leerse rápido, o así lo he percibido. Cada día unos cuantos capítulos y, mientras digería lo que me quería decir, ya no podía continuar leyendo. Así un día y otro y otro... hasta un mes que he tardado en leerlo. Qué maestría, qué profundidad, qué léxico... QUÉ GLÍGLICO, sí, glíglico. Un idioma que se saca de la chistera y hace que un capítulo (el 68) sea de lo mejor que he leído en mucho tiempo. Por eso, recomiendo que este libro se lea, cómo recomendaba el autor, a saltos, porque sino, te pierdes cosas tan impresionantes como la escena maravillosamente narrada en ese idioma inventado. Porque si no lo lees así, no conocerás a Morelli, ese after ego del propio Cortázar... No voy a describir la trama, en cualquier sinopsis del libro viene bien explicada puesto que este libro no es sólo la historia de los protagonistas, es mucho más, es el libro en sí...¡Qué difícil de explicar, pero qué maravilla!

Comentarios de lectores del libro Rayuela

Definitivamente este libro marcó mi vida de una excelente manera. Me parece que es el tipo de lectura que como dijeron anteriormente, puede encantar o desinteresar desde su primer capítulo, y eso es lo que me parece tan interesante. Esa manera de ver la vida, un tanto pesimista pero al mismo tiempo con todos sus encantos ocultos. Es un libro ciertamente difícil de comentar en una manera general... encierra un sinfín de temas que vale la pena tratar individualmente, por la estructura del libro.

Autor del comentario: PAULI1505
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Es muy difícil calificar esta "antinovela"; trata muchos temas, muchos escenarios y personajes, y a la vez cambia muchísimo la intensidad de los capítulos. Así, me cuesta confesar que leí Rayuela amando algunos capítulos (como los primeros nuevos, por ejemplo) y aburriéndome con otros, incluso saltándome otros por el final de la novela completa.Cortázar deja plasmada en este texto su vastísima cultura, el Jazz, millones de escritores que uno nunca alcanza a suceder, cosa que a mí en particular me llegaron a molestar por no entender a veces de qué estaba hablando.La recomiendo aunque no me haya dejado un buen sabor de boca sino porque es un clásico de la Literatura que debería ser leído. Es una lástima que la novela fuera decayendo hasta el final.

Autor del comentario: JUAN MELE
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"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos."Imperdible. Para releer e ir de la mano de la Maga.

Autor del comentario: DANIOG
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Simplemente increíble, las historias son demasiado intensas, te terminas enamorando del misticismo de la maga, te atrapa intentando entender lo que Horacio llama "Ríos metafísicos".

Autor del comentario: ANDRESORTEGA21
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Simplemente maravillosa novela. La prosa de Cortázar es sublime y logra el objetivo de su arriesgada tentativa: interesar, incomodar al lector, hacerle saltar la Rayuela de las disertaciones de Oliveira y los del Club, los criptogramas y los capítulos humorísticos y la tierna ingenuidad de la Maga. Una búsqueda constante una ida y una venida totalmente disfrutable. Habrá que leerlo en más de una ocasión.

Autor del comentario: RASKOLNIKOV
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Uno de los libros más aburridos y densos que han caído en mis manos. Todo el texto son constantes reflexiones metafísicas entorno a lo divino y a lo humano. La vida del emigrante argentino en París nunca fue tan cruel con el lector. Es como si el autor nos sometiera a un tostón mediante el cual pone de manifiesto su habilidad en el juego de palabras basado en contradicciones, que lo que hace es sembrar confusión sin más. No recomendado para aficionar a los niños y no tan niños a la lectura.

Autor del comentario: ARCO76
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De las mejores novelas que he leído, pero que tendré que volver a leer para entender mejor. Las relaciones complicadas de Horacio Oliveira y sus reflexiones en París primero y luego en Argentina me atraparon. Algunos capítulos son difíciles de entender, pero la mayoría son increíbles. El final abierto todavía me tiene pensando...

Autor del comentario: ELISCHUNK
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Después de leer los cuentos completos de Cortázar (lo mejor que leí en mi vida) me encaminé hacia lo que todos llaman una de las obras maestras de la literatura latinoamericana. Lo he leído de la manera extensa, y sólo puedo decir:Cortázar, te amo y te odio a la vez.Se que muchos me comprenderéis con este comentario.

Autor del comentario: ZNIAS
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Se entiende porqué la nombró una “contranovela”. Es el libro perfecto, del perfecto bohemio argentino de la época. “Yo describo y defino y deseo esos ríos metafísicos, ella los nada. Yo los busco, los encuentro los miro desde el puente, ella los nada”.

Autor del comentario: LAUTARO4
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"Parado delante de una pizzería de Corrientes al mil trescientos, Oliveira se hacía las grandes preguntas: 'Entonces, ¿hay que quedarse como el cubo de la rueda en mitad de la encrucijada? ¿De qué sirve saber o creer saber que cada camino es falso si no lo caminamos con un propósito que ya no sea el camino mismo? No somos Buda, che, aquí no hay árboles donde sentarse en la postura del loto. Viene un cana y te hace la boleta'. Caminar con un propósito que ya no fuera el camino mismo. De tanta cháchara (qué letra, la ch, madre de la chancha, el chamamé y el chijete) no le quedaba más resto que esa entrevisión. Sí, era una fórmula meditable."Obra que describe los entresijos internos de Horacio Oliveira y su inconformidad constante consigo mismo y con el mundo que lo rodea. En un transitar que transcurre entre París y Buenos Aires, Oliveira intenta encontrar "algo" en su vida, un pretendido "cielo" al cual llegar, asumiendo la creencia que encontrará ese camino a través de interminables y cansinas discusiones intelectuales, filosóficas y metafísicas con un grupo de amigos en París, olvidándose de la empatía, los sentimientos y el amor, desdeñando a su vez la compañía de la Maga, una mujer melancólica, trágica, con la cual intenta compaginar su vida, sin éxito. El regreso de Horacio a Buenos Aires solo intensificará su propia "locura", no solo por su separación de la Maga, sino por la enajenación progresiva de sí mismo: la vida como un circo, con un diminuto orificio de escape en lo alto, como una tabla bamboleante en el aire pronta a romperse, o esa ventana de un cuarto de manicomio para saltar hacia una infantil rayuela con casillas que encierran significados desconocidos. La mezcla de visiones extravagantes de Horacio, su intento de "vivir otra vida sin apartarse de esta", refleja un particular fracaso individual en aras de un ideal que solo desemboca en un desorden y una angustia existencial que escapa de los dominios del simple lenguaje y de los sentidos más comunes. Es "el lado de allá" y el "lado de acá", junto con "otros lados" (que son las divisiones del libro), confrontados de manera descarnada, a través de una estructura narrativa que por momentos es desconcertante en muchos pasajes, achacables en gran parte a las propuestas iniciales de Cortázar para abordar su lectura.Propuesta literaria innovadora, arriesgada, poco complaciente, retadora de los convencionalismos, que supuso la consolidación del autor argentino, sacudiéndose un poco la etiqueta de "solo un gran cuentista".

Autor del comentario: TITUMARCO
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