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Cuando quiere nuestra atención, la memoria suele apelar a la distorsión o al engaño. Después de leer el último cuento, el que le da el título al libro, me quedo sin palabras, extasiado pero exhausto, como si las palabras de Vásquez me hubieran arrancado algo, un no sé qué que me deja realmente afectado por lo leído.JGV logra hilar una cantidad impresionante de sucesos históricos, visitas periodísticas y personajes, todo girando alrededor de la violencia (en el mundo y en Colombia), y lo hace con una naturalidad que impacta fuerte.Destaco mucho también Mujer en la orilla, en el que siento que la maestría está en el manejo de lo que no se dice, en las elecciones conscientes del autor por ocultarle información al lector. Es uno de esos cuentos que funciona en grandes medidas cuando el lector participa de forma activa en el planteamiento investigativo de las cosas, cuando el lector siente la necesidad de descubrir y de saber qué hay detrás de estos personajes y sus detalles.Entre mis favoritos también está Las ranas, un cuento en el que el autor va y viene entre dos momentos en el tiempo (como en la mayoría de los relatos de este libro) de una forma impecable, desentrañando los secretos que se esconden en el pasado de los personajes y en las mentiras que estos se dijeron por años a sí mismos.También me gustaron Los muchachos y Las malas noticias.