Diálogo de la lengua (compuesto hacia 1535, y editado como obra anónima en 1737 por Gregorio Mayans y Siscar y atribuido durante un tiempo a su hermano Alfonso), se sitúa dentro de la corriente renacentista que pretendÃa dignificar las lenguas vulgares o nacionales. El manuscrito no pretendÃa ser más que una breve guÃa práctica para orientar a sus discÃpulos italianos en el aprendizaje de la lengua castellana, pero para la historia de la lengua y la lingüÃstica españolas es un texto importante porque, por un lado, representa un valioso testimonio del estado de la lengua (en el aspecto fonético, morfológico, léxico, etc.) durante el primer tercio del siglo XVI y, por otro, supone una interesante muestra de las teorÃas lingüÃsticas de su autor. En efecto, Valdés da su opinión sobre el origen del español, que él considera latino, y sobre la lengua primitiva de España, que cree es la griega; también considera que la norma del buen hablar debe ser el uso lingüÃstico de las personas cultas, preferentemente las nacidas en el reino de Toledo (es célebre su aversión por el supuesto andalucismo de Antonio de Nebrija). En cuestiones ortográficas, Valdés sigue un criterio fonetista, aunque a veces no de forma totalmente consecuente.