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Una brava ragazza de Joyce Carol Oates

de Joyce Carol Oates - Género: Italian
libro gratis Una brava ragazza

Sinopsis

La sedicenne Katya Spivar e il sessantottenne Marcus Kidder si trovano contemporaneamente in una località balneare sulla costa del New Jersey. Katya viene da una famiglia povera e corrotta e si trova lì come baby sitter. Marcus è un artista (scrittore, musicista, pittore) di New York, ricchissimo. Tra i due inizia una relazione. Inizialmente lui le chiede di posare seminuda e lei accetta per soldi; poi, però, tra i due si crea una reale intimità, sembra amore ma i soldi e lo status di Marcus fanno troppa gola a Katya. I piani vengono rovinati da Roy, un avanzo di galera, amico della madre di Katya, che vuole approfittare della relazione della ragazza per rapinare Marcus. Katya in un primo tempo si presta al gioco, ma poi abbandona il complice e torna da Marcus, facendosi perdonare e arrivando al matrimonio. Ad attendere i due sposi però c'è la zampata di una maestra della suspence come Joyce Carol Oates.


Reseñas Varias sobre este libro




En Ocean Avenue, la exclusiva calle comercial de Bayhead Harbour, una localidad residencial para gente pudiente, una atractiva joven contempla absorta las carísimas prendas expuestas en un escaparate, todas ellas fuera de su alcance, cuando detrás de ella escucha una voz cálida que le propone: “¿Y si pudieras escoger, si pudieras cumplir tu deseo?”
Que alguien aparezca de repente, como por arte de magia, y se ofrezca a cumplir tus deseos sólo puede ser el comienzo de un cuento de hadas o de una pesadilla. O de ambas cosas al mismo tiempo, si quien lo escribe es Joyce Carol Oates.
Podría ser un cuento de hadas si tenemos en cuenta que Katya, la “hermosa doncella” detenida frente al escaparate, es una chica humilde y con escasas perspectivas de futuro que procede de una familia deshecha, mientras que la voz que acaba de oír es la de Marcus Kidder, un elegante caballero de New York que veranea en Bayhead Harbour. O quizá no; después de que Katya se haya detenido frente a todos los escaparates de Ocean Avenue, el señor Kidder ha decidido abordarla junto a una lencería: parece que las intenciones del caballero, por refinados y amables que sean sus modales, son demasiado evidentes.
Cuando las cosas empiezan a pintar realmente mal es al comparar los luminosos dieciséis años de Katya y los sesenta y siete ?muy bien llevados, eso sí? del señor Kidder. Este hecho, que no parece detener al resuelto galán, sí es de gran importancia para Katya. No en vano “para los jóvenes no existen grados significativos de viejo, como no existen grados de muerto: o lo estás, o no lo estás; o eres viejo, o no lo eres.”

Con lo dicho hasta ahora de Una hermosa doncella es más que suficiente para hacerse una idea acerca de su argumento, ¿no? Pues nada de eso, esta perversa fábula no es en absoluto lo que parece. Por ejemplo, de entrada, todos consideraríamos que el señor Kidder es un “viejo verde” que desea aprovecharse de la inocente Katya. Y sí, él es un pervertido que quiere aprovecharse de la muchacha, pero ella no es tan inocente: esta Caperucita quiere algo del lobo. Y sabe cómo conseguirlo.
Tampoco las intenciones del señor Kidder son tan previsibles: además de los deseos más obvios y primarios, su corazón alberga otros planes muy distintos para su “hermosa doncella”.
Alrededor de estos personajes tan deliciosamente ambiguos, Joyce Carol Oates construye una subyugante fábula moderna, sensual y provocadora, como sólo ella sabe. Una sorprendente historia capaz de pasar de la ternura a la violencia más extremas, porque “cuando alguien es amable contigo, te sientes más vulnerable que nunca.”
Los dos personajes protagonistas comienzan un juego complejo y morboso impulsados por sus anhelos más bajos al mismo tiempo que por los más elevados; un juego en el que, aunque las reglas parecen estar claras desde el principio de la partida ?desde el principio de los tiempos?, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el objetivo: no es ningún secreto que el mundo se mueve persiguiendo el dinero, el sexo o el poder, pero no es menos cierto que todos necesitamos que nos quieran y nos necesiten.
Y ella sintió el anhelo de que la besaran, de que la abrazaran y la besaran, la amaran, la protegieran. Porque no existe miedo más primitivo que el miedo a que no nos amen y no nos protejan. El slap-slap-slap de las olas era hipnótico, y, sin embargo, lo cierto es que el océano es un lugar duro e inhumano, y al adentrarse en las olas puede romper de pronto una que nos derribe, nos revuelque, nos arroje, nos llene la boca de agua salada y arena; en unos segundos, una puede ahogarse si no la quieren y no la protegen.

Como en la Balada de Barbara Allen, la hermosa canción tradicional con cuyos versos se inicia el relato, no es fácil determinar quién se aprovecha de quien, quién necesita a quién. Al final, para bien o para mal, lo único indiscutible es que los destinos de los protagonistas están enlazados.
Ballad of Barbara Allen – Joan Baez

No sólo los dos protagonistas, todos los personajes de Una hermosa doncella buscan, constante y desesperadamente, algo en los demás, todos quieren algo de todos los que les rodean. ¿Queda espacio en esta sociedad de depredadores para un sentimiento puro? ¿Y qué precio hay que pagar por ello? Puede que uno demasiado alto, pero también es posible que, a pesar de todo, incluso sabiéndolo, estemos dispuestos a pagarlo para que nuestros deseos se hagan realidad.
29 s Vivian2,867 458

Oh my. This is complicated.

A story of arrangements, of all sorts between people of varying levels of importance. How power and influence is used and abused in relationships. How people are able to commit gracious acts and terrible impositions. Choices: if you fail to decide, then you still live with what someone else has chosen. Rapacious selfishness and the wave of destruction it causes right alongside beatific kindness.

Transactional relationships and how complicated they are, as Katya finds out one fateful summer.

Song to be listened to while reading this: Woman in Chains by Tears for Fears2019-odyssey literary-fiction30 s Come Musica1,724 470

"Un inizio innocente. Quando Katya Spivak aveva sedici anni e Marcus Kidder sessantotto."

Poche parole danno avvio al romanzo e già da subito si coglie che quell'inizio e questa storia sarà tutto fuorché innocente.

Siamo nel New Jersey, è estate, e Katya si guadagna da vivere facendo la babysitter. Si ferma davanti a una vetrina di intimo e la voce di un uomo alle sue spalle la fa sussultare: "E tu cosa sceglieresti, dovendo esprimere un desiderio?"

Sin dalle prime battute, Joyce Carol Oates, inizia a risucchiare il lettore nel vortice di questa storia, dalle tinte forti, peccaminosa, disturbante, che si legge tutta d'un fiato.

Per tutto il romanzo, la voce narrante è priva di alcun giudizio e fa quello che le compete: narrare gli eventi, appunto.

Marcus Kidder, superate le incertezze iniziali legate al primo incontro, comincia subito dopo a tessere la tela nella quale è certo che la ragazzina prima o poi sarebbe caduta: "Com'eri furiosa, mia adorata! Eppure sapevi che non volevo ferirti. E sapevi, così come lo sapevo io, che saresti tornata."

Nonostante la sua giovane età, Katya è manipolatrice e prova gusto a sentirsi desiderata da Marcus Kidder, abbagliata anche dallo sfarzo in cui egli vive: il suo desiderio di riscatto dalla vita piena di disagi in cui vive, la spingono a non tirarsi indietro.

La riconoscenza verso Marcus, il desiderio di rivalsa sulla propria famiglia di origine e il risentimento verso la madre, saranno i tre lembi dell'elastico a cui è legata la sua esistenza. E sebbene per certi versi questa ragazzina mi abbia irritata in più punti, per altri, quando ha tirato giù la maschera, mostrando le proprie fragilità, mi ha intenerita e mi è venuto solo voglia di abbracciarla: in fondo non è colpa sua se è così; è solo una cucciola affamata di amore che le è stato negato durante l'infanzia.

La tensione emotiva cresce, Katya scopre alcune verità sulla sua famiglia di origine che le erano state sempre nascoste; lo stesso Marcus Kidder alla fine si rivela a lei: “Ma certo che ti amo, Katya. E continuo ad amarti, nonostante adesso ti conosca meglio. Come ti ho detto più volte, tu e io siamo anime gemelle, e questo non cambierà mai. A essere sincero, non prevedevo di rivelarmi così presto con te. Prima che il nostro vincolo di intimità si rafforzasse. Ma ho deciso che non voglio più aspettare. Come vedi, non sono esattamente la persona che pensavi.”


Che romanzo!!! In più punti mi ha ricordato Lolita di Nabokov.
Disturbante, perturbante e bellissimo!
Che scrittrice
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