La rivalidad sanguinaria entre César y Catón en el crepúsculo de la república romana.
El 3 de diciembre del 63 a.C. se produjo un debate en el senado de Roma para decidir el castigo para los cinco arrestados por su implicación directa en la conjura de Catilina. Gayo Julio César y Marco Porcio Catón defendieron puntos de vista antagónicos: mientras César defendÃa el derecho de cualquier ciudadano a no ser ejecutado sin un juicio; Catón exigÃa la inmediata ejecución de los cinco detenidos para evitar males mayores. A pesar de que Catón era un recién llegado al senado y cinco años más joven que César, después de su intervención los senadores rompieron a aplaudir y la moción de Catón quedó aprobada por una mayorÃa abrumadora. La propuesta de César habÃa sido aplastada. Esta discusión serÃa el inicio de una rivalidad mortal entre ambos que se alargarÃa durante diecisiete años.
Durante siglos, muchos han argumentado que la caÃda de la República Romana tuvo sus raÃces en la corrosión institucional. Pero igual de destructivas fueron las pequeñas rivalidades individuales, y no hubo dos hombres más encarnizados en un combate polÃtico que César y Catón. En esta original biografÃa dual, Josiah Osgood, una de las figuras más destacadas de la historiografÃa romana, yuxtapone las vidas y las ideas de estos dos polÃticos que culminaron con la muerte de César y el fin de la República. Aunque procedÃan de entornos similares y compartÃan un fuerte compromiso polÃtico, sus diferencias ideológicas se arraigaron en la enemistad y el miedo mutuo y, a pesar de su devoción compartida por la República, la empujaron a la guerra civil. Su odio mutuo destruyó el mundo que amaban.