El inspector Marcos López Sanglorio, “Marquitos” para los amigos, “Sanglorio” para los colegas y “López” cuando busca un discreto anonimato, se ocupa de los homicidios más cutres de su demarcación. De joven fantaseó con la eficacia del Derecho y se hizo abogado, pero pronto descubrió que el mal nace en las calles y que es allà donde hay que cortarlo de raÃz, antes de que medre en los despachos. Es el inspector más viejo de su comisarÃa. Luchar contra el crimen no deja tiempo para trepar por el escalafón, pero es lo que le gusta. Sabe que difÃcilmente llegará a comisario, pero no le importa. Inopinadamente, un virus con pinchos destroza el orden natural de las cosas, pero el crimen no entiende de confinamientos. El hallazgo de unos esqueletos en un antiguo búnker de la Guerra Civil despierta en la memoria de Marcos vÃvidos recuerdos de su adolescencia, solitaria pero no vacÃa. En un Madrid fantasmagórico deberá esclarecer el asesinato de un primer amor inconfeso pero ardiente. Ni el virus ni los manejos de oscuras tramas policiales podrán impedÃrselo. El precio será alto, ¿será suficiente la recompensa?