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Tras conseguir que el padre de Karmele no sea desahuciado de su casa, a Markel Zugasti se le encarga una nueva tarea que no tiene nada que ver con los casos que normalmente lleva. Y es que Markel es un abogado de éxito de Bilbao, hijo y nieto de abogados, la vida siempre le ha sido muy fácil. Guapo, caradura, sin moral y sin escrúpulos, Markel trabaja por dinero y, por ello, se dedica más a asuntos mercantiles y económicos. El penal, sin duda, no es lo suyo. Y, sin embargo, cuando Karmele le pide que se encargue de defender a su padre -que ha sido acusado de asesinato- Markel no lo duda. Karmele es una amiga de sus veraneos de la infancia, una mujer de bandera que siempre se le ha resistido y piensa que, de esta manera, quizás pueda acercarse a ella. Nunca ha llevado un caso así pero es que parece realmente fácil: a pesar de que el padre de Karmele era un hombre bonachón que nunca ha hecho daño a una mosca en su vida, ha confesado haber matado a un hombre. Y todas las pruebas corroboran su confesión así que en realidad se trata tan sólo de conseguir el mejor juicio posible.Pero, obviamente, las cosas pueden complicarse mucho. Y se complicarán. En lo profesional y en lo personal. Y Markel no sólo tendrá que hacer de abogado sino también de improvisado detective Por decirlo en una sola frase: he disfrutado como una enana leyendo este libro. Ya conocía a Abasolo en sus dos facetas: como escritor de novela policíaca (en la serie protagonizada por Goiko de la que ya se han publicado varias entregas) y como escritor con una chispa y un sentido del humor tremendo (en Una del oeste). Pero la combinación de ambas me ha gustado tantísimo que no dudo en confesar que ésta es la novela que más me ha gustado del autor. Me ha parecido fresca y diferente, bien llevada en lo policial y divertídisima en cuanto al estilo con el que está escritaEl caso policial es de lo más interesante y está muy bien llevado. Lo que al principio parece ser un asunto sin complicaciones, acaba cogiendo unos derroteros que me han sorprendido. La trama no tiene ninguna fisura; al contrario, está perfectamente estructurada y adecuadamente cerrada. He disfrutado mucho leyéndolaPero lo que verdaderamente me ha hecho disfrutar muchísimo con la lectura es el estilo tan fresco y divertido del que hace gala en esta ocasión Abasolo. Sin dejar de ser una novela de intriga o de misterio, tiene una chispa y un sentido del humor tremendo. Y hay ocasiones en las que me ha sacado una sonrisa.En gran parte debido al protagonista, Markel Zugasti. Cada vez me gustan más estos protagonistas bordes y malencarados, egoístas y mala gente. Vamos, esos a los que no me acercaría ni loca en la vida real pero que literariamente dan un juego tremendo. A Markel no hay por donde cogerlo, es de esos que te caen mal inmediatamente peeroooo?, al final acabas cogiéndole el gusto. Y, bueno, resulta que igual en el fondo -,muy en el fondo- hasta el malvado Markel tiene su corazoncito?Es muy buena la relación que se entabla entre Markel y Karmele. Una lucha entre dos fuerzas de la naturaleza en las que habrá que ver quién de los dos maneja a quién. Conclusión finalCon una prosa directa, sencilla pero cuidada, con un ritmo constante y una trama que se hace cada vez más compleja, con una pareja protagonista que da gusto verla, Asesinos inocentes es una novela hecha para el disfrute lector que no dudo en recomendar. Enlace: http://librosquehayqueleer-l..