Probablemente su ceguera permitió a Borges reescribir mentalmente cada línea, cada signo de puntuación, cada palabra de sus versos. Por eso no se encuentran ripios en ellos y algunos pueden calificarse sencillamente de perfectos. Vayan como ejemplo los últimos seis versos del soneto "Nubes (II)":"¿Qué son las nubes? ¿Una arquitecturadel azar? Quizás Dios las necesitapara la ejecución de Su infinitaobra y son hilos de la trama oscura.Quizá la nube sea no menos vanaque el hombre que la mira en la mañana"

Autor del comentario: BRUSSELL
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"Escribir un poema es ensayar una magia menor", escribe Borges en el prólogo. En este libro, la sentencia se cumple con creces.Cada composición es "un ensayo de magia menor" que coloca al lector en un estado de deliciosa suspensión, incapaz de dar vuelta la próxima página. Los sueños se desatan.De los que leí hasta ahora, el mejor libro de poesía del maestro.Es perfecto.

Autor del comentario: BIRRICO
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Buenísimo, la verdad que me sigue sorprendiendo.

Autor del comentario: REAPER.-
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Que Borges me perdone, pero debo confesar que, con este libro de poemas, doy por finalizada la gran lucidez artística de Borges. Después de quedarse ciego perdió su gran creatividad, y esta recopilación de poemas es un reflejo de ello; no hay un solo poema que no se repita en el anterior o en los poemas de libros de poemas anteriores: siempre las mismas preocupaciones (Shakespeare, Cartago, la "cisterna", Caín y Abel, el cosmos, los ríos, el tiempo, el polvo, etc.). No hay en este libro nada nuevo.

Autor del comentario: JUAN MELE
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