Borges habla de temas con los cuales habÃa consustanciado el tiempo. El primero, el libro, el segundo, la inmortalidad, el tercero, Swedenborg, el visionario que escribió que los muertos eligen el infierno o el cielo, por libre decisión de su voluntad. El cuarto, el cuento policial y el quinto, el tiempo.
«Tenemos muchos anhelos, entre ellos el de la vida, el de ser para siempre, pero también el de cesar, además del temor y su reverso: la esperanza. Todas esas cosas pueden cumplirse sin inmortalidad personal, no precisamos de ella. Yo, personalmente, no la deseo y la temo; para mà serÃa espantoso saber que voy a continuar, serÃa espantoso pensar que voy a seguir siendo Borges. Estoy harto de mà mismo, de mi nombre y de mi fama y quiero liberarme de todo eso».