Sinopsis

REVISIÓN EDITORIAL: Aisha es aun una niña de 9 años cuando su padre la casa con Mohammed, el profeta. Ella es muy joven pero ya sabe que quiere casarse con quien ha sido su eterno enamorado y compañero de juegos desde la infancia, Sufwan. Sin embargo, Aisha debe acatar la imposicion de su padre, y a los 12 años se marcha a casa de su marido. La vida en el haren con las demas mujeres de Mohammed es dificil, pues la recien llegada tiene que hacerse un lugar. Celos y rencores, complicaciones tipicas de la vida entre mujeres, pero tambien solidaridad y alianzas. Pronto Aisha deja ver su conciencia de pertenecer al grupo al defender a una de las mujeres de Mohammed de un atacante que encuentra en el mercado. Poco a poco va tomando forma su papel dentro del haren, pero el matrimonio no ha sido consumado y por ello sufre el desprecio de las demas mujeres. Y nunca se vuelve del todo indiferente a los avances de Sufwan, su amor de infancia, que se muestra siempre listo a escapar con ella. Mohammed, entre tanto, va forjando alianzas y expandiendo su esfera de influencia. Tras una batalla contra un grupo que reniega de Ala, el profeta es herido y parece muerto; el llanto desesperado de Aisha y sus plegarias parecen traerlo de nuevo a la vida, y es entonces cuando la joven comprende el sentimiento que la une a su marido. Aun asi, el continua ignorandola hasta que un dia ella escapa con Sufwan: al regresar a su casa es repudiada por sus padres, pero ella explica los motivos que la han llevado a tomar esa decision; finalmente Mohammed la perdona y se da cuenta de que ella ya no es una niña, descubrimiento que celebran con una apasionada noche de amor. En adelante, a pesar de la llegada de Maryam, una nueva esposa, y de los celos que este evento despierta en Aisha, ella se convierte en la aliada principal del profeta en su cruzada por la religion. Tras un embarazo fallido de Aisha y la muerte del hijo que le ha dado Maryam, Mohammed cae enfermo de gravedad. En su lecho de muerte hace entrega solemne de su espada a Aisha, ahora adulta, quien comprende la responsabilidad que esto supone: ella debe continuar con la jihad que su marido y compañero ha emprendido.