Diez años atrás, Kate Mc
Kinnon cambió su trabajo en el Departamento de PolicÃa de Nueva York por un doctorado en Historia del Arte, abandonó su apartamento de Queens y se instaló en un piso con vistas a Central Park, y pasó de tratar con homicidas a codearse con el cÃrculo artÃstico neoyorquino. Sin embargo, el hecho de que una serie de asesinatos se cebe en la comunidad artÃstica despierta su instinto policial. Kate se enfrenta a un perverso e inteligente asesino, al que apodan el “artista de la muerte” dada su morbosa obsesión por reproducir cuadros de pintores ilustres en los cuerpos de las vÃctimas.