Como todo lo que escribe el autor, una historia surrealista, con una gran dosis de imaginación.Una locura extravagante, cuyo argumento puede resultar incluso inconexo, pero está muy bien escrita y es divertida. Desde luego, no es un libro que deje indiferente. Dicho esto, no puedo decir que me haya gustado de verdad. El final me dejó fría.

Autor del comentario: AAFF
=================================

Extravagante y confusa, El museo del perro, es una novela de lo más absurda y aburrida que puedas leer. Pero, en este caso su absurdez es su principal baza. Ya que, te atrapa rápidamente y no puedes dejarla hasta acabarEste es el tercer ¿libro? que leo de Jonathan Carroll, autor de “esto”, ya que no se si puedo (o quiero) siquiera clarificarlo. Sin embargo, Carroll no resulta un mal escritor, aunque las tramas de sus libros le jueguen una mala pasada. Su estilo es bastante sencillo y funcional. Cuenta con una prosa dinámica, un lenguaje simple sin florituras ni adornos innecesarios, unas descripciones pasables y unos personajes que cumplen plenamente su función, si ésta es irritar profundamente al lector. De ellos el protagonista, Harry Radcliffe se lleva la palma. Y es que este “genio” de la arquitectura pedante y narcisista es demasiado para cualquier persona medianamente normal. El museo del perro narra una historia… ¿curiosa? ¿Diferente? ¿Rara? Ni siquiera yo podría decir que tipo de historia es. Pero, y realizando un burdo resumen, empezaremos diciendo que seguimos a Harry Radcliffe, un arquitecto de prestigio internacional, que tras una crisis personal, decide construir un museo del perro para el Sultán de Saru, un pequeño país de Oriente Medio. A partir de ahí, Harry se embarca en un delirante viaje para intentar finalizar el proyecto, tras un sinfín de peripecias a cual más confusa que la anterior. Y, aunque la trama pueda sonar atractiva, no os dejéis engañar. Toda la historia resulta pesada y tan disparatada que es inevitable sentirse confuso y desorientado. Para empezar por lo menos en las primeras 100 páginas, Harry nos describe su vida anterior y su locura, que un gurú profesional le ayuda a resolver. Y luego aparecen los diversos giros argumentales que mezclan reflexiones filosóficas con divagaciones de índole religiosa que no hay por donde coger, todo ello aderezado con detalles, más o menos morbosos, de la vida personal de este sujeto, que sale con dos mujeres a la vez, y una ración extra de magia porque sí. Después de todos estos elementos, uno podría pensar que la mezcla final sería maravillosa, pero es justamente lo contrario. Y eso se ejemplifica perfectamente con el final, abierto, abrupto y estúpidamente incompleto. En suma, El museo del perro es un bodrio de gran categoría y el peor libro que leído (hasta el momento) de Jonathan Carroll. No solo es una pérdida de tiempo, si no que todo resulta tan incoherente que llega a enfadarte por momentos. Y si, Carroll será un escritor que le guste a colegas suyos de la talla de Stephen King o Neil Gaiman. Pero, como dije en alguna crítica anterior, ser alabado por grandes autores no te hace escribir mejor. Aunque si te da más publicidad que te permite “engañar” a las editoriales y al público para sacar cosas como esta.

Autor del comentario: REAH_29
=================================