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El enigma de la habitación 622 de Joël Dicker

de Joël Dicker - Género: Intriga
libro gratis El enigma de la habitación 622

Sinopsis

Una noche de diciembre, un cadáver yace en el suelo de la habitación 622 del Palace de Verbier, un hotel de lujo en los Alpes suizos. La investigación policial no llegará nunca a término y el paso del tiempo hará que muchos olviden lo sucedido. Años más tarde, el escritor Joël Dicker llega a ese mismo hotel para recuperarse de una ruptura sentimental.

No se imagina que terminará investigando el viejo crimen, y no lo hará solo: Scarlett, la bella huésped y aspirante a novelista de la habitación contigua, lo acompañará en la búsqueda mientras intenta aprender también las claves para escribir un buen libro.

¿Qué sucedió aquella noche en el Palace de Verbier? Es la gran pregunta de este thriller diabólico, construido con la precisión de un reloj suizo. Joël Dicker nos lleva finalmente a su país natal para narrarnos una investigación policial en la que se mezclan un triángulo amoroso, juegos de poder, traiciones y envidias en una Suiza no tan tranquila, donde la verdad es muy distinta a todo lo que hayamos imaginado.


He terminado la novela y no he podido resistir la tentación de releer determinados episodios. En realidad empecé de nuevo por el Prólogo pero comprendí que, si me dejaba llevar, podría llegar de nuevo hasta el final. Probablemente lo haga, pero en otro momento; es un gozo, sabiendo lo que sabemos al terminar, leer todos los sucesos que presentaban un enigma, o no, y descubrir la grandeza de la trama y la ironía de los diálogos que aunque se manifestaba en la primera lectura, en la segunda aparece como toda una declaración de intenciones.En principio, El enigma de la habitación 622 parece contener un argumento simple, el editor de Joël Dicker, Bernard de Fallois, fallece a los 91 años; la pena del escritor se agranda por una pelea que tiene con su novia Sloane, lo que provoca que él vaya a pasar unos días de descanso a un hotel de los Alpes suizos, el Palace de Verbier. Cuando lo hospedan en la habitación 623 se da cuenta de que no existe la 622. Scarlett Leonas, que conoce de oídas a Dicker, también está hospedada en esa planta y deciden investigar un asesinato que ocurrió tiempo atrás en la habitación fantasma.Nada es lo que parece. No hay simplicidad en el argumento que se va expandiendo como una tela de araña para acoger a cuatro, cinco tramas diferentes, o más. En el fondo El enigma de la habitación 622 es un homenaje al editor Bernard de Fallois, todo gira en torno a él, no solo el capítulo 20; la erudición de la que hacía gala este editor aparece en el personaje de Lev Levovitch, la pasión por los payasos se deja intuir en el personaje, casi infantil, Macaire Ebezner, la pasión por Proust se encuentra en el simbolismo que suponen personajes como Tarnogol y, por supuesto, en las digresiones de la novela, portadoras de la memoria involuntaria, que nos llevan al convencimiento del poder que el paso del tiempo ejerce sobre las personas; precisamente esta marcha inevitable consigue que entendamos a los demás desde una perspectiva diferente. Asimismo de Fallois era, según nos enteramos en la novela, un apasionado del cine «Le hablé de lo erudito que era. le hablé de su pasión por los payasos. le hablé de su pasión por el cine. le hablé de su pasión por Proust». Y, por supuesto, El enigma de la habitación 622 aparece como una extraordinaria película del mago del suspense, Alfred Hitchcock.Así pues, este argumento simple del que hablábamos va creando uno de los mayores suspenses posibles a base de recursos narrativos que se reformulan en visuales, porque Joël Dicker tiene la capacidad de expresarse por medio de imágenes que se subordinan al impacto dramático, con lo que construye el suspense, de hecho, toda la novela es un espectáculo dirigido a un público entregado desde la primera página.Sagamore no entendía nada [?] Puede marcharse. ¿De verdad? Dijo Macaire, extrañado, al tiempo que se ponía de pie. ?He hablado por teléfono con la pareja de jubilados a la que asesinó salvajemente. Están muy bien de salud. le mandan recuerdos, por cierto. [?] Hasta que de pronto, se le iluminó la mente. Se quedó de una pieza. Acababa de entenderlo todo.La incertidumbre, de personajes y lectores, es constante. Recibimos la información poco a poco, pero de forma constante. La tensión viene de lugares insospechados, y de personajes más insospechados aún, que además aportan pistas falsas falsamente evidentes, de forma que siempre vamos a sospechar de quien no es culpable; no sabemos si está jugando o no con nosotros. Ningún personaje es lo que parece. Da igual que sea principal o secundario, protagonista o antagonista. A veces nos encontramos con alguno anecdótico que despierta las sospechas de otro personaje principal, creando en el lector una sensación de indefensión tal que termina sospechando de todos. La focalización cambia constantemente para que solo veamos a través de los ojos que le interesan al autor, dando como resultado que quedemos contagiados de las preocupaciones de un personaje determinado. A veces, cuando creemos que el problema está solucionado y la historia avanzará sin sorpresas, aparece un hecho fortuito (una intoxicación en masa, otro personaje inesperado, unas instrucciones desconocidas...) que arruina el hilo argumental y da la vuelta a la historia, tantas veces como quiera Dicker, con lo que impide que algunos personajes lleven a cabo sus objetivos, Odiaba cenar sola. Odiaba estar sola. Sacó el teléfono del bolso y estuvo un buen rato sin llamar a Lev. [?] ?¿Cómo se encuentra? Bien, Alfred contestó Anastasia, turbada. Se subió al asiento de atrás sin pararse a pensarlo [?] le preguntó ¿Cómo se las apaña Lev?Los momentos de tensión se acentúan, paradójicamente, con secuencias de contraste humorístico (que resultan hilarantes al releer la novela). El registro ligero utilizado puede introducir detalles irónicos que intensifican los momentos cruciales. El suspense de este mago de la literatura no consiste en que aparezca en el lector alguna pregunta de vez en cuando, sino en la cantidad de información que este recibe, tanta que es necesario, a veces, parar de leer para que las acciones tomen forma en nuestra mente, para ordenar épocas, lugares, personajes. Sabemos de antemano que hay un asesinato, que hay una intoxicación, que hay una pérdida de acciones, pero no conocemos el porqué.Los diferentes puntos de vista aportan intriga. Dicker no duda en subvertir el orden cronológico, en intercalar datos en un relato que percibiremos como incoherencias, capaces de contener la propia incoherencia del espíritu humano, la indisciplina mental de algunos personajes que por falta de decisión, como Anastasia, se ven abocados al sufrimiento, o el pensamiento turbio de otros que por ineptitud, como Macaire, se ven consagrados a la envidia.Una de las técnicas utilizadas, con un resultado sorprendente, es investigar el asesinato sustituyendo lo observado por lo oído, de manera que la ironía queda renovada con la parodia en más de una ocasión y la descripción de algunos personajes, como Tarnogol o Kazan, se ve reemplazada por el simbolismo.Otra técnica interesante es dejar pistas para que el lector avezado las asocie con satisfacción, hasta que al pasar la página se derrumban sus conclusiones.Las expresiones son a veces casi infantiles, esto ayuda a relajar al lector y consigue que luego permanezca en su mente la situación inesperada, los gestos de los personajes que se agolpan como si los viese en una película.Contrasta la localización espaciotemporal tan exacta en algunos momentos «A, principios de verano de 2018, cuando acudí al Palace de Verbier», ante la indefinición de otros sucesos. No sabemos el año del asesinato, sí el día, incluso la hora. Esta técnica acrecienta el suspense, como también lo hace el intercalar historias que podrían funcionar por separado:Empezamos con la historia de amor, actual, entre Joel y Sloane. Historia que termina el 22 de junio para dar paso a otra el 23. Una trama que Joel lleva a cabo con Scarlett, otra huésped del hotel Palace de Verbier. Entre los dos investigan un asesinato que ocurrió allí, mientras van detallando el proceso de la escritura.De la historia del asesinato se deriva la trama ocurrida en el Banco Ebezner, donde aparece el análisis crítico de una sociedad moderna. Las intrigas de banqueros y altos cargos, la falta de escrúpulos para conseguir cualquier deseo. de aquí deriva el matrimonio entre Anastasia y Macaire Ebezner, pero este realismo social se diluye en la novela romántica protagonizada por Lev Levovitch y Anastasia, capaces de crear una fantasía en la que vivir y donde quedan retratados sus sentimientos más profundos. El realismo psicológico se expone también en los personajes que interactúan con ellos. La ambición de Olga y la presión que ejerce sobre sus hijas para que asciendan en la sociedad a costa de lo que sea, contrasta con la presión que Sol ejerce sobre su hijo para que se mantenga en sus raíces.También por separado podría funcionar la vida de Levovitch, su infancia, su relación con su padre, sus acercamientos al Banco Ebezner hasta desembocar en el triángulo de intrigas, celos y amor que protagoniza junto a Macaire y Anastasia.En un giro inesperado estas historias toman cuerpo, a través de la metaliteratura, en una trama nueva en la que Joël Dicker, como hiciera Unamuno con su nivola, habla con sus personajes para quedar todos integrados en El enigma de la habitación 622. Magistral.Entre los recursos de estilo predomina el humor, desde la exposición de engaños casi infantiles hasta la mezcla de recuerdos con la realidad «lo vio encima de ella, besándola, susurrándole: ¿Un poquito más de zumo de naranja, señorita? Ay, no, vaya, eso lo decía Arma, que venía a molestar».Las situaciones pueden dar un vuelco tras un diálogo intrascendente, consiguiendo dejar más intrigado al lector. Otras veces la intriga viene del propio narrador que pregunta de forma retórica para contestar humorísticamente él mismo «Deseaba ver a la dueña de ese carmín y abrazarla muy fuerte. ¿Dónde estaba? Estaba en el armario empotrado, allí mismo?».Además del humor y referencias metaliterarias, encontramos asociaciones con otro tipo de literatura en las alusiones al cuento de la lechera «La policía iría volando a trincarlo [?] Igual hasta le cargaban el asesinato [?] Levovitch con una cadena perpetua y Anastasia, ahora sola, arrastrándose de vuelta», o a la tragedia de Otelho «el pañuelo bordado con el nombre de Sinior Tarnogol, que Macaire le robó aquella noche». Y si esto no es suficiente, a veces los personajes escenifican lo que dice el narrador, de manera que ambas voces interactúan aportando un tinte dramático a la novela hasta conseguir que el lector se sienta como ante una pantalla por la que van pasando estos personajes «Anastasia llegó al Palace [?] Llamó a las puertas pero ninguna se abrió. Gritó desesperadamente ¡Lev! ¡Lev! pero solo le respondió el silencio».El recuerdo de Bernard, su pasión por el cine, se trasluce incluso en el nombre de los personajes. El chófer de Levovitch es Alfred. Lev es el Conde Romanov que además está enamorado de Anastasia (hija superviviente de la matanza perpetrada contra la familia real rusa en 1918, llevado a la gran pantalla en varias ocasiones). El psicoanalista Kazan nos recuerda, irónicamente, al director de películas de calado social que reflejó la crisis de identidad en El compromiso.Y, por supuesto, como Hitchcock venía haciendo en sus películas para desviar la atención y quitar tensión al suspense, también Joël Dicker tiene algún cameo en la novela.De repente, interrumpo mi novela. Solo en mi habitación, en el sosiego de la noche, pienso en Ginebra [?] Que acogió a los míos y nos dio una patriaY, por supuesto, como ocurría con Hitchcock, esto no hace sino que leamos con más interés porque queremos saber más hasta que, por fin, llegamos a la última página, respiramos y no podemos dejar de rendir un homenaje tremendo a este monstruo de la narrativa, a este nuevo Fénix de los ingenios. Y volvemos atrás, y releemos, y disfrutamos casi tanto como tuvo que hacerlo Dicker mientras escribía la novela. Creo que el homenaje a Fallois está presente en cada línea. Si el editor pudiera leerla estaría orgulloso no solo del autor sino de él mismo, porque creyó en Dicker desde el primer momento. Enlace: https://elblogaurisecular.bl..
Conocí a Jöel Dicker por su novela La verdad sobre el caso Harry Quebert y desde entonces lo sigo. Es un escritor, cuyo trabajo se caracteriza por el misterio, por el thriller, se le da realmente bien. El enigma de la habitación 622 es un thriller, pero además es otras muchas cosas. Vayamos por partes. Todo comienza con un escritor, que casualmente se llama Jöel. Entre él y Scarlett, una chica a la que conoce recientemente en un hotel, se disponen a investigar por qué en ese hotel hay una habitación 621 y una 623, faltando la 622. Ese enigma es el que intentan desentrañar. El enigma de la habitación 622 tiene varias líneas temporales. La actualidad, donde Jöel y Scarlett investigan qué pasó en un tiempo atrás, donde en la habitación 622 hubo un asesinato. Ese otro tiempo es la siguiente línea temporal, un tiempo indeterminado en el que nunca se especifica qué año es. La tercera línea temporal se sitúa quince años antes del asesinato. Todo esto podría parecer enredoso pero no lo es. En todo momento sabemos quién relata y cuando. Toda la historia, desde el principio es muy misteriosa. En todos los thrillers que he leído hasta ahora, hemos sabido la identidad de la persona hayada muerta, y nuestra labor es saber quién la asesinó. Pues Jöel Dicker riza el rizo y hasta la mitad del libro no sabemos quién fue asesinado en la habitación 622. Y es una novela de más de seiscientas páginas. Claro está, que al asesino no lo descubriremos hasta las ultimísimas páginas. Hasta ahora, no he comentado que es un thriller pero es un thriller muy peculiar. Jöel Dicker se ha atrevido a salir de su zona de confort y ha creado una historia, dicho sea de paso, muy complicada, con unos toques de humor, sin olvidar nunca su base que es un thriller. Algo muy difícil de conseguir, pero que le ha quedado redondo. Respecto a los personajes, yo diría que son en sí más importantes que el propio argumento. Jöel Dicker ha sabido trabajarse en mi opinión los mejores personajes de todos sus libros. Eso sí, olvida todo lo anteriormente escrito por Dicker, porque no tiene nada que ver. Son personajes y forma de escribir totalmente distintos. El enigma de la habitación 622 es una novela coral. Hay muchos personajes. Desde el principio tomamos como protagonista principal a Macaire, conocemos cómo llegó a ser un alto directivo del banco de su padre. Pero según avanza la historia, vamos viendo que hay otro protagonista aún más principal que él. Y al final de sus más de seiscientas páginas nos damos cuenta de que hay más personajes principales, tan enredada llega a ser la trama que hay más de un protagonista principal. Y los secundarios?también son principales! La lectura de El enigma de la habitación 622 ha sido para mí como estar viendo una serie de televisión, que por cierto, ¡ojalá hagan!. A cada capítulo que acababa ya estaba deseando saber qué iba a pasar después, cómo iba a enredar más la madeja el autor. Aunque la historia está ideada en un plano temporal actual, yo la imaginaba en los años cuarenta o cincuenta, en blanco y negro, con el vestuario de aquella época. Supongo que será por la forma de narrar del autor. Para mí ha sido una gozada. Otro punto que me ha gustado mucho es que el autor, ha creado a su propio personaje, a Jöel, escritor, el mismo que va a investigar sobre el asesinato de la habitación 622. Esto le ha dado pie para rendir un homenaje a su editor Bernard de Fallois, fallecido en el año 2018. Entre líneas, Jöel le cuenta a Scarlett cómo fue su relación con él, y podremos enterarnos cómo llegaron a conocerse y varios detalles bastante sentimentales entre escritor y editor. Me ha gustado la explicación que nos da de cómo llegó La verdad sobre el caso Harry Quebert a convertirse en serie de televisión, el casting, ambientación, etc. Un precioso homenaje. Todo esto sin restar importancia a la trama principal, que es descubrir el misterio que rodea a la habitación 622. El enigma de la habitación 622 tiene un final de los de soltar el libro, ponerse en pie y aplaudir durante cinco minutos. Un final redondo. Y es que aunque Jöel Dicker ha creado una trama enredada, con muchos misterios, al final, todo queda perfectamente hilado. No podría haber quedado más perfecta. Tanto que dan ganas de volver a releer si no todo el libro, ciertos pasajes para asegurarnos que el autor no nos ha vendido gato por liebre. Aseguro que lo haré. En resumen, El enigma de la habitación 622 es un thriller poco convencional, con un misterio que te hará morderte las uñas, con unos personajes muy pero que muy peculiares, con una trama muy enredada que por más que pienses, por más elucubraciones que hagas, no podrás ni imaginar el final. Una trama con un sentido del humor que también te hará dar alguna que otra carcajada. Para mí, una novela redonda. ¡Bravo por el señor Dicker!
Tenía muchas ganas de leer la nueva novela de Joël Dicker, El enigma de la habitación 622, ya que todas sus anteriores novelas me encantaron, sobre todo La verdad sobre el caso Harry Quebert.Así que cuando empecé a leer por redes sociales opiniones tan negativas sobre El enigma de la habitación 622, me quedé un poco plof, ¿cómo podría ser? No obstante, antes de comenzar el libro hice un reset e intenté leerlo sin dejar que esas opiniones me influyeran. Y la verdad es que a mí esta novela también me ha encantado. Sé que, como se suele decir, para gustos están los colores, pero creo que aquí, lo que en muchas ocasiones ha podido ocurrir, es que se esperaba una novela siguiendo el guión de sus anteriores libros. Y lo cierto es que El enigma de la habitación 622 es muy diferente y tenemos que leerla con una idea diferente sobre la palabra thriller.¿No es El enigma de la habitación 622 un thriller? Sí, sí que lo es. Pero no un thriller al uso, como estamos acostumbrados. Es un thriller, con un toque cómico, que nos va a recordar mucho a las pelis tipo Con la muerte en los talones. Y esto quizá sea lo que en muchas ocasiones no se ha entendido, o no ha sido del gusto de todos.Para todos aquellos que quieran leer El enigma de la habitación 622, yo recomiendo que lo hagan con la mente abierta, sin conceptos ni prejuzgar, y seguro que de esa manera lo van a disfrutar de principio a fin. Con sus 619 páginas se nos va a pasar en un suspiro.Lo primero, destacar el homenaje que Joël Dicker ha realizado a a su editor, Bernard de Fallois, fallecido recientemente. Me ha parecido un gesto precioso, todo lo que cuenta sobre cómo se conocieron, cómo al principio no le quería publicar, pero también cómo después se hicieron los mejores amigos. Bernard de Fallois peleó por sacar adelante las publicaciones de Joël Dicker, e incluso la lucha que tuvo para que la serie de Harry Quebert se hiciera realidad, y de la mejor manera posible. En las páginas que encontramos dedicadas a Bernard de Fallois se nota el aprecio que se tenían mutuamente y lo importante que era Bernard de Fallois para Joël Dicker, no sólo a nivel profesional, si no también personal.Después, centrándonos en la novela propiamente dicha, tenemos el misterio del asesinato en la habitación 622 del Palace de Verbier, ocurrido hace algunos años. En este punto me ha llamado la atención que no sabemos la fecha exacta. Es decir, tenemos el tiempo presente, 2018, en el que Joël Dicker intenta huir de una ruptura y nos narra cómo llegó al Palace y conoció a Scarlett. Juntos empiezan a investigar lo ocurrido en la habitación 622 con idea de escribir un nuevo libro. En todo momento, a la época del asesinato, se refieren como años atrás, hace algunos años, nunca llegan a concretar. de igual manera, luego tenemos otro tiempo en que se narra la historia y es 15 años antes del asesinato. Así que la historia está narrada en tres tiempos diferentes: presente (2018), hace algunos años del asesinato y 15 años antes del asesinato. Lo bueno es que en todo momento se nos especifica cuando ocurre lo que estamos leyendo, de esa manera podemos ir montando la historia.Los tres tiempos se complementan con las tres historias que vamos conociendo. En la actualidad, la investigación de Joël y Scarlett y su relación, por decirlo de alguna manera. En el momento del asesinato, pues lo ocurrido en el Gran Fin de Semana del Banco Ebezner en el Palace de Verbier, con los distintos implicados: Jean-Bénédict, Lev, Macaire, Tarnogol, Anastasia, y la lucha por la presidencia del Banco Ebezner y la lucha por el amor de una mujer. 15 años antes del asesinato, conocemos a los mismos personajes, y poco a poco vamos descubriendo cómo sus acciones han influido para el momento del asesinato y cómo han marcado su vida. Así que vamos pasando poco a poco por la vida de cada personaje, hasta llegar a la actualidad, e intentando descifrar lo ocurrido.Como curiosidad diré que no sabremos quién es el asesinado en la habitación 622 hasta que llevemos bastante libro leído, creo que más o menos sobre la mitad. Así que, por primera vez, me ha pasado que estaba continuamente pensando en quién era el asesinado y no quién era el asesino. Todas las pistas que se nos iban descubriendo, según leemos las diferentes partes temporales de la historia, nos lleva a pensar en distintas opciones. Hay momentos en que pensamos que el muerto puede ser cualquiera y, una vez que lo descubrimos, pasamos a pensar que el asesino puede ser cualquiera. Me ha parecido una manera muy curiosa de jugar con nuestra mente, de esa manera vemos la historia desde dos puntos de vista diferentes: ¿a quién han matado? y ¿quién lo ha matado? El por qué queda más difuminado, ya que según vamos montando la historia, entendemos lo ocurrido. Pero lo que está claro, como en todos los buenos thrillers, es que hasta que el final no se descubre quién ha sido, y nos vamos a quedar sorprendidos.Lo siguiente que nos llama la atención de El enigma de la habitación 622 es la manera que ha tenido Joël Dicker de narrarlo. Muy diferente de sus anteriores novelas, quizá más de estar por casa, con vocabulario más coloquial, más cercano. Sé que no suele gustar, pero para el humor que conlleva la historia es necesario. Además de que es fácil y cómodo de leer, por lo que no se llega a hacer larga la novela en ningún momento.La parte humorística de la novela me ha encantado. Está claro que Joël Dicker se la ha jugado mucho dándole ese toque, pero para mí ha sido todo un acierto. El pobre Macaire, todo le pasa a él. No sale de una y ya está metido en otra. Con la presidencia del banco, que si ahora sí, que sí ahora no; como intenta engañar a Tarnogol para que le apoye y como al final le pillan y todo se le tuerce. Con los casos que le mandan de espía para la P-30. La idea con su primo Jean-Bénédict de la operación vuelco. Tenemos muchas circunstancias, así que le da más dinamismo a la historia del asesinato y que a mí me han provocado soltar más de una carcajada.Toda la trama que ha ideado alrededor del Banco Ebezner, del Palace de Verbier y de los personajes, me ha dejado muy buena sensación. Juega mucho con nuestra mente y con las pistas que nos va dando, no es fácil encajar toda la historia y que no queden flecos sueltos. Para mí, El enigma de la habitación 622 es una buena lectura, que merece la pena leer. Pero recuerda, no es un thriller cualquiera ni típico. Enlace: https://www.anikaentrelibros..
EL ENIGMA DE LA HABITACIÓN 622 Hace unos meses leí este libro. La nueva novela de Jöel Dicker que homenajea a su editor, Bernard de Fallois. En este caso, nos presenta un guion enrevesado. Por un lado, nos presenta a un escritor, el alter ego de Dicker, que se va de vacaciones a Verbier para desconectar unos días. Se aloja en un hotel donde hay una habitación que esconde un secreto. ¿Qué habrá sucedido? Por otro, nos presenta algunos de los directivos del banco suizo Ebezner, que es uno de las principales entidades financieras suizas. Anualmente, se celebra el Gran Fin de Semana donde se anuncian diferentes noticias o cambios. La localización es Verbier. En esta ocasión, la fiesta se interrumpe por la aparición de un cadáver, un misterio sin resolver. El ritmo del thriller empieza poco a poco y va creciendo, haciendo que la trama se complique y se tengan que tirar de diferentes hilos para poder averiguarlo. Una narración coral que nos permite conocer todas las intrigas que se tejen alrededor de este cadáver y el escenario. El libro me gustó mucho. Sí, que es cierto, que hay algún fragmento que se hace más lento y que a veces puede resultar un poco irreal, pero Dicker nos hace viajar por tierras suizas y nos traslada de un lugar a otro. A favor también diré que hay un triángulo amoroso, intriga, asesinatos, personajes intrigantes? la historia está narrada en diferentes líneas temporales para terminar entrelazando un tejido que tienes que ir deshaciendo poco a poco.
Tenía muchas ganas de leer la última novela de Dicker. Desde que lo descubrí con La verdad sobre el caso Harry Quebert he leído todo lo que ha ido publicando e incluso tengo en casa pendiente de lectura su primera novela Los últimos días de nuestros padres. Decidí reservármela para mis vacaciones alejada del mundo virtual, pero reconozco que la cogí con cierto recelo. No había querido leer ninguna reseña para que mis expectativas no se vieran afectadas, pero lo cierto es que sí me dio tiempo a ver algún que otro comentario que no era precisamente muy adulador.Empezaré diciendo que a mí Dicker me gusta mucho. Sé que a la mayoría de los que no les gustó la novela de Harry Quebert el resto de libros que ha ido publicando tampoco les ha convencido (que digo yo que para qué insistir entonces, a veces me da la sensación de que los haters insisten con un autor que no les gusta simplemente para poder cargarse la novela en vez de leer algo que verdaderamente les haga disfrutar...) El caso que iba con pies de plomo con este libro pero reconozco que a mí me ha gustado. Es cierto que de todos los que he leído es el que menos, pero me ha tenido bien distraída unos cuantos días.No ha sido una novela que haya devorado, es verdad, pero no se puede decir que no sea una historia entretenida con mil giros (más o menos inesperados) pero quizás lo más sorprendente ha sido encontrarme con este cambio de registro respecto a sus novelas anteriores. Ha habido momentos durante la lectura que no sabía si estaba en medio de una novela de misterio (que no novela negra) o una comedia, la verdad. Por momentos resulta algo disparada y ya sé que es una novela, ya sé que es ficción y ya sé que el autor se puede sacar de la manga la historia que le apetezca, pero es cierto que cuesta mucho, pero mucho mucho, pensar que todo lo que ocurre a lo largo de quince años en esta historia se pueda sostener en la vida real. Es difícil hablar de esto sin hacer spoilers, así que siento ser tan misteriosa, pero... mantener esa/s mentira/s tanto tiempo me parece prácticamente imposible, sin embargo gracias a eso la historia funciona y aunque sospeché algo (a la altura del capítulo 47 ya tenía clara parte de esa mentira) adivinar el resto era imposible, al menos para mí lo ha sido.La novela está protagonizada por el propio Dicker y con ella ha querido rendir un bonito homenaje a su editor Bernard de Fallois, a quien por cierto está dedicado el libro.A mi editor, amigo y maestro, Bernar de Fallois (1926-2018) Ojalá todos los escritores del mundo puedan conocer algún día a un editor tan excepcional.Durante su estancia en un lujoso hotel en los Alpes suizos, el Palace de Verbier, Dicker se aloja en la habitación 621 bis, justo entre la 621 y la 623. ¿No hay habitación 622 pregunta con curiosidad al botones que le lleva su equipaje? La respuesta que le da es que probablemente haya sido un error y Dicker quizás se hubiera contentado con esa extraña respuesta si no llega a ser por Scarlett Leonas, otra huésped del hotel que entabla conversación con él cuando lo reconoce como el Escritor y comienza a preguntarle cómo se le ocurren sus ideas para las novelas. Como ejemplo para empezar a desarrollar una historia Scarlett propone averiguar el misterio que hay tras esa habitación 621 bis y enseguida demuestra ser una gran detective. No tardará en averiguar que sí existió la habitación 622. En ella tuvo lugar un asesinato que a día de hoy sigue sin resolverse y en un intento de que los huéspedes olvidaran lo que allí ocurrió decidieron suprimir ese número.Lo que empieza como una especie de juego, les animará a investigar los sucesos ocurridos la noche del asesinato y eso llevará al lector a un continuo ir y venir en el tiempo de forma un tanto desordenada que no llega a hacer que te despistes, pero ... casi y durante esta singular investigación conoceremos a los Ebezner, una familia con larga tradición en el mundo de la banca, pasando de padres a hijos la presidencia de su propio Banco (uno de los más importantes en Ginebra), al menos así ha sido hasta la muerte de su último presidente Abel Ebezner, que en el lugar de elegir a su hijo Macaire como sucesor deja a elección del Consejo del Banco el nombramiento del nuevo Presidente.Una vez al año el Banco Ebezner celebra El Gran Fin de Semana del Banco en el Hotel Palace de Verbier donde invita a todos sus empleados. Cuando se va a cumplir un año tras la muerte de su último presidente, el Consejo decide aprovechar ese Gran Fin de Semana para anunciar el nombre del nuevo presidente, pero todo se irá al traste cuando se descubre el cadáver de uno de los asistentes en la habitación 622. Y ya no os cuento más sobre este tema porque sería de locos intentar profundizar en ello y porque así vais descubriendo poco a poco cada uno de los muchos giros de esta historia donde no hay ni un personaje que no guarde un secreto (cuando no varios) y que no tenga mil planes en mente, además todos creen tener un as en la manga hasta que ese as se esfuma con el siguiente movimiento de otro personaje, desmontando así también las sospechas que el lector va construyendo.Personalmente una de las cosas que más me ha gustado de la novela ha sido ese homenaje al editor que el autor muy hábilmente mantiene durante toda la novela cuando habla con Scarlett. A ella le va contando como conoció a Bernard, cómo a pesar de esa diferencia de edad conectaron tan bien y llegaron a ser grandes amigos, cómo le publicó su primera novela (mi eterna pendiente) y cómo fue un fracaso, pero cómo decidió publicar la segunda que resultó ser todo lo contrario, incluso cómo Harry Quebert se convirtió en una serie de televisión... pero sobre todo me ha gustado porque se el cariño y respeto que Dicker tenía y tendrá toda la vida por Bernard de Fallois traspasa las páginas.Bernard le dio sentido a mi vida. Cuidó de mí siempre. Fue mi buena estrella. Pero no se puede evitar que una estrella no sea fugaz.El enigma de la habitación 622 es un auténtico puzle. Llega un momento que tienes tantas preguntas sin contestar en la cabeza que no sabes muy bien si el autor logrará hacer encajar todo, pero sí, lo hace y aunque en algún momento, sobre todo durante algunos diálogos, me ha parecido muy flojito literariamente hablando, me lo ha pasado muy bien leyendo la novela. No puedo decir otra cosa, a pesar de que sé que no está teniendo demasiado éxito entre muchos lectores. Yo desde luego repetiré con Dicker, no tengo dudas. Enlace: https://bitacorademislectura..