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Hay escritores que me gustan por su estilo, y sé que, me cuenten lo que me cuenten, me va a encantar. Sin duda, este es uno de ellos.Que John Green es un genio lo supe después de leer Bajo la misma estrella. La forma de narrar que utiliza en este libro es muy peculiar, como si estuviésemos en la cabeza de Colin, viendo el mundo de la forma en la que él lo ve.Los reyes de la historia son los diálogos, hasta el punto de que en ocasiones, las descripciones se quedan en meras acotaciones espaciales. Pero lo mejor para mí, es que esta novela es sobre todo una historia de personajes.Colin y Hassan forman una pareja de amigos realmente memorable. Y Lindsey, a quien conocen en Gutshot, sirve para poner el contrapunto perfecto.Toda la historia tiene un toque de humor maravilloso; humor en algunos razonamientos de nuestro protagonista, humor en la relación entre los dos amigos, humor que te hace reír a carcajadas y a veces también sonreír con ternura.Por supuesto, debajo de todo eso tenemos algunas reflexiones sobre la vida; por ejemplo, Colin está obsesionado con importar, Lindsey solo quiere volar por debajo del radar y Hassan se conforma con no hacer las cosas que se supone que no debe hacer. Además, si te gustan las matemáticas, te interesará la manera en la que se va armando el teorema. al final, hay un apéndice donde un matemático explica paso a paso el razonamiento que sigue Colin.En resumen, una novela ágil y divertida altamente recomendable.

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Nerd es un concepto descriptivo que se usa peyorativamente para encuadrar en él a un tipo de personas apasionadas por diversas temáticas: literatura, ciencia ficción, ciencia y tecnología, etc... Casi siempre se les describe como tímidos, extravagantes y poco atractivos, pero este estereotipo puede ser perfectamente redefinido. Tal y como nos comenta John Green, a los nerds también les está permitido amar las cosas, saltar de arriba hacia abajo... no les supone un insulto en absoluto que la gente les llame empollones por gustarles esas cosas.En El Teorema Katherine, John Green nos narra la larga vida de Colin Singleton; con tan solo diecisiete años no ha desperdiciado el tiempo y, gracias a sus excelentes capacidades y al empuje de sus padres, ha alcanzado las más altas cotas en diversas áreas de conocimiento: idiomas (manejo bastante bien once: alemán, francés, latín, griego, holandés, árabe, español, ruso...), matemáticas, anagramas, historia, literatura...A pesar de todas estas aptitudes, Colin es un adolescente con todas las dudas, inquietudes y sentimientos típicos de los adolescentes. Aunque sea un niño prodigio no deja de tratarse de un ser humano que está atravesando una etapa de su vida crucial e inestable, al igual que millones de adolescentes en el mundo. A priori, la búsqueda incesante del reconocimiento de su individualidad y su integración en la sociedad pueden parecer contradictoria, pero no lo es tanto. Por decirlo de algún modo, todos estos elementos forman parte de nosotros, independientemente de los años o conocimientos que tengamos, pero en la adolescencia todas estas emociones se amplifican y, cuando se refieren a personas tan sensibles e inteligentes como nuestros protagonistas, se intensifican muchísimo más. En el caso de Colin, sus espléndidas habilidades son las herramientas de las que dispone para poder sobrellevar este periodo de su vida. Por eso, cuando sufre un desengaño amoroso con Katherine XIX, inevitablemente recurre a sus conocimientos, entre los cuales encontramos las matemáticas y los anagramas. Esta salida, que a algunos nos puede resultar harto compleja e inverosímil, para él representa un escape y la comprensión de sus problemas y desengaños. Unos canalizaríamos estos problemas y desengaños a través del deporte, otros con el chocolate y los helados, pero ¿quien dice que las matemáticas no nos pueden ayudar a superar ciertos aspectos de nuestra vida? Seguramente nos despejarían la mente con su asepsia lógica, ayudándonos a concentrarnos y abstrayéndonos de la realidad que nos envuelve. Puede que, incluso para cuando hubiésemos resuelto los problemas planteados, ya no recordásemos el motivo por el que habíamos recurrido a ellas.Una vez tomada la decisión de realizar el viaje, no se encuentra solo en este peregrinaje; le acompañan su amigo Hassan, con quien comparte inquietudes, juegos y reflexiones, y Lindsay, una chica inteligente con sus propias neuras y complejos no superados. Ambos, cada uno a su manera, apoyan y ayudan a Colin a superar esta difícil e inestable etapa, pues, tal y como John Green se esfuerza en hacernos ver a lo largo de la narración, no por ser adolescente se deja de ser una persona culta, madura, inquieta, razonable, crítica, inteligente o romántica, por nombrar alguna de las cualidades que poseen nuestros protagonistas. Si, además, toda esta historia esta impregnada de un humor irónico, inteligente y sutil, que más se puede pedir.A mi juicio, esta novela no solo va dirigida a un público adolescente; aunque sus protagonistas lo sean, no debería ser catalogada como una novela juvenil, porque sus vivencias, experiencias, argumentos y escenarios, entre otros elementos que componen la novela, pueden interesar tanto a una persona adolescente como a una persona más adulta.En definitiva, los adolescentes no pertenecen a sociedades cerradas ni son mundos aparte, sino que forman parte activa de nuestra sociedad, demostrándonos cada día que pueden ser más inteligentes y maduros que algunos que dejamos atrás la adolescencia hace unos cuantos años. Me he sentido muy identificada con Colin. No tengo sus capacidades, pero sí soy una lectora empedernida e inquieta; la cultura y el conocimiento, en todas sus versiones, son algo fascinante y adictivo. Cuanto más tomo, más quiero. Esto puede justificar de algún modo que el personaje no me haya parecido tan marciano y fuera de lugar; más bien al contrario, pues a lo largo de la lectura me ha encantado descubrir que compartíamos diversas lecturas y opiniones. Enlace: http://inquilinasnetherfield..

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AAoK es el libro que, sinceramente, menos me ha gustado de John Green, ¿y por qué? pues... Colin solo pensaba en sí mismo, en K-19 y en la parte de sus entrañas que había perdido y esto sucede durante aproximadamente 220 páginas.Cuando leí la sinopsis me sentí muy emocionada, pues la historia era muy distinta que las de los libros de Green que previamente había leído, pero tristemente no es una de esas historias que haces tuyas (por lo menos para mi).Respecto a los personajes:*Colin me resultó simplemente irritante, todo el tiempo está trabajando en su teorema, TODO EL MALDITO TIEMPO y no puede parar de hablar sobre K-19 y de ¡mostrarse a sí mismo como una víctima de todas las Katherines que han pasado por su vida! *No pude sentir a Hassan como una persona real; para mi no es más que un personaje de relleno. *LA MALDITA LINDSEY (porque solo así puedo referirme a ella) ¡Dios mío! ¡No sé qué tipo de problema tengo con los personajes femeninos de John! No puedo siquiera explicar por qué odio tanto a Lindsey, pero lo hago, y mucho.Para mi gusto, la historia se mueve muy lento y, prácticamente, no sucede nada (hay algo que hace a esta historia diferente del resto del repertorio de John, pero aún así no logró convencerme, o tal vez el problema sea yo y no AAoK); creo que lo único que realmente disfruté fueron los pies de página (los únicos que lograron sacarme una que otra carcajada) y el apéndice, el cual está explicado por Daniel Biss, amigo de John y uno de los mejores jóvenes matemáticos en Estados Unidos.

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【 La primera vez que me adentré en el mundo de John Green, fue de la mano de Bajo la misma Estrella, una novela preciosa donde las haya. Con esta ya sería la 4º novela del autor que leo y siempre que termino un libro de John Green me hago la misma pregunta. ¿Por qué John Green? ¿Por qué? 】▛Esta novela nos cuenta la historia de un chico con un coeficiente intelectual sumamente alto, tan alto que no es bueno en matemáticas y es capaz de sacar como mínimo un 85, sí, pero el chaval no es bueno en matemáticas. Típicos repelentes. Este chico tiene la suerte - o la desgracia- de salir con nada más y nada menos que 19 chicas en toda su vida. Y todas y cada una de ellas poseen el mismo nombre, Katherine. (Para mí ya es un nombre maldito). Su décimo-novena novia decide terminar con él, y a él... Como que le da un chungo cuando le deja, y se marcha durante todo el verano en una búsqueda y superación de ruptura personal con su único amigo, y por tanto el mejor, Hassan.▟ Hasta ahí todo perfecto, tenemos a un tío rarito y al colega más o menos normal viajando por toda América para que el rarito supere una relación (que sinceramente es la única seria que ha tenido). Y entonces, yo le pregunto al señor John Green: ¿Por qué?. ¿Por qué la necesidad de idealizar la figura femenina en su máximo esplendor? ¿Por qué introducir viajes en su búsqueda o de superación? ¿Por qué John Green? ➯ Síndrome John Green. Antes de empezar, quería poneros en sobre aviso de que esta reseña estará llena de ironía y sarcasmo, debido al libro del que estamos (yo) hablando. Cuando decidí empezar con El Teorema Katherine, mi mente solo pensaba en las decepciones que había tenido anteriormente con Buscando A Alaska y con Ciudades de Papel, ambas novelas del mismo autor, puesto que el único libro que hasta la fecha me ha hecho sentir algo ha sido Bajo la misma Estrella y por la simpleza y soltura con la que el autor trata el tema aún desde el más profundo respeto. PERO, mi mente tuvo que reírse cuando terminó de leer las páginas de este libro, y preguntarse seriamente qué era lo que acababa de leer. No voy a culpar a la mente, ella se lo pasó pipa mientras leía la historia de Colin, es más, se reía de sus desgracias- El Karma te lo pagará vieja amiga- pero aún así, conseguía desconectar e incluso ponerse en la piel de todos los personajes, cosa que no pasó mientras se adentraba en las dos mencionadas. El Teorema Katherine está protagonizada por dos, aunque yo diría que incluso tres personajes: Colin, Hassan y Lindsey, aunque esta muchacha aparece después y gracias a dios. Colin es un chico que perfectamente podría ser Sheldon Cooper, tal vez por eso me pareciese tan gracioso, e incluso me lo pasara bien con él mientras lo leía. Hassan, por el contrario, es un chico normal, con sobrepeso y árabe, pero es característico su sentido del humor y como nombra durante toda la novela su espíritu creyente en Alá, aunque no lo lleve con el mayor respeto (desde el punto de vista de Colin, que ya sabemos que el chaval es un poco rarito). Y por último, Lindsey, esta chica aparece en la escena menos esperada y desde ahí comienza lo que es la aventura de estos tres aparentes extraños seres que habitan el mundo. ➤ Algo a destacar de esta desternillante novela, son los momentos Lindsey Lee Wells y los momentos Hassan. Estos momentos abundar en la novela como el calor que hace en verano. Además, estas dos personalidades se complementan con la de Colin creando una verdadera mezcla entre dos elementos imposibles de mezclar. Son el agua para el aceite. ➤ Un tema muy importante, incluso más que el propio hecho (el amor que le tiene a las Katherines), es la amistad. La amistad ante todo. Como se ve reflejado el cariño, la lealtad y el propio amor verdadero entre amigos es la verdadera magia que esconde las páginas de este libro. Recorrer las palabras con Colin y Hassan de la mano y entender cómo dos personas tan opuestas se han convertido en ejemplos de amistad, es una maravilla absoluta. Enlace: https://liebeworte.blogspot...

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Colin Singleton es un joven de diecisiete años que vive en Chicago. Es un chico de altas capacidades, al que sus padres han intentado ayudar a seguir desarrollándolo. Memoriza rápidamente todo aquello que lee, habla varios idiomas y le encantan los anagramas, tiene una escasa vida social y una alta predisposición para enamorarse de chicas de nombre Katherine, hasta el punto que tiene que numerarlas. Ahora se encuentra totalmente abatido tras ser dejado por Katherine XIX.Su mejor amigo, Hassan que está tratando infructuosamente de sacarlo de su depresión, como último recurso le propone pasar las vacaciones en la carretera, viajando y trabajando para cubrir sus gastos.En una de las primeras etapas del viaje acaban en un pueblo, Gutshot en Tennessee, para visitar la tumba del archiduque Francisco Fernando. Allí conocerán a la guía, Lindsey Lee Wells y a su madre Hollis, dueña de la fábrica que da de comer al pueblo y que los contrata por ser elementos ajenos, para entrevistar a sus habitantes, y con esos datos dejar un legado oral para las generaciones futuras.Colin tiene una única meta, ya no es un niño prodigio, ha crecido y no cree que vaya a ser un genio, lo que más desea en el mundo es importar y tener un momento Eureka, y por si acaso no lo tiene, va a intentar pasar a la posteridad plasmando en una ecuación matemática las singulares relaciones que ha tenido con todas sus novias. Trabajará en reflejar la relación entre los dos tipos en los que divide al mundo, los dejadores y los dejados.

Comentarios de lectores del libro El teorema Katherine