Charles Fort, el gran filósofo rebelde americano. creÃa que todos los hombres tenÃan derecho a dudar. Apuntaba sus despiadadas flechas lo mismo a los guÃas cientÃficos que a los religiosos. Ninguna doctrina sostenida se encontraba libre de la crÃtica Forteana, simplemente porque era vieja y aceptada. Fort querÃa pruebas, querÃa más pruebas de las que cualquier hombre de ciencia pudiera dar. Fort querÃa ver con sus propios ojos y oÃr con sus propios oÃdos. El que un telescópico indicara que cierto hecho astronómico era muy probable no constituÃa una prueba pa ra Fort de que era un HECHO. No podÃa haber aceptado que la Tierra estaba a 93.000.000 de millas del Sol hasta que pudiera pasar una cadena medidora a través del intercurrente espacio. Habrá hombres como Charles Fort en todas las edades, en todos los planetas civilizados hombres que querrán ver y oÃr razas extrañas por ellos mismios. Hombres que harÃan volar sus valerosas naves exploradoras a todos los rincones del universo.Estos hombres morirán, fracasarán, tendrán éxito. Esta es la historia de uno de sus viajes.