Tan pronto Enrique VI subió al trono, quedó claro que él estaba mejor preparado para la vida monástica que para conducir un paÃs. Por su parte Ricardo, duque de York pensaba que no sólo él serÃa un mejor rey, sino además que tenÃa más derechos al trono. Margarita de Anjou vino a Inglaterra y se casó con el rey. Las mujeres de su familia tenÃan fuerte carácter, y ella no era una excepción. El hombre más poderoso de Inglaterra era el conde de Warwick, llamado el «hacedor de reyes». Él era partidario del duque de York. En esos dÃas tuvo lugar la histórica escena en los jardines del Temple: los partidarios de York arrancaban una rosa blanca y los de Enrique una roja. Eso fue el preludio de la guerra de las dos rosas. El débil Enrique sólo pedÃa que lo dejaran tranquilo con sus libros y sus oraciones. Hasta que su existencia misma se convirtió en una amenaza y hubo de enfrentar un misterioso final en Wakefield Tower. La escena era dominada por Margarita, reina apasionada, impulsiva, capaz de odiar y amar con toda intensidad. Ella luchó por su hijo hasta el desastre.