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En ese momento la literatura juvenil no salía de la fantasía y el romance como protagonista, y fue genial encontrar libros como estos, de realismo, donde el arte está en primer plano de la historia. Los protagonistas principales son Aaron y Leo, dos hermanos con una relación que me encantó ya que se me hizo muy real ese amor-odio que se profesan mutuamente tan típico de hermanos. Ambos son el día y la noche, personalmente mi favorito es Leo, el hermano mayor ya que me pude sentir muy identificada con él, y definitivamente es un chico del que me podría enamorar sin problemas. A través de los 3 libros vamos a seguir el desarrollo de esta relación y el crecimiento de ambos personajes tanto interno como externo, los vamos a ver enamorarse, desenamorarse, enamorarse otra vez. Pelearse entre sí, recomponer su hermandad y todo esto en un marco cotidiano donde la música y el arte juegan un papel importantísimo. Sobre el segundo libro vamos a conocer nuevos personajes y vamos a descubrir que, muchas veces, la fama no es tan de color de rosa como todos creemos.La verdad es que en conjunto es una historia muy linda, con personajes de lo más variados, algunos realmente super queribles, que nos muestra el ascenso a la fama y un fuerte vínculo con el arte, que a veces oscila entre lo que se siente y lo que se vende Aunque en el último libro me decepcionó un poco el giro romántico de Aaron, yo creo que es una historia fresca, llena de vida y de esa magia que podemos encontrar en las cosas cotidianas del día a día gracias a grandes vínculos personales y con nuestro yo artístico.Definitivamente libros dignos de ser leídos