Al igual que en las grandes novelas de aventuras que se escribÃan a finales del XIX, y a las que TravesÃa del horizonte rinde cariñoso y también burlón homenaje, esta novela, publicada a los veintiún años, tiene como hilo conductor una atrevida expedición: el capitán Kerrigan, millonario y excéntrico, ha organizado un viaje a la Antártida para hombres de letras y cientÃficos. Pronto adivina el lector que esa travesÃa no es más que una excusa, o uno de los muchos hilos con los que está tejida esta trama. Construida según el modelo del relato-dentro-del-relato, TravesÃa del horizonte añade a la aventura marÃtima de Kerrigan otras historias y personajes no menos novelescos, en deliberada parodia de ciertos maestros del género que van desde Joseph Conrad hasta Henry James pasando por Conan Doyle; y entre pintorescos secuestros y manuscritos misteriosos, señoritas eduardianas y paisajes de navegación, se va desplegando un torbellino narrativo servido por un estilo paradójicamente pausado. Del mismo modo, Javier MarÃas aprecia tanto el enigma que termina por menospreciar la solución; valora tanto la incertidumbre que llega a preguntarse si no será mejor ignorar para siempre la verdad y contentarse con su figuración y su sombra, en un insólito alarde de osadÃa narrativa.