Le decÃan la Tortuga. Era un extorsionador consumado y escurridizo, cuyos golpes habÃan sorprendido una y otra vez a Scotland Yard y a las fuerzas policiales de toda Europa. Ni siquiera se conocÃa su verdadera identidad. Pero entró en escena Don Micklem, sagaz millonario norteamericano, decidido a seguir la pista y encontrar al misterioso delincuente.