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Es un coñazo, superaburrido, un peñazo, densísimo, demasiado lento.... Todos estos halagos, y muchos otros, son con los que este pobre libro tiene que cargar. Y los que llevaba yo en la espalda cuando, después de leerme Los hijos de Húrin y comprobar que Tolkien no era el monstruo que me habían querido hacer creer, decidí leerme El Silmarillion.Debo decir que, creo, las personas que opinan así de este libro esperaban encontrar una novela de fantasía y aventuras, y nada más lejos de la realidad. El Silmarillion no es una novela, es una crónica histórica en toda regla, como puede ser la Estoria de España de Alfonso X el sabio o cualquier otra. Tolkien era un magnífico filólogo, y con esta obra quiso crear la crónica de su increíblemente bien construido y amplísimo universo.Se empieza con los dioses y la creación del mundo, el origen de la vida, de la luz, y de todos los seres maravillosos que ya conocéis. La historia de sus guerras, de las grandes casas y nombres de cada raza, de sus alianzas y de cómo todo desemboca deliciosamente bien construido en El hobbit y ESDLA. Los primeros capítulos, sobre el nacimiento del mundo y la vida, son muy poéticos y están escritos con una preocupación preciosista notoria. Son muy hermosos.Esta obra es una maravilla, una frikada de un filólogo para filólogos, historiadores o humanistas en general, que quiso hacer algo del siglo XIII a principios del siglo XX, el sueño de un romántico tardío: crear un mundo de fantasía y magia, de honor y traición, de pasiones y sentimientos encontrados.Por cierto, que no sé si tenía intención de crítica, pero la humanidad es la más fácil de manipular y dominar de todas las formas de existencia en su mundo, y la mayoría de los humanos acaban sirviendo a Sauron. Si todo esto fuera real, yo también estoy convencido de que sería así.

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Relectura en 2020:Esta relectura ha sido increíble. Me ha gustado incluso más que la primera vez. He vuelto a caer rendida ante la vasta mitología de Tolkien, cuidada hasta el detalle. He vuelto a adorar a Luthien, a admirar Valinor y querer ver los grandes árboles, a temer a Ungoliant, a seguir los derroteros de los Silmarils, a sentir el dolor y la pena, pero también a entender mejor la historia en su conjunto. Sin duda, este es uno de esos libros que mejora con cada lectura, porque hay tanta profundidad que cuesta asimilarla de un primer vistazo (además de que, si te pasa como a mí y eres un poco desastre con los nombres, la primera vez se te van a mezclar un buen número de ellos).En definitiva, libro épico como él solo, y toda una delicia. Merece ser leído despacio, prestando toda tu atención, porque merece mucho la pena.---- Primera lectura en 2010:Aunque es un poco pesado de leer, por cómo está redactado y la proliferación de nombres, me ha gustado bastante la historia del mundo creado antes de las obras más conocidas del autor. Muestra un mundo complejo repleto de hazañas de elfos antiguos -y más tarde hombres- como para saciar la curiosidad de cualquiera. Por otro lado me gusta que no reciban el típico tratamiento de inocentes, inmaculados y por lo general, pusilánimes criaturillas del bosque. Nunca dejará de sorprenderme la inmensa imaginación que demostró tener Tolkien, cuidando hasta el último detalle del mundo que creó.

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El Silmarillion de J.R.R. Tolkien es más una biblia que un libro en sí.Está estructurada por partes, donde se narra el nacimiento del mundo (primeras partes: Ainulindalë y Valaquenta) incluyendo después el origen de los elfos, de los enanos, de los hombres y de los orcos. Luego continúa como si se tratase de un libro de historia, contando los hechos que avocaron a los diferentes sucesos. Algunos son historias emocionantes y de gran lirismo: De Beren y Lúthien, por ejemplo.Reconozco que es un libro difícil de leer. Es más, yo, particularmente, y para no perderme, me hice mis propios esquemas y resúmenes, porque de otra manera me confundía con tanto nombre y tanta información.Aun así, es un libro que merece la pena tener y leer, sobre todo para aquellos lectores amantes del mundo de Tolkien, a pesar de lo confuso o enrevesado que pueda parecer en algunas de sus páginas. Eso se debe a que es una obra inacabada, y que se publicó con escritos que el autor tenía por aquí y por allá sin terminar de pulir, y que luego su hijo juntó y dio forma para así dar a conocer el mundo particular creado por su padre, lo que es de agradecer, primero porque nos acerca a un universo fuera de lo común, y segundo porque nos habla del origen del anillo único que en El hobbit y en El señor de los anillos es un elemento clave.No es El señor de los anillos, pero como obra complementaria a ésta es recomendable tenerla a mano.

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Narración: Lamentablemente, odio la manera de escribir de Tolkien. No se si es porque es de hace mucho tiempo, pero la narración se me vuelve pesada, aburrida y termino perdiéndome. Es un autor complicado de leer, a veces lo sentía más difícil que muchos de los clásicos antiguos. Mi opinión: No soy muy fan de Tolkien, casi nada podría decirse, pero sí soy demasiado fan de esta obra. No porque me gusta cómo está escrita, sino porque me encanta lo que está escrito. El Silmarillion es la biblia de Arda, es donde se escribe la creación, los inicios y la mayoría de los mitos que componen la historia y la composición del mundo de Tolkien. Se narran las historias de las familias primeras, de los seres primeros y de todo el crecimiento de su mundo hasta el punto donde lo conocemos en El hobbit o El señor de los anillos.¿Por qué me encanta este libro? Como escritora, me encanta el proceso relativo a la creación del mundo. Realmente le dedico muchísimo tiempo al mundo antes de escribir la historia, hago sus mapas, sus ciudades, sus mitos, sus creencias, sus culturas. Como lectora, me apasionan los mitos. Me encantan todas las mitologías por igual, y leo muchísimo de este tema. Por eso, El Silmarillion de Tolkien tiene todo lo que a mis dos partes le gustan. Además, hablando bien, puede que Tolkien no me guste para nada pero es el padre de la fantasía épica. Lo que él creo, el mundo que él construyó durante tantos años es algo que no logre encontrar en casi ningún otro escritor. Tolkien no solo hizo los mitos, sino que pensó, ideo y trabajó en Arda desde el día cero hasta el final de la Tercera Edad. Creo toda la historia de esos años y, si bien él no pudo escribirla toda, su hijo continuó con su legado. Arda, más que un mundo de fantasía, a esta altura parece un mundo real con sus libros de historia y sus mitos. Eso es lo que me encanta de Tolkien, su imaginación, su persistencia y su trabajo. En una actualidad donde el world building es algo que queda en segundo plano, y los autores se enfocan mucho más en sus personajes que en sus mundos, crean mapas incompletos o pequeños, con ciudades mediocres, El Silmarillion y Arda son una obra maestra. Esta parte de Tolkien es a la que a mí me gusta aspirar como escritora de fantasía. No creo que escribir un libro se trate únicamente de la historia y lo que sucede, sino dónde sucede y dónde residen los personajes. Para que sea tan verídica como lo puede ser una historia de fantasía, su trasfondo y su mundo tiene que parecer tan real y tangible como lo es nuestro mundo, y eso solo se logra trabajando en sus mitos.Le daría cinco estrellas solo por su contenido, pero eso no es lo único que compone un libro. Lamentablemente, como a mí no me gustó la narración de Tolkien, le tengo que dar un 3,5. Enlace: https://loslibrosdelosdragon..