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Si existe una faceta que el lector promedio desconozca de Tolkien por encima de la de académico es su faceta de cuentista. No es culpa de nadie, hasta él mismo lamentó un poco que su obra magna haya opacado en cierta medida sus trabajos académicos y sus obras menores pues para él no existían distinciones y todas hacían parte de un mismo árbol.Cuentos desde el Reino Peligroso recoge cinco cuentos que no tienen ninguna relación directa entre sí y que son una muestra de las diferentes aproximaciones que se puede hacer al Reino Peligroso. Esta edición, la más actual de todas, incluye también una introducción bastante nutrida de Tom Shippey, el ensayo Sobre los cuentos de hadas, que fue originalmente una conferencia dada por Tolkien en 1939 en la Universidad de St. Andrews, Escocia en la que expone los elementos más importantes para él sobre los cuentos de hadas y las ilustraciones de Alan Lee que acompañan el inicio de cada cuento.De forma general, en todos los cuentos se reconoce un fuerte carácter mítico que enmarca de forma maravillosa el contexto en el cual se desarrolla cada una de las historias. A veces resulta increíble como en tan pocas páginas Tolkien logra detallar en la justa medida el lugar por donde viajaremos y establecer las reglas propias de cada mundo secundario. Sin duda ¡Un talento enorme!Como suelo hacer cuando reseñe libros de cuentos, no entraré en muchos detalles particulares de cada uno de ellos pues la idea es que cada uno lo descubra por ojos propios y solo mencionaré los cuentos que están dentro del texto y una corta apreciación que a lo mejor parezca fuera de contexto o en clave, así que es doble invitación a que los lean si no lo han hecho: ? Roverandom, (1925): Una epopeya canina desde la playa a la luna que le mostrará a Rover lo grande que es el mundo y su lugar en él. Con ciertos dejes de Kortirion, un ambiente surrealista y con enseñanzas explicitas ? Egidio, el granjero de Ham, (1949): Comedia satírica con ciertos tintes de novela pastoril, una historia llena de contrastes enmarcada en un pasado remoto de Inglaterra ¿De dónde me suena esto? O, una sátira a las novelas de caballería ? Las aventuras de Tom Bombadil, (1962): Una compilación de folclor hobbit. Acá hay más referencias a ESDLA de las que se cree a primera vista. Esos bastardos nos mintieron y Tom solo aparece en los dos primeros poemas ? El herrero de Wootton Mayor, (1967): El ejemplo por excelencia de todas las cosas expuestas por Tolkien en Sobre los cuentos de hadas, de juegos temporales geniales y un viaje de tallaje alto por Fantasía ? Hoja de Niggle, (1939): Una bella metáfora sobre la vida de un contador de historias. No es una alegoría, así lo parezca; nada en Tolkien es alegórico, dejen ese tema ya. Es el más onírico de los cuentos que hay en el libroTodos los escritos datan de fechas y circunstancias muy diferentes: Algunos de ellos fueron escritos solo con el fin de ser un cuento infantil, casi íntimo, para sus hijos, otros fueron escritos a modo de catarsis y otros en respuesta a una u otra posición contrariada de otros escritores. Sin embargo, en todos se logra percibir la posición de Tolkien entre el destino y el azar, un deje melancólico y de preocupación al final de sus días por la obra inacabada e incluso el desborde creativo que tenía cada vez que se sentaba a escribir.En todo ellos se combinan sus cualidades de cuentista, su capacidad inventiva y la técnica narrativa original. Todos llevan el monograma Tolkien de cabo a rabo y muestran, a mi parecer, que Tolkien tenía clara la naturaleza de Fantasía y los cuentos de hadas. Él entendía su propósito y la forma en la que estaban hechos los buenos cuentos de hadas.Decir que los cuentos que están dentro de este libro son obras menores no les hace ninguna justicia a lo que son. Obvio si uno los pone al lado del tomo de ESDLA se verán como algo menores tanto en extensión como en complejidad; pero si se miran todos como iguales y se toma como referencia el citado ensayo de Sobre los cuentos de hadas, se lograrán ver como lo que son: magnificas percepciones del Reino Peligroso, todas ellas a su manera.Léanlos, si no han leído nada de Tolkien antes, mejor; creo que lograrán captar mejor la esencia de lo que son. Si ya han leído a Tolkien antes, también léanlos, se van a encontrar con una cantidad nada despreciable de guiños y de puntos en común entre las obras.

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Creo que este libro lo podríamos dividir en tres partes: la parte de los cuentos y poemas, la parte de el ensayo, y una tercera en que implícitamente convergen las dos anteriores.La selección de cuentos nos muestra en gran medida lo que sería más adelante todo el universo de Tolkien, sobre todo Roverandom que aunque en principio no pertenezca al Legendarium, ya podemos ver algunos rasgos de El hobbit vislumbrándose en él. Ya hay empresas dirigidas contra dragones codiciosos en Egidio el granjero de Ham. Mientras que en Las aventuras de Tom Bombadil y el resto de poemas ya encontramos ese trasfondo mítico que se delinea en El Señor de los anillos.Por otro lado el ensayo Sobre los cuentos de hadas creo que es indispensable si se quiere conocer mejor el pensamiento de Tolkien sobre la Fantasía, sobre sus formas, sus bases y la crítica a la manera en que se estaba desarrollando el género en ese momento.Pero además de estas dos partes, creo que también podemos ver una tercera, que está entre las dos anteriores, y que comprende el cuento de El herrero de Wootton Mayor y Hoja de Niggle, estos dos relatos podríamos dejarlos en una sección distinta ya que al mismo tiempo de ser cuentos de fantasía, muestran claramente las ideas de Tolkien en relación a la Fantasía y los cuentos de hadas. En El herrero de Wootton Mayor hay un vaivén entre nuestro mundo y el mundo de Fantasía, mientras que en Hoja de Niggle la idea central se enfoca en las dificultades de la creación artística, tema que también toca Tolkien en el ensayo.