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Me gusta mucho el estilo de McEwan. Expiación (Atonement) es una de mis novelas favoritas de los últimos años. Creo que el autor británico escribe sobre personajes ricos en matices, nos proporciona un buen contexto para entenderlos mejor. Es capaz de crear interés en situaciones que pudieran ser mundanas o bastante manidas. A veces tiene un punto provocador que puede descolocar al lector, lo que me parece algo aún más a favor. En Chesil Beach (On Chasil Beach), McEwan nos habla de Florence y Edward, dos jóvenes recién casados de principios de los años 60 que se han ido a pasar su luna de miel a un pueblo costero de Inglaterra. Ambos son vírgenes y los nervios aparecen en su actitud ante lo que va a suceder. Edward está sobreexcitado, Florence está asustada e insegura. La historia no se queda ahí, nos va presentando a cada personaje, cómo es su entorno familiar (muy diferente), cómo se conocieron y cuáles son los motivos que les llevan a afrontar esta noche de bodas de manera tan distinta. También nos dibuja un cuadro histórico con referencias que aparecen salteadas durante esos flashbacks. Los mismos Florence y Edward se conocieron en una manifestación antinuclear, Florence no entiende a su familia y sus ideas políticas tan conservadoras y anticomunistas. La presencia del sexo es muy importante, no solo en la relación de los recién casados, sino en la descripción de la época. Se nos presenta una Inglaterra reprimida con muchos prejuicios y a punto de entrar en una época muy distinta. Por último, la música juega una papel muy importante. Edward es profesor de Historia. Con el tiempo se volverá un especialista en jazz y rock and roll. Florence es una violinista apasionada de la música y que quiere vivir dedicada a ello. En la novela se comentan varias obras musicales que pueden acompañar come banda sonora. Y sin embargo, a pesar de mi gran admiración por McEwan, esta novela me ha decepcionado bastante. Hay una tensión sexual, hay miedo, angustia por no saber expresar con palabras las ideas que nos atenazan. También hay un contexto familiar exigente, estricto y frío, que nos intenta dar la pista para entender la reacción de Florence. No funciona del todo para mí, no creo que todo lo que ocurre en esta novela esté bien traído y sea coherente. Lo que no digo es que no existan personas como los protagonistas, estoy seguro que esta historia se ha podido repetir en más de una ocasión, pero creo que el autor no tiene reparos en explicarnos una eyaculación, pero se queda corto con los sentimientos de Florence y sus motivos.

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Una novela extraordinaria. Esta vez, Ian McEwan nos sorprende con una narración que a primera vista parece trivial. Se trata de la relación entre una chica de clase media alta, Florence, y un chico de clase media baja, Edward. Ella no necesita trabajar, se dedica por puro gusto a la música. Él es licenciado en historia y fantasea con escribir una colección de libros sobre la edad media, aunque termina aceptando trabajar como viajante para el adinerado padre de Florence. La noche de bodas en la zona de Chesil Beach ocurre un incidente sexual que desencadena la ruptura. El incidente puede ser un escándalo para un lector pacato (o para un británico promedio de 1962) y trivial para un lector actual. Si la lectura se queda en este nivel, la novela parece ser mala, un lugar común producto de una sensibilidad poco cultivada. En cambio, si nos dejamos llevar por McEwan hasta sus profundidades habituales nos encontramos con una narración poderosa, casi feroz, tan inteligente como pasional. Es decir, una lectura atenta se desliza de lo prosaico a lo sublime, de lo apolíneo a lo dionisíaco. En mi opinión, esta novela trata sobre la fragilidad de las relaciones afectivas, sobre la fragilidad del ser humano. McEwan parece obsesionado por mostrar que nuestra fragilidad para relacionarnos con otras personas es desconcertante, invisible, absurda y monstruosa. Tanto en su forma como en sus temas opino que se dejan percibir en McEwan las influencias directas o tácitas de Franz Kafka (la monstruosidad ubicua), Philip Roth (la sexualidad como clave para comprender al ser humano), Saul Bellow (la naturalidad, la fluidez de la escritura), Virginia Woolf (el lirismo), John Updike (el pasaje invisible de lo trivial a lo complejo) y Arthur Schopenhauer (la obsesión por comprender la monstruosidad absurda en la vida humana). Creo que Chesil Beach es una obra maestra porque transita con una naturalidad lírica muy infrecuente por lo psicológico, lo sociológico, lo histórico y lo político para pensar la fragilidad humana. Sin darnos cuenta al principio, al avanzar la lectura vamos descubriendo que el invencible monstruo de la fragilidad vive en todos esos niveles. Sin embargo, la belleza de la prosa de McEwan no es pesimista. Creo que una especie muy rara de tristeza luminosa y esperanzada es el motor de la narración, que siempre queda abierta. Opino que Chesil Beach es una novela genial, una rara especie de tragedia moderna, de esas que nos iluminan siempre más en cada nueva lectura.

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He de decir que tenía grandes expectativas con este libro, me esperaba más aún de él. Había leído muy buenas críticas y me ha dejado un poco indiferente. No es que sea mal título ni es que esté mal escrito pero sí que esperaba algo más. Aún así, le doy un 3,5 sobre 5, que no la considero como una mala nota.La novela habla sobre la historia de Florence y Edward, una pareja de recién casados situada en los años sesenta. Ambos, por falta de información y por la forma de pensar de dicha época son vírgenes, inexpertos e inocentes.El primer capítulo se basa en el comportamiento de ambos y el desempeño de tener relaciones sexuales en su noche de bodas en un hotel de Chesil Beach. El autor nos mete de lleno en la mente de ambos personajes y nos va narrando los pensamientos, emociones e inquietudes de ambos ante tal situación. La consumación del matrimonio es vista de forma muy diferente por cada uno de los personajes. Para Edward, la noche de bodas la vive con deseo y con la obsesión que tenían los hombres de esta época ante la culminación y como objetivo final, el tener relaciones sexuales esta noche, ya que muchos incluso se casaban solo para poder intimar profundamente con su pareja. En cambio para Florence este hecho le resulta comprometedor y lo vive con miedo e incertidumbre ya que para ella es territorio enemigo el descubrimiento del placer, las caricias e incluso los besos apasionados.No quiero desvelar mucho sobre las anécdotas y lo que ocurre en la habitación del hotel, pero donde al principio todo parecía mágico y romántico, descubrimos cómo la historia se va torciendo.Los siguientes capítulos saltan entre el pasado y el presente de ambos personajes para así conocer de dónde provienen y cómo llegaron a conocerse. Edward proveniente de una familia humilde y con una vida más castigada que la de Florence, que proviene de un pasado más culto y acomodado.Esta novela me hizo conocer la cultura y forma de pensar que había en esta época, a escasos pasos de le revolución de ideas que hubo en los años 60, donde a veces me ha dado hasta rabia leer ciertos párrafos al ver el machismo y mentalidad cerrada que existía. Enlace: http://www.mrwonderbook.com/..

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«Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible». Así comienza Chesil Beach (2009), de Ian McEwan. Esta primera oración servirá como eje temático que vertebrará toda la novela. Narra McEwan la noche de bodas de un matrimonio inglés recién casado en la década de los sesenta. Ambos cónyuges, Edward y Florence, reflexionan, ansioso y nervioso él y atemorizada ella en el encuentro sexual que tendrá lugar tras la cena. Lo que aparentemente es una trama simple iremos descubriendo que es, en realidad, compleja e intrincada. Cuestiones como la represión sexual, la política y la cultura pop inglesas calarán entre las páginas. Sin duda, a mi juicio, lo más relevante de la novela es la relación de pareja, que aparentemente resulta idílica, un amor sincero, admiración entre ambos pero que, en esa fatídica noche de bodas, comenzará a relucir la tensión y la incomunicación que se filtra en su relación. Es en este sentido por lo que me ha recordado mucho a la tipología de relaciones conyugales que suele mostrarnos Michael Haneke en su filmografía. Para concluir, cabe destacar la prosa de McEwan, sencilla pero precisa y que logra dar la sensación de un texto construido con calma y reflexión y con una selección léxica que consigue que al lector no le rechine nada a lo largo de la novela.

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Este sería el libro más apreciado del escritor británico, fue adaptado para el cine en 2018 por el director estadounidense Dominic Crooke.La novela es más bien corta, terriblemente aguda y sutil sobre la incapacidad de amarse físicamente, fuera del matrimonio, en la Inglaterra de 1962 por dos jóvenes ingleses : Florence y Edward. Ambos tuvieron cierta dificultad para encontrar pareja, pero se conocieron, se gustaron, se frecuentaron y decidieron casarse. La pareja pertenece a dos medios sociales opuestos; Florence es da clase media alta, buena violinista que sueña con montar un Quarteto de cuerdas y él, es un profesor de Historia, erudito y gran lector. Florence es una chica encantadora, bonita y que tuvo una carencia afectiva materna. Edward es un chico normal que puede manifestar cierta violencia.La pareja vivirá un noviazgo perfecto y programarán el matrimonio. La noche de bodas surge el drama : Florence no soporta el contacto físico con Edward y comprende que aunque pase el tiempo, no lo podrá superar. En cuanto a Edward, se siente perdido, defraudado, no entiende y se mostrará razonablemente violento . La parte psicológica del problema está muy bien planteada, el escritor diseca con pericia el instante preciso en que unas vidas cambiarán para siempre. La playa de Chesil en el Dorset, o el triste teatro del naufragio de una joven pareja la noche de bodas.Tenemos también unas bellas descripciones de la Inglaterra rural y el humor ácido y típico del escritor. Un buen libro. Enlace: https://pasiondelalectura.wo..

Comentarios de lectores del libro Chesil Beach