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La gente en los árboles de Hanya Yanagihara

de Hanya Yanagihara - Género: Drama
libro gratis La gente en los árboles

Sinopsis

En 1950, Norton Perina, un joven médico recién graduado, se une a una expedición a una remota isla de Micronesia, Ivu’ivu, en busca de una misteriosa tribu. Allí comienza a investigar lo que lo llevará a ganar el Premio Nobel: la extraña longevidad de los isleños. Antes de regresar a Estados Unidos, decide adoptar a cuarenta niños nativos para rescatarlos de la pobreza. Pero en 1995, uno de sus hijos lo denuncia por abusos…

Mientras cumple condena, Perina, a instancias de su fiel colega Ronald Kubodera, escribe sus memorias con el fin de recuperar el prestigio perdido y demostrar su inocencia. Una historia llena de intriga sobre la ambición y la naturaleza humana en la voz de un narrador sospechoso que, como Humbert Humbert, desafía nuestro sentido de la ética.


Ha sido increíble, de verdad. Entiendo que no es una novela fácil pero solo por esa narración que la autora consigue dominar, jugando con el lector y con su percepción, comprensión, empatía y sensibilidad, merece que esté entre mis mejores lecturas de nuevo.Ahora me encuentro en la situación de tener que hablaros de lo que me ha parecido esta lectura, de lo que he sentido y de cuáles han sido mis impresiones. Os aseguro que no es nada fácil. Voy a intentar no contar demasiado de la historia en sí esperando que confiéis un poco en el resto de lo que digo.Comienzas la lectura de la gente en los árboles con un prefacio en el que Ronald Kubodera, colega y ayudante del galardonado doctor Norton Perina, se dirige al lector y justifica la motivación que le ha llevado a editar y compartir esas memorias que el propio doctor ha escrito desde la cárcel. Él mismo nos confiesa desde un principio que ha cortado lo que ha considerado y que ha añadido notas y aclaraciones por todo el texto para que sea más comprensible para nosotros. A partir de aquí nos enfrentamos como lectores a una historia contada en primera persona, con toda la verdad (o mentira) que ello pueda llevar implícito, que es más una especie de confesión vital que alguien se haría en un momento determinado de su vida; o eso es lo que nosotros pensamos.Esas notas de autor son tan importantes como el texto en sí, por todo lo que dicen y por cómo lo dicen, y porque se convierten en una parte que da sentido a esa magnífica estructura narrativa que, como recurso literario, creo que está increíblemente trabajada. Hay momentos en que dudas si lo que nos están contando ha sido verdad, es decir, si es histórico y nuestro médico existió o es simple ficción, proveniente de la mente de Hanya Yanagihara. Creo que algo así no lo consigue cualquiera.Y yo me pregunto por qué le da ese aire de retrato biográfico real con fechas y nombres de personas que no existieron y las coloca como sí que fuesen reales y no personajes inventados. El texto manipula al lector porque le convence de algo que no existe, atrayendo su comprensión hacia una historia que convierte ese interés en verdadera curiosidad.A mí personalmente el personaje que escribe su historia, el doctor Norton Perina, me ha desubicado, me ha hecho sentir cercanía, comprensión y repulsión a partes iguales; a veces pensaba que era un sociópata, otras misógino y otras demasiado sincero con el porqué de sus actitudes y de su relación con su familia (toda su familia, la sanguínea y la que él construye por puro egoísmo) y con la gente que le rodea. Cómo alguien puede ser capaz de escribir este texto, de esta manera; es pura narración, una narración que transmite pulcritud e, incluso, en cierta manera, acritud; parece como si el que lo estuviera escribiendo lo hiciera sin ningún tipo de emoción y eso, en mí, levanta intriga y curiosidad por situar a dicho personaje, por conocerlo, por extraer de lo que me cuenta, y de lo que se calla, su manera de ser. No me da pistas porque todo es muy aséptico pero, a la vez, el narrador se involucra tanto como puede hacerlo alguien que cuenta su verdad. Todo consigue que yo valore este texto con admiración por esa maestría que muestra la autora con el uso de las palabras y con lo que transmiten.Sorprende cómo confiesa sus sentimientos, sean buenos o malos, o mejor dicho, sean éticamente adecuados o no, y eso también nos condiciona como lectores. Tal y como promete la sinopsis, juega con la nuestro sentido de la ética.Con una facilidad increíble para que el texto no decaiga en ningún momento, pasamos por la infancia de este doctor confeso, por su adolescencia y universidad, para llegar a su viaje como explorador, antropólogo o médico, que sería la parte central de todo lo que leemos, y terminar con su faceta de padre, que será lo que le lleve finalmente hasta donde está. Es tan crudo, tan directo y tan veraz que acabas metiéndote dentro de lo que estás leyendo, con las ganas de avanzar para saber si ese que te habla a ti, el lector, es culpable de lo que se le ha condenado. Tras terminarlo podría decir que hay amor en el texto, pero un amor a uno mismo, a su grandeza, a su realidad, a su manera de mirar el mundo, y todo secundado por quien complemente la narración con aportes que lo hacen más creíble, que aportan seriedad pero que también implican aceptación y admiración, por lo que su objetividad no es tal.Las notas de editor aumentan la sensación de realidad de lo que estamos leyendo; algunas son muy cortas y otras muy largas; algunas son explicativas y otras son informativas; y en ellas está la mano de alguien que se siente cerca del doctor.No es una narración fácil por lo que no es una lectura fácil, pero a la vez me ha resultado fluida e interesante, tanto la parte antropológica de su historia (una tribu desconocida y descubierta a mediados del siglo XX vista desde los ojos de un chico distinto) como la historia de su propia vida, de sus valores y del porqué de sus acciones; sus porqués, realmente, ya que no creo que en ningún momento el doctor nos justifique lo que hizo, simplemente nos lo cuenta como quien se lo cuenta a él mismo. Habla de la impunidad, de los equipos de investigación, de las empresas farmacológicas, cómo no se protegía al individuo. Se tratan temas muy reales sobre experimentos, sobre descubrimientos, sobre el mundo científico, sobre la sociedad. Nos acerca a una parte de la colonización en los años 30, 40, 50 y en adelante. Habla de ciencia y habla de gente. Habla del interior de una persona, sin ser un texto intenso o pasional, y de sus motivaciones. Lo dicho, para mí esta autora consigue lo que quiere gracias a sus palabras. Enlace: https://millibrosenmibibliot..
Ríos de tinta se han escrito sobre Tan poca vida, la obra que catapultó al estrellato a Hanya Yanagihara, y sin embargo ha sido La gente en los árboles, la que fuera su primera novela, que con acierto Lumen ha rescatado, la que me ha dado a conocer a esta autora. Se trata de una obra, desde mi punto de vista, original pero tan particular que no me atrevería a recomendar a la ligera a pesar de lo mucho que me ha gustado. La mejor prueba es que ya tengo en mi estante Tan poca vida. Sobre la base de los trabajos y la vida de Daniel Carleton Gajdusek, un biofísico y médico norteamericano que alcanzó el Nobel de Medicina por su descubrimiento de las infecciones de virus lentos en una tribu que practicaba el canibalismo en Papúa-Nueva Guinea y fue arrestado en 1996 por abusar de uno de sus hijos, Yanagihara construye su historia. Una historia de ficción que, sin embargo, tiene muchos puntos en común con la de este médico. No obstante, os recomendaría no buscar datos si pensáis leer el libro. Creo que es mejor ir a ciegas y conocer la historia sin ningún tipo de pistas. En el año 1995, a sus setenta y un años, el doctor Abraham Norton Perina, un reputado científico y Premio Nobel de Medicina en el año 1974 por el descubrimiento del síndrome de Selene, una afección que llevó a los habitantes de Ivuivu, una isla de la micronesia, a mantenerse en una especie de eterna juventud física mientras que el deterioro mental seguía su curso, es acusado de violación, corrupción de menores y abusos sexuales. La primera denuncia viene de uno de sus por uno de sus cuarenta y tres hijos adoptivos. El peso de la ley cae sobre él y dos años después es encarcelado.Mientras cumple su condena, y a instancias de su colega y amigo Ronal Kubodera que defiende su inocencia y escribe el prólogo de la novela, Perina nos contará con todo lujo de detalle cómo fue su vida desde su nacimiento en una pequeña población de Indiana hasta llegar a convertirse en una eminencia por sus estudios sobre la longevidad de una tribu de la micronesia. Lo hará a través de las Memorias de A. Norton Perina, estructuradas en siete grandes bloques que coincidirán con las etapas relevantes en la vida del doctor, y divididas a su vez en capítulos numerados en los que encontramos una serie de diarios escritos en primera persona y complementados con una serie de notas al pie de su ayudante Kubodera. Perina habla de tú a tú al lector, lo interpela; un lector sobre el que planea una duda que se mantiene hasta las últimas páginas, pero acaba inevitablemente por implicarse en una oscura historia en la que pesan otros muchos temas de envergadura como el derecho de los indígenas a mantener sus costumbres sin ser pisoteados por los que nos erigimos como seres civilizados o la forma en la que la industria farmaceútica es capaz de asolar cualquier lugar si encuentra un filón en su camino.Una ardua labor de investigación es la que podemos adivinar tras las páginas de una novela narrada de forma sencilla pero tan bien descrita que logra trasladarnos al corazón de la selva o hacernos sentir la insignificancia del ser humano ante la fuerza de la naturaleza y el aislamiento. Pese a todo no es una lectura para devorar, de hecho, tiene tantas notas al pie de página que de tener una fuente más grande engrosarían de manera importante las páginas de la novela. Su ritmo es pausado pero está llena de detalles sensoriales que te invitan precisamente a dejar a un lado las prisas e imbuirte de un paisaje que hipnotiza. Es también esta una historia de supervivencia, que muestra con gran precisión cómo se desarrolla el trabajo de campo de los antropólogos en un lugar remoto. Sus dificultades de adaptación al clima, al entorno, sus relaciones con los indígenas, la complejidad de la ingesta (un tema que ha llegado a volverme el estómago del revés), sus estudios, sus mediciones, la vuelta a la realidad. Como telón de fondo un tema peliagudo sobre el que solo después de conocer la historia completa de Perina deberemos pronunciarnos. Creo necesario advertir al lector que, a pesar de que la acusación de Perina es el punto de arranque y el puerto al que ha de llegar esta historia, el grueso de la misma aborda temas muy variopintos y está mucho más centrada en cuanto acontece en la isla y la forma en que va cambiando a cada uno de sus personajes a raíz de sus experiencias. Esa es la única razón por la que no me atrevería a recomendarla a la ligera.Sin duda, Perina es el personaje en torno al que gira toda la historia. Un hombre hierático, de personalidad compleja, con un desapego emocional por sus semejantes que sorprende sobremanera, que encuentra en la ciencia el motor de su vida y al que la expedición a Ivuivu junto al profesor Tallent y Esme cambiará para siempre. En plena naturaleza algunos demonios que permanecían escondidos saldrán a la luz. Si te dejas llevar por la historia, por la vida en Ivuivu, por el paisaje, las costumbres?si te mimetizas con los biorritmos de sus habitantes, si te atrae la antropología y quieres personajes potentes sin duda encontrarás en ella una excelente lectura. Enlace: https://bookeandoconmangeles..