En la calle de Las palomas, número diecisiete, en una casa con la fachada de vieja piedra y paredes gruesas, vive Don Ramón Abril y Torrecillas. Con sesenta y siete años de edad, cada dÃa a las siete y treinta y cinco de la mañana espera en la estación con un globo rojo y una carta de amor. Desde mil novecientos sesenta y nueve, solo ha faltado setenta y siete dÃas a su cita. Muchos dicen que los trenes pasan solo una vez en la vida. Ni él ni yo lo creemos.