Este libro puede leerse como una novela corta apabullante. También puede considerarse como una dramática colecció de cuentos. O, de pronto, como un híbrido que hace historia en la literatura colombiana. Es la narració de la muerte con la simpleza de la crueldad. Hombres y mujeres, víctimas y asesinos, todos a una, se salen de las páginas para volverse inolvidables. Torrentosa pero cantarina. Esculpida con el cincel del gran artista, termina siendo una telaraña que atrapa desde el primer rengló la atenció del lector y obliga con su parrafada final a un gran aplauso.