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Emma vive cerca de Lille con su marido y sus tres hijos. Parece tener la familia ideal pero las inseguridades y el deseo la invaden cuando cruza su mirada con Alexandre en la brasserie André de la rue de Béthune. Decide abandonarlo todo y fugarse con él. Así lo hace, solo que ese mismo día, mientras lo espera en la estación, un suceso trágico da un giro a los acontecimientos. Emma pasa alrededor de un año y medio sin ver a su familia, reflexionando sobre sus sentimientos y sobre las noticias que su amiga Sophie le hace llegar sobre sus seres queridos. Hasta que un suceso de nuevo algo trágico, vuelve a cambiar el rumbo de la vida de Emma y la lleva a extender sus reflexiones, ampliarlas, darse cuenta de algunas cosas y dirigirse hacia un desenlace final que queda algo abierto.Lo mejor: Que maravillosa la forma de escribir de Grégoire Delacourt. Una expresión de sentimientos y sensaciones increíble. Pasajes relacionados con le historia de la cabra del señor Seguin, con canciones de clásicos franceses, con óperas y ballets... Interesantísimo y, para mí, de una riqueza enorme. Además, la documentación del autor es exquisita, referencias incluidas. Cantautores francófonos y sus letras, y sobre todo, su relación con la trama. Lo mismo con las óperas y pasos de baile. Pasajes especialmente seleccionados e integrados a la perfección para ilustrar los sentimientos de los personajes y las situaciones vividas, y a su vez su relación con la personalidad de los personajes. Como ocurre además con el vino, donde las descripciones, clases, tipos, viñedos... son de nuevo increíblemente detalladas y aportan gran riqueza a la historia. de igual manera el cuanto de la cabra del señor Seguin se va referenciando a lo lardo de todo el libro e igualmente se utiliza de una manera simbólica muy inteligente. La descripción de la enfermedad, también perfectamente documentada, con muchísimos detalles más allá de lo puramente clínico que lo hacen absolutamente real. Personalmente me entusiasman los autores que utilizan todo este tipo de referencias para ilustrar sus historias, especialmente las artísticas. Me parece un trabajo impresionante. Y qué decir de la propia escritura de Grégoire Delacourt. Una descripción de sentimientos profunda pero real, vemos y entendemos muchas cuestiones que nadie nos atreveríamos a expresar. Todo ello nos hace entrar de lleno en la historia porque no se limita a narrar los hechos, sentimos al completo lo que sienten los personajes y nos encontramos dentro de la historia de lleno. Además, en cada página hay frases que podríamos destacar. En un solo libro decenas y decenas de frases, reflexiones de vida.Lo peor: El rápido enamoramiento de Emma y Alexandre, y sobre todo, las cosas que se dicen. Demasiado adolescente. Demasiado inverosímil para la actualidad. Demasiado Romeo y Julieta. Es lo único que me ha costado entender. Ese deseo que desarrolla la protagonista y que, a pesar de todo, dura hasta el final. Sin embargo, me habría gustado leer la versión original en francés, puesto que en esa lengua el uso del lenguaje es muy distinto al que hacemos es castellano. Determinadas expresiones y formas de hablar que en castellano nunca diríamos, que nos parecen demasiado cursis o muy poco naturales, en francés si que son más utilizadas. Pero en cualquier caso, esos pasajes me parecieron demasiado y me hicieron desengancharme un poco en ciertos momentos.Mis expectativas no eran demasiado altas con este libro. Nunca podría haberme imaginado algo tan bueno.He procurado no destriparlo demasiado porque se podrían decir cientos de cosas de este libro. Os ánimo a todos verdaderamente a leerlo. Más allá de la propia historia, es un libro diferente, original, y sobre todo, su autor me ha parecido interesantísimo. Estoy deseando poder leer algo más de él.

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Antes que nada quiero agradecer a Masa críctica y a Maeva ediciones la oportunidad de leer este libro. Esta es una novela tan bonita y cuidada en su edición y traducción, como incómoda de leer. No me interpretéis mal. La prosa del autor es deliciosa, culta, sofisticada, poética y profunda. La incomodidad a la que me refiero es por la historia en sí, y precisamente eso es lo que la convierte en una lectura intensa e interesante. Te hace reflexionar y pensar en ese abismo al que Emma se refiere contínuamente. El que nace de lo más recóndito y te hace traspasar todos los límites. Mi problema como lectora ha sido que no he sentido que ese deseo se cimentase en nada, a parte de en una pulsión. Personalmente, lo he vivido como una especie de enajenación, quimera o estado de inmadurez de la protagonista. No he querido entrar en juicios y he intentado simplemente ser una espectadora de lo que se me estaba contando y aunque la narración es muy reflexiva e invita a la propia introspección, me ha costado mucho empatizar con la protagonista, no con algunos de sus pensamientos pero sí de sus hechos. Tiene un buen elenco de personajes secundarios, el marido, la madre, la mejor amiga, incluso el padre ausente que ahondan en el perfil psicológico de Emmanuelle; un buen giro argumental y referencias sobre vinos, ópera y otros elementos culturales que enriquecen la narración. Creo que es una buena lectura si te apetece crecer como lector sin entrar en juicios de valor y asomarte a ese abismo con esta protagonista anti heróica que nos ofrece este elegante escritor.

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Emma tiene todo lo que puede pedirle a la vida, un trabajo en una tienda de ropa infantil, un marido que la quiere con un buen trabajo que le permite pasearse en los mejores coches, tres hijos adorables, una casa fantástica, amigos... pero un día al entrar en una brasserie con su marido lo ve. Ve a un hombre que despierta sus sentidos con solo limpiarse la boca con una servilleta. A partir de ese momento volverá un día tras otro sólo para observarlo y conseguir el valor de hablarle. Y llega el día en que lo hace, ambos sienten atracción y están de acuerdo en abandonar sus respectivas vidas para estar juntos. A partir de aquí descubriremos que la historia tan idílica que han montado en sus cabezas no será ni parecido a la realidad y nos harán reflexionar acerca de las pasiones, el amor, la amistad o la familia a través de sus distintos personajes.Lo que más curioso me resultó al abrir el libro es que comienza por el capítulo 72, marcha atrás, hasta el 0 y después comienza hacia delante hasta el 127, repartidos en tres partes. Se trata de capítulos cortos, reflexiones, algunos de apenas unas líneas por lo que se va leyendo sin que te des cuenta. Un libro muy bien documentado, con muchas referencias culturales a canciones, óperas, ballets y a vinos, donde te los describen tan bien que parezca que estés saboreándolos con los propios protagonistas. Toda la historia la va asemejando y comparando al relato de La cabra del señor Seguin de Alphonse Daudet escrito en 1866, que tiene como protagonista a la cabra Blanquita que quiere irse del redil a la montaña y ser libre pero allí habita el lobo... Con una prosa muy bien cuidada y narrativa exquisita con unos plot twist totalmente inesperados este libro nos hace reflexionar acerca de cuánto somos capaces de perder para poder encontrarnos a nosotros mismos.

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Cuando parecía que Emma lo tenía todo en la vida descubrió con pesar que se sentía vacía y lo dejó todo. Ansiamos lo que no tenemos nunca somos o estamos completos. Puedes optar por lanzarte de cabeza por lo que crees que te falta y cuando lo consigues o bien te das cuenta que ahora quieres algo más, o también puede ocurrir que por el camino has perdido todo lo anteriormente conseguido, a veces es mejor disfrutar lo que ya tienes y no ansiar lo que te falta ( como dice mi madre: una falta la tiene cualquiera) . Hay muchas clases de amor y muchas formas de amar, y no por ello unas son mejores que otras, se pueden complementar, se pueden sustituir e incluso se pueden destruir mutuamente. La madurez te hace pensar, recapacitar y reflexionar sobre lo ya vivido, es cuando te das cuenta de las carencias o excesos que hay en tu vida, las vivencias compartidas, los logros conseguidos, y de como has amado y amas, de como tu amor pasional en pareja ahora es más sereno menos impulsivo, pero no por ello menos amor. Este libro me ha hecho pensar en: no abrir la mano para intentar atrapar algo, porque en ese movimiento puedo dejar escapar algo importante y esencial en mi vida que hasta ese instante no se que lo amo. Como dicen en el libro la vida solo es una palabra, y yo añado pero que grande es.