La Radio de Darwin es un libro de ciencia ficción, que tiene una historia bien desarrollada, profundiza el conocimiento en el campo de la microbiología genética y antropología de manera sencilla, qué a partir del descubrimiento de un nuevo virus, resultado de la mutación de segmentos de ADN no utilizados en el ser humano hace miles de miles de años, se generará una nueva sub especie del ser humano. Muy recomendable.

Autor del comentario: ABELHY
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Aunque muy original y atractivo, La radio de Darwin es una novela de ciencia-ficción que decae demasiado pronto, convirtiéndose en una tortura literaria que cuesta bastante de terminar.Greg Bear, autor de este libro, era un absoluto desconocido para mí, pese a tener cierta fama en el mundillo sci-fi americano. Y me extraña ese éxito si tenemos en cuenta que es un escritor sumamente mediocre cuyo único mérito es la minuciosa y exhaustiva documentación sobre biología molecular. Sin embargo, literariamente hablando, estamos ante un escritor mediocre que tiene un estilo denso y poco depurado. Cuenta con una prosa lenta, carente de interés y desarrollada a medias, un lenguaje lleno de tecnicismos científicos, bastante mal explicados pese a tener un glosario, además de unas descripciones muy básicas y poco trabajadas.La historia que nos narran en la Radio de Darwin es de una simpleza abrumadora, aunque aterradoramente posible. Dejando las cuestiones biológicas complejas aparte, este libro nos cuenta una historia de actualidad. Y es que al igual que la situación que estamos viviendo, la trama trata sobre una pandemia brutal, a cargo de un retrovirus humano insertado en nuestro material genético desde hace cientos de años. Este virus, llamado SHEVA, tiene un síntoma principal espantoso: provoca abortos en las mujeres embarazadas. Kaye Lang, bióloga, y Christopher Dicken, epidemiólogo, tendrán que descubrir qué es y cómo se trasmite este virus, así como si hay posibilidad de pararlo. Pero mientras el mundo enloquece con la idea de la futura extinción de la humanidad, aparecen datos de que el SHEVA puede ser algo más. Es entonces cuando se une al equipo Mitch Rafelson, antropólogo, que tras el descubrimiento de unas momias, supuestamente neandertales, descubre pruebas que indican que el virus tiene algo que ver en la evolución humana. Y hasta aquí puedo contar. Como podéis ver la trama es de lo más atractiva. Pero a medida que el libro progresa te vas dando cuenta de que le sobran muchas páginas, historias y personajes que no aportan absolutamente nada. El autor divaga demasiado en ciertos conceptos y actitudes morales que, bien enfocados, hubieran mejorado mucho la calidad del libro. Pero tal y como aparecen en la historia, lo único que consiguen es entorpecer la lectura y hastiar al pobre lector. Y luego está el final. El desenlace es un tanto predecible e inesperadamente abierto. Deja sin responder preguntas importantes, dando pie a una posible continuación que no estoy dispuesta a soportar.En suma, La radio de Darwin es una novela que no consigue entretener ni destacar dentro del género de la ciencia-ficción. Y es que su nefasto desarrollo, sus pesados personajes y sus historias intranscendentes aburren hasta el lector más motivado. Los puristas del género quizás lo encuentren incompleto o poco elaborado. Para el resto, es solo otro libro más intentando predecir un posible futuro de la humanidad. Está claro que Greg Bear no sintonizó bien con la “Radio de Darwin” obteniendo como resultado una historia plausible desde el punto de vista biológico, pero ni emocionante ni interesante desde el punto de vista humano.

Autor del comentario: REAH_29
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