Son los últimos años del siglo XIX en el imaginario paÃs de Minimuslandia. El Gran Duque Ferdinando Luis, depuesto por su primo, el emperador centroeuropeo Carlos Federico Guillermo, tras una serie de intrigas y amenazas, reconstruye los últimos dÃas de su reinado.
En su narración incluye cartas que se cruzaban sus súbditos, fielmente copiadas por sus servicios de espionaje, y a través de ellas evoca a los personajes que regÃan y habitaban su pequeño, feliz e indefenso paÃs y la lenta agonÃa de su independencia.
Una ingeniosÃsima metáfora sobre la identidad y el hecho mismo de ser y existir. Unas páginas llenas de magia e ironÃa, abiertas a todos los vientos de la inteligencia.