«Me llamo Murgen, portaestandarte de la CompañÃa Negra, aunque cargo con la vergüenza de haber perdido el estandarte en combate. Me encargo de los Anales porque Matasanos está muerto, Un Ojo no quiere y pocos más saben leer o escribir. Seré tu guÃa durante algunos meses, o semanas, o dÃas, lo que tarden los hombres del Maestro de las Sombras en llevar la presente situación a su inevitable final».
Asà escribe Murgen, curtido veterano de la CompañÃa Negra, que ha arrebatado el control de la fortaleza de Borrascosa a los malvados Maestros de las Sombras, señores de la oscuridad provenientes de los confines de la tierra. Ahora comienza la espera, ya que, agotada por el asedio, hostigada por la hechicerÃa y completamente superada en número, la CompañÃa parece encaminarse hacia su final.
Lejos de princesas elfas, prÃncipes prometidos, grandes palacios y mundos de ensueño, Glen Cook ha preferido un acercamiento más terrenal a la fantasÃa: un grupo de mercenarios envueltos en toda suerte de intrigas, batallas, apuros y lances fantásticos para ganarse su honesto jornal con el acero como única herramienta.