Una carta fechada en 1960 revela los misteriosos, y hasta entonces desconocidos, hechos que vive el poeta Rubén DarÃo un verano de 1910 en la costa francesa. Invitado a la casa del conde de «Pont-lÂ’Abbé», sugestivamente llamada «El JardÃn de las Almas», el sumo sacerdote del modernismo, entre efluvios de alcohol e inspiraciones poéticas, se ve involucrado en una extraña experiencia sobrenatural que se origina en una sesión espiritista. En el lecho del amor el poeta asiste espantado a lo que parece un acto criminal, y movido por una de esas vocaciones intensas y fatales que hacen a los grandes artistas, y que lo ha llevado al podio de la poesÃa, Rubén DarÃo desentraña desde el más acá los oscuros designios de las almas inmortales.