En 1938, Simenon, en el momento de publicar «Los crÃmenes de mis amigos», de la que más tarde dirá que es «una novela autobiográfica tan verdadera como Pedigree», pide a Gallimard que añada como subtÃtulo la mención de «historia verdadera». Como el editor le hace entrar en razón, renuncia y acepta sustituirlo por «novela».
La novela saca a escena a tres individuos que el narrador conoció cuando era joven reportero en Lieja: Hyacinthe Danse y Ferdinand Deblauwe, publicistas de la prensa de chantaje, y Le Fakir, ilusionista. Tres hombres que se convertirán en tres asesinos.