Estos tres Cuentos de una abuela no sólo reivindican a través de sus protagonistas —todas niñas— la igualdad entre los sexos y, por extensión, entre todos los seres humanos, sino también unos derechos del niño que muestran a los adultos la necesidad de enriquecer, fomentar y madurar las cualidades propias de la infancia: curiosidad, espontaneidad, creatividad, imaginación, ausencia de prejuicios o capacidad de aprendizaje a partir de la experiencia propia y ajena.
La autora, Aurore Dupin, nació en ParÃs en 1804 y desde muy joven, en parte gracias a su esmerada educación, se reveló como una persona inteligente, curiosa, creativa, inconformista y con grandes dotes para la música, la pintura y, sobre todo, para la literatura. Fue una escritora extraordinariamente prolÃfica, ya que a sus numerosas novelas y obras teatrales hay que añadir las colaboraciones en prensa y una abundantÃsima correspondencia.
Su dedicación a la escritura no le impidió llevar una vida de auténtica heroÃna romántica, apasionada en sus intensas relaciones sentimentales y comprometida en sus convicciones polÃticas y artÃsticas, asà como con su propio sexo, del que siempre se enorgulleció a pesar de haber adoptado un seudónimo masculino.