El abuelo del rey, fechada en 1912, publicada en 1915 y aumentada en 1929, es una de las mejores novelas de Miró quien siempre la consideró como obra preparatoria para Nuestro Padre San Daniel.
Representa una visión crÃtica de la vida provinciana. Asistimos a los cambios de la idÃlica ciudad levantina de Serosca con motivo de la llegada de nuevas gentes.
Esta obra relata la vida de una familia a través de tres generaciones, en Serosca. La belleza de esta radica en la trama bien argumentada, en la mezcla perfecta de la ironÃa y el sentimiento. En la ciudad levantina de Serosca se encuentra don Arcadio, un hombre entrado en años, de aspecto un poco lánguido y triste, que se hace notar cuando de su tierra Serosca se trata.
Don Arcadio tiene un hijo llamado AgustÃn, que después de seguir sus estudios normalmente, llega a convertirse en ingeniero. AgustÃn es la otra cara, opuesta al carácter conservador y patriota de su padre.
En un arranque de rebeldÃa en contra de los preceptos y reglas familiares se casa con Barcelona con una joven cubana que fallece en el momento del nacimiento de su hijo, también llamado AgustÃn. En medio de la tristeza y el abatimiento, AgustÃn hace un viaje a Filipinas donde muere.
Don arcadio abuelo ahora de AgustÃn, lo educa también convirtiéndolo en ingeniero. Como si el sino de su padre lo fuera guiando paso a paso. AgustÃn se dedica a la invención.
Después de su matrimonio con Loreto, una abnegada, dulce y sumisa mujer, viaja a América donde después de enviar una carta dirigida a su esposa desaparece sin dejar rastro.
Alrededor de los agustines aventureros se va tejiendo una leyenda que hace de estos hombres, héroes que se atrevieron desafiar las leyes familiares para ser dueños de su propio destino.