Rahab debÃa conocer tanto la degradación como una esclava a la que cualquier hombre podrÃa poseerÂ… y grandes alturas de poder como mas tarde tuvo al ser la esposa de un prÃncipe. Y en Jericó, cuando los muros se derrumbaron por orden de Josué, Rahab se ganó la gloria eterna como la mujer que ayudó al ejército de Josué a llegar a la Tierra Prometida.