¡No es demasiado tarde para detener la cuenta atrás! ¡TodavÃa podemos salvarnos! Necesitan ahora ellos una absoluta sumisión y podemos obligarles a respetar nuestras demandas si les convencemos de que no la obtendrán. Enviar un cohete al espacio con pasajeros en abierta rebelión serÃa demasiado peligroso. Nadie corre esa clase de riesgos cuando se es responsable del éxito o del fracaso de un proyecto que cuesta cinco millones de dólares.