Francisco Umbral, madrileño, es uno de nuestros escritores más leÃdos en la actualidad. Sus magnÃficos artÃculos en periódicos y revistas de la más varia especie —que giran, por lo general, sobre el gozne del vivir cotidiano de su querido Madrid—, le han valido un lugar privilegiado entre la narrativa de nuestra posguerra. Además de las biografÃas de Larra, GarcÃa Lorca, Valle-Inclán, lord Byron, Miguel Delibes y Lola Flores, ha cultivado también con acierto el género novelÃstico en novelas como Balada de gamberros, TravesÃa de Madrid, El giocondo y Las europeas.
Sin embargo, los momentos más insuperables de su prosa los hallamos en su faceta de cronista, como demuestra claramente la presente obra. Diario de un snob —el snobismo no es categorÃa tan desdeñable como se supone— resulta, en palabras del propio autor, no un diario Ãntimo y narcisista sino abierto, informal, irregular, el que la vida nos va escribiendo cada dÃa y que, más que un testimonio personal, es un testimonio histórico, social y cotidiano, más que el documento de un hombre, el film de una época, y más que un monólogo interior, el diario colectivo y la anotación personalÃsima de toda una comunidad.