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Florencia Bonelli, para mí, siempre fue una de esas autoras argentinas que todo el mundo odia o ama. He escuchado alabanzas y críticas duras, así que decidí armarme mi propia opinión.Bodas de odio es una novela intensa y muy bien ambientada.Es sencilla de leer, con una prosa para nada pretenciosa y las páginas se te pasan volando. Tiene todo lo que me gusta en una novela histórica: drama, romance, idas y venidas, etc. Pero el punto clave y fuerte de esta historia es la ambientación. Todo, hasta lo más mínimo y prescindible está ubicado de tal manera que te sumerjas en la época, con detalles precisos y adicionales sobre la historia argentina que te hacen vivir la historia desde otra perspectiva, la historia principal pasa a un segundo plano y te la pasas maravillado por la ambientación.En cuanto a la historia principal me pareció un romance más del montón, con los típicos dramas y desencuentros de este tipo de historias, pero entretenido. En ningún momento el rimo decae ni se torna aburrido, es más, ansiás saber qué sucederá después, cómo se solucionarán los conflictos.Sin embargo, hay algo que me chocó bastante y que me dejó pensando en si este libro vale la pena o no.Fiona, nuestra protagonista es un personaje bastante simpático. Interesante, si se quiere, porque a pesar de que le tocó vivir en esa época de mierda donde las mujeres solo servían para ser esposas, ella quería, dentro de todo, salirse de esa categoría. Es terca, rebelde, obstinada, no quiere lo que la sociedad y su familia le obligan a hacer, es decir, casarse con alguien a quien no ama. Y Juan Cruz, su prometido, es el ser más fastidioso, violento y horrible del mundo. Entonces, el rechazo de ella y la insistencia de él es lo que lleva la trama de esta historia... pero al final, y no sé si con esto hago un spoiler o no pero necesito explayarme, ese histeriqueo violento y unilateral empieza a adquirir matices románticos, como si la autora no quisiera hacer una crítica sobre lo que estaba pasando, sino ofrecerlo como algo que el lector puede disfrutar simplemente aceptándolo y disfrutando de ese romance fogoso y seductor.No sé, puede que lo haya interpretado mal, puede que haya confundido las cosas, pero el final me quedó dando vueltas en la cabeza y no estoy muy seguro de si realmente me gustó o no.Tengo otro más de la misma autora, le daré otra oportunidad como para tener algo con qué compararlo y así poder despejar un poco las dudas.

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Disfruté bastante de la lectura, me gustaron las referencias históricas y nunca está demás seguir detestando a Rosas. En cuanto a la historia principal, tuve una relación complicada con la protagonista... Fiona es rebelde, arisca y tiene ideas feministas, pero también es malcriada y caprichosa lo que la lleva a actuar como una cría durante gran parte de la novela. Detesta las reuniones sociales y bailes donde pareciera que ofrecen a las muchachas solteras en vidriera y es en una de estas reuniones donde conocerá a Juan Cruz de Silva, el protegido de Rosas y un acaudolado estanciero. Pero también tiene mala fama por ser bastardo y lo apodan el diablo, en sintesis la impresión que se lleva Fiona al conocerlo no es la mejor y peor le caerá cuando se entera que su padre hizo un arreglo para casarla a cambio de el pago de las deudas de la familia. Así empezará una suerte de romance tormentoso lleno de odio y hielo que se irá derritiendo con bastante lujuría (en serio estos dos no pueden sacarse las manos de encima cuando dejan de gruñirse). Me faltó profundidad en su relación, pasan del odio a la pasión pero sin construir una relación emocional y comunicativa, así que eso me molestó un poco. También me pareció que le faltó una trama notable, aunque te engancha con las cosas que pasan no sabes muy bien a qué apunta o planea llegar. Y la mayor sorpresa me la llevé con el protagonista masculino, tenía todos los puntos y cualidades para ser el macho dominante cavernícola, pero resultó ser bastante centrado, astuto y comprensivo, no niego que tiene actitudes un poco goma de vez en cuando pero en general me cayó bien. Hacía el final había que meter tensión y ponen toda una intriga con artimañas para separarlos que me molestó por lo cliché y por las actitudes infantiles de Fiona. Por ahí el epílogo resulta interesante aunque nos deja con ganas de un final más épico quizás.

Comentarios de lectores del libro Bodas de odio