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El abrazo del monstruo de Félix J. Palma

de Félix J. Palma - Género: Intriga
libro gratis El abrazo del monstruo

Sinopsis

Diego Arce es un reconocido escritor de novelas de misterio que no atraviesa su mejor momento. Desde la publicación de su primera novela, que lo catapultó a la fama, no ha conseguido reproducir el mismo logro y, después de muchas presiones y de otros tantos fracasos literarios, accede a los ruegos de su editor para resucitar en una nueva entrega al personaje al que debe su éxito: un psicópata apodado «el Monstruo» que secuestraba a niñas en la Barcelona modernista.

Pero una noche, mientras Diego y su mujer asisten a una fiesta, alguien decide llevar la ficción a la realidad y revivir al Monstruo secuestrando a la hija de Diego, Ariadna, de siete años, y en un juego macabro, proponer a Diego tres pruebas que deberá superar en directo a través de internet, si quiere recuperar a su hija. Comienza así una terrible carrera en doble dirección para descubrir quién está detrás del secuestro. Al mismo tiempo que debe demostrar al mundo hasta dónde es capaz de llegar para salvar a su hija, Diego también tendrá que reconstruir su vida, con la ayuda de su mujer y del inspector Gerard Rocamora, para descubrir en su pasado quién puede desearle tanto mal.


En el género negro innovar es muy complicado, parece que ya está todo inventado y cada vez es más difícil sorprender al lector, encontrar una bocanada de aire fresco, y Félix J. Palma consigue dar una vuelta de tuerca al sacar al personaje de una novela y convertirlo en carne y hueso y pergueñar de esa forma una venganza contra el autor por impedirle terminar su misión.Mimbres hay sin duda, atractivo es el tema, no me lo negaréis, y además el personaje que crea el novelista es siniestro y el que se escapa de la novela es un psicópata de manual, con una mente retorcida y una capacidad para el mal espectacular. Y el lector es testigo de las vueltas de tuerca que da el autor a la trama, a los personajes a los que coloca en situaciones tan límites que quien se adentra en sus páginas no puede dejar de preguntarse que haría en una situación semejante.Hay ocasiones en las que me he visto reflexionando con el propio Diego, no si él sería capaz de hacer las pruebas, si no si yo sería capaz de superarlas para salvar a mi hijo, porque como creador de la novela sabe perfectamente que el monstruo no tendrá ninguna duda de infligirle a su hija todo el mal que el no sepa o pueda superar. Y al hilo de esto, no se si la intención de Félix J. Palma era la de denunciar el voyeurismo que impera en las redes, ese ser testigo de la vida minuto a minuto de las personas que se avienen a compartirlas, ese morbo a golpe de tuit, o de video multimedia, también sobre eso reflexioné, que haría yo de encontrarme en tal tesitura, hacer caso a las autoridades para restar notoriedad a la prueba y no dar al Monstruo su minuto de gloria, o sentarme a ser testigo de las tropelías que se permitiera diseñar.Siento deciros que no se muy bien que haría, porque he barajado varias hipótesis, pero no es menos cierto que hasta que no te encuentras entre la espada y la pared, sometida a más presión de la que tu cuerpo y mente es capaz de soportar, es baladí conjeturar si sería capaz o no de llevar a cabo esas pruebas,ni si sería participe de ese gran circo que monta el Monstruo, aún así creo que la última es tan gore que veo un tanto improbable superarla, aún con toda la presión del mundo, pero también creo que no tendría estomago de verla en directo, soy bastante aprensiva.Nos encontramos ante una novela de más de setecientas páginas, en las que no siempre la trama corre, que está salpicada de flash back, en la que hay hechos que se repiten en más de una ocasión, cuando el autor los piensa, tiene pesadillas, cuando se los cuenta a su mujer, cuando se los cuenta a su hermano, cuando hace participe a Rocamora, el trauma infantil que arrastra Diego se repite hasta la saciedad y en ocasiones he llegado a pensar si no había forma de solo nombrarlo una vez, porque el lector ya está al tanto, en ocasiones es necesario dejar que piense, que se no se le de todo mascado, las pesadillas recurrentes de Diego me han ralentizado en algún momento la lectura, me han sonado a dejà vu, en definitiva me han sobrado, creo que con un vuelta de tuerca más se podría haber llegado a suprimir tanta repetición, o a lo mejor con alguna menos... No lo sé muy bien, a veces menos es más.El protagonista absoluto de esta novela es Diego Arce, y todos los demás personajes se van desdibujando, en torno a él, a su gran éxito literario y a su personaje siniestro gira toda la novela, el resto son meramente accesorios, necesarios según el pasaje que se esté narrando, pero con mucha menos fuerza literaria, y el egoísmo, la mezquindad de este ha llegado a hastiarme, una persona que se cree el centro del universo, que el mismo reconoce que salvo su hija poco más le importa, una persona que no se da cuenta de que quienes le rodean tienen sentimientos y necesidades. Diego me ha causado un montón de sentimientos, desde el desprecio más absoluto y esa sensación de que tiene merecido cuanto le pasa, hasta la conmiseración porque las pruebas se pasan de rosca, pasando por la pena más absoluta de ver como se va deteriorando su vida y sus relaciones, hasta la admiración final por su obstinación, perseverancia y valentía dentro de todos los miedos que lo sacuden convirtiéndolo en un pelele.Y entre las tramas tenemos la metaliteraria, que va alternándose en la primera parte del libro con los capítulos de Sangre y ámbar el gran éxito literario de Diego Arce, me he sorprendido a mi misma deseando que llegaran esos capítulos, hubiera devorado la novela dentro de la novela, la mezquindad de alguno de sus personajes me sobrepasaba. Diego Arce logró pintar al Monstruo de forma diabólica, tanto en su presencia física como en su mente enferma. Y Félix le da la vuelta a la novela de ficción y le permite escapar del manuscrito en el que Diego le ha encerrado para acabar el trabajo que le impidió terminar. Simplemente magistral, ahí me rendí a los pies del autor, y seguí leyendo con fruición hasta que en un momento dado intuí quién podía ser el monstruo, pero ni siquiera ello despegó el libro de mis manos.Porque si el quién era importante, el porqué no lo era menos y el cómo tampoco, y eso es lo que vamos descubriendo en la segunda y tercera parte, y aquí alguna de las repeticiones no me han molestado porque me han aportado distintos puntos de vista, me han puesto los pelos como escarpias al descubrir como una apariencia benévola y altruista puede esconder la maldad en estado puro. Ser testigo de las manipulaciones que ese personaje somete al resto me puso muy mal cuerpo y me sumergió en una atmósfera opresiva, al entender que como lector iba un paso por delante de la investigación. Félix J. Palma no se saca ningún conejo de la chistera, todo está a la vista, en ocasiones sobreinformado y sin embargo viraje tras viraje va sorprendiendo al lector, porque le apunta una teoría que este ve plausible para ir desmoronándose línea a línea.Felix J. Palma se divierte jugando con el lector, ofreciéndole pistas falsas, dando por concluida la investigación para llegar al punto de partida de nuevo, y el tiempo corre, las pruebas cada vez son más complicadas, la última es simplemente salvaje y aberrante y parece que la policía se empeña en enrocarse, en no ver lo que el lector ya intuye, en lo que Rocamora entreve, no es una novela negra al uso. Y no lo es porque la víctima es parte activa de la investigación, se desquicia, actúa a la desesperada, pero al mismo tiempo mantiene la mente lo suficientemente lúcida para que no se le pasen las pistas que aparecen en las pruebas.El estilo del autor al narrar me ha convencido, es verdad que pienso que le sobran páginas, que hubiera podido solventar de otra forma las repeticiones, que tiene algún personaje infrautilizado, pero quizás ese es el efecto que él buscaba, pretendía centrar nuestra atención en Diego y que los demás fueran accesorios, unos secundarios necesarios pero que si en algún momento prescindía de ellos tampoco se notara. Para ello posiblemente haga falta maestría, para mantener la atención del lector durante tantas páginas tambiénLa última parte simplemente ha volado en mis manos, necesitaba saber como iba a cerrar una investigación que parecía no tener fin, y me ha sorprendido, me ha parecido muy ingenioso, sin necesidad de sacarse un as de la manga porque la novela estaba sembrada de pistas, pero la proliferación de ellas distrae la mente del lector, incluso la del más avezado. Me ha gustado el colofón final que despúes de tanto retorcer la trama y a los personajes nos ha brindado el autor. Me ha parecido brillante, un final acorde con la trama y las subtramas que se manejan, que son de lo más variadas pero giran todas en torno a la principal, o a un accesorio del protagonista.Me costó cerrar la boca cuando tuve ante mí la resolución del caso, no podía dejar de pensar en si era verosímil, o una argucia más y terminé concluyendo que la desesperación y el ansía de salvar a lo que más quieres te da fuerza, más de la que pensaste tener alguna vez. No quiero destripar más, pero en ese final yo hubiera cambiado alguna cosita, por aquello de la justicia poética, pero es difícil entender lo que quiero decir sin haberse leído la novela, o quizás a vosotros os parezca perfecto tal y como lo presenta el autor, porque para gustos los colores.Conclusión:A pesar de unos pequeños peros, El abrazo del monstruo me ha parecido una buena novela, que juega con varios factores novedosos que le aportan un aire fresco al género, al tiempo que tintes góticos y juega con la metalitetura, con el mundillo de los autores, los editores y las editoriales, y como no de los lectores. Ahí he visto una crítica encubierta al mundo editorial de la mano de la insistencia de Tejada para que Diego resucitará al Monstruo en una nueva novela, también cuando secuestran a su hija y pretende que vaya a un plató de televisión para llevarse su parte del pastel. Me ha parecido tremendo el ninguneo al que somete al autor ante su negativa a escribir una segunda parte de su novela más exitosa, hasta que este se aviene a hacer volver al Monstruo. Me ha parecido un mundo despiadado, destructivo y muy interesado.El estilo del autor es ágil, sencillo con profusión de diálogos, sabe dosificar la intriga, y cuando el lector cree que lo tiene todo bajo control es especialista en dar una vuelta de tuerca a la situación y dejar la partida de nuevo en la casilla de salida. Félix J, Palma juega con el lector, pero juega limpio, no se saca ases de la manga, ni conejos de la chistera, aunque el lector no siempre sea capaz de ver las pistas a tiempo porque potencia otras que llevan a callejones sin salida.A pesar de que Diego es un personaje potente que evoluciona a lo largo de la novela me hubiera gustado una mayor profundidad en algunos de los secundarios, sobre todo en la mujer de Diego, pero no quiero contar más porque es una novela para ir descubriéndola página a página. Es una historia para dejarte abrazar por el Monstruo, dejarte envolver por su maldad, por su atmosfera opresiva, y deshacerte de ese abrazo letal en la última línea.Seguro que El abrazo del monstruo te proporciona muchas horas de lectura placentera, y seguro que esos peros si tu también los ves, se quedan en pequeñas anécdotas que no desmerecen la lectura de esta gran novela. Enlace: https://detintaenvena.blogsp..
Diego Arce es un escritor de novelas negras. Ha escrito tres pero la que le dio el éxito fue la primera, Sangre y ámbar, que tenía por protagonista a un cirujano que secuestraba niñas y obligaba a sus padres a superar tres retos ?cada vez más difíciles- si querían volver a ver a sus hijas con vida. Ese cirujano, ese Monstruo, hizo famoso y rico a Diego. Pero estaba basado en su peor pesadilla infantil y Diego no quiere resucitarlo a pesar de las peticiones, casi exigencias, de su editor y a pesar de que sus dos posteriores novelas no tuvieron ni de lejos semejante éxito.Pero alguien sí que quiere revivir al Monstruo. Cuando Diego y su mujer Laura están fuera de casa, su pequeña hija Ariadna ?que se ha quedado al cuidado de una canguro- es secuestrada. No hay signos de violencia, la puerta no ha sido forzada. Lo único extraño, además de la desaparición de la niña, es que el primer manuscrito de Sangre y ámbar ha salido del cajón del escritorio donde Diego lo tenía encerrado bajo llave y que tinta roja salpica las paredes del despacho del escritor Lo que ya se vislumbra como una terrible pesadilla, lo será más aún cuando Diego recibe un sobre negro (como en la novela). En la carta que va dentro el Monstruo le dice que, si quiere volver a ver a su hija con vida, tendrá que superar tres retos. ¿Ha podido, de alguna forma, transcender el Monstruo de las letras a la realidad? ¿O es otra persona quien se está haciendo pasar por él para conseguir no sabemos qué? Diego y Laura, ayudados del inspector Rocamora (amigo de la pareja) pondrán todo de su parte para averiguar qué está pasando y salvar a la niña. El abrazo del monstruo es un thriller en toda regla. de esos que comienzan muy fuerte y se mantienen así hasta la última hoja. En mi caso al menos, ha sido un no poder parar de leer. Necesitaba saber cómo acababa todo, si Diego conseguía cumplir los tres retos, saber quién o qué era el Monstruo. Era una necesidad casi física que me obligaba a leer y leer, sin apenas descanso. Por eso, a pesar de ser un buen tocho, me ha durado poco entre las manos. Ayuda el hecho de que la lectura sea muy fácil, que no canse. El ritmo no decae en ningún momento. Afortunadamente, en algunos momentos el autor ofrece alguna escena un poco más ligera, casi humorística para relajar un poco la tensión. Son pocos momentos pero se agradecen porque, de verdad, la lectura resulta sumamente tensa. Me ha gustado muchísimo todo el libro, tanto la trama como su desarrollo como los personajes. También el final (que en alguna reseña había leído que quizás era un poco más flojo que el resto pero que a mí no me lo ha parecido; a mí me ha parecido bueno y coherente y no me esperaba otra cosa). Uno de los aspectos que más me ha gustado es su clara carga metaliteraria. Diego Arce es escritor pero no es ése el único aspecto metaliterario del libro. Va mucho más allá. Y es que el personaje que creó en su primera novela Sangre y ámbar, el monstruo, parece que ha salido del papel y está retando a su creador tal y como lo hacía en la ficción. A lo largo de la novela se nos va a hablar en muchas ocasiones de Sangre y ámbar; de hecho, se intercalan algunos capítulos de ese libro por lo que conoceremos perfectamente la historia que allí se contaba y, en cierta forma, es como si estuviésemos leyendo dos libros. Me ha encantado esta duplicidad de tramas y me han dado muchas ganas de leer Sangre y ámbar jajaja (no estaría mal que el autor hiciese un spin-off) Pero además de la que podríamos denominar trama del presente y de la trama metaliteraria, tenemos una especie de subtrama que se refiere a un hecho traumático de la infancia de Diego. Un hecho que le marcó para siempre, un monstruo que puebla sus pesadillas. Esto estará íntimamente relacionado con todo lo demás. El protagonista indiscutible de la novela es Diego Arce. Porque es el autor de la novela de la que se escapará el monstruo, porque es a quien le pasó cierta cosa en la infancia que será la causante de todo lo demás y porque es quien deberá cumplir los retos a los que le enfrenta el Monstruo. Unos retos que serán retransmitidos en internet para que la humillación de Diego sea completa. Y con esto el autor plantea dos temas interesantes. Por una parte, la exposición pública a la que casi todos nos sometemos constantemente en internet y el morbo que suscitan determinados comportamientos. La retransmisión del cumplimiento o no de los retos por parte de Diego se convierte en top trendy y eso da que pensar. Estoy segura de que si en la realidad ocurriese algo así, también sería visto por miles de personas pero resulta sencillamente repugnante (ya os digo que yo no lo vería ni loca) Por otro lado, como madre en mi caso, no puedes evitar pensar qué harías si uno de tus hijos fuese el secuestrado y tú fueses la que tuvieses que cumplir los retos. ¿Seríamos capaz de hacerlo? Obviamente, desde fuera, creo que cualquier padre diría que sí pero no veáis los retos que ponen al pobre Diego. Sólo de pensar en ellos ya te empiezan a temblar las piernas. Junto a Diego tenemos a su mujer Laura y al inspector de policía Gerard Rocamora. Ambos van a tener un papel muy destacado y van a dar lugar a una especie de subtramas muy interesantes. Además, tenemos una serie de personajes secundarios apenas esbozados. El libro está dividido en tres grandes partes más un epílogo. En total son cuarenta capítulos de corta extensión. Será un narrador omnisciente quien nos irá contando los entresijos de la historia, tanto en la trama principal como en la novela Sangre y ámbar El ritmo, ya os lo he dicho al principio, es muy rápido. Hay mucho diálogo, la lectura es muy sencilla, los capítulos son cortos y la intriga constante y creciente. Todo eso ayuda a que el libro se pegue a las manos y no puedas parar de leer. El ritmo se mantiene constante y, como suele ser habitual, se acelera al final. Conclusión final He disfrutado mucho El abrazo del monstruo. Pero mucho mucho. En un momento en el que no me concentraba y en el que los libros que estaba leyendo no me acababan de enganchar del todo, el monstruo ha sido un revulsivo: un libro para disfrutar y para no parar de leer, justo lo que quería y necesitaba. Enlace: https://librosquehayqueleer-..
Diego Arce es un escritor en horas bajas que vive de las rentas de Sangre y ámbar, su primera novela y la que le lanzó al estrellato. En ella, un despiadado asesino, apodado el Monstruo, secuestraba niñas de la alta sociedad barcelonesa obligando a sus padres a superar una serie de espeluznantes pruebas para salvar la vida de su progenie. Hoy parece que sus peores pesadillas se han hecho realidad porque al volver con su esposa de un congreso literario descubre que Ariadna, su hija de siete años, ha sido secuestrada. En su habitación, un sobre negro despertará en ellos el horror porque la secuencia de los hechos reproduce con exactitud el modus operandi de el Monstruo, la criatura de su novela. Pero, si este malvado asesino no es más que un personaje de papel, ¿quién puede estar detrás de este rocambolesco secuestro?Decir que El abrazo del monstruo te atrapa desde sus primeras páginas es decir poco de una novela narrada de forma sencilla y con un ritmo tremendamente ágil, que nos adentrará rápidamente en un macabro juego capaz de mantenernos en estado de alerta y tensión hasta un desenlace en el que alguna cosa no ha terminado de encajar como esperaba. Estamos ante un claro ejemplo de metaliteratura: su protagonista principal es escritor, comenzamos en un certamen literario, vamos a conocer muy de cerca cómo es el ciclo creativo, desde el germen hasta la promoción de la misma y, por rizar el rizo, también encontramos una novela dentro de la novela.Parece que a Felix J. Palma no le pareció suficiente gancho la historia del secuestro y esa particular forma de poner en manos de un padre la supervivencia de su hija, para conseguir arrastrarnos a una lectura frenética sino que, además, en capítulos alternos, nos adentra en una segunda historia, la de Sangre y ámbar, la novela que en su día escribiera Diego Arce, y que nos traslada a una Barcelona oscura y llena de sombras, allá por 1913, en la que un cruel asesino, que va dejando tras él un reguero de sangre y muerte, no solo tiene atemorizada a la población sino que ha conseguido sacar a la luz los instintos más bajos del ser humano, convirtiendo en un auténtico espectáculo las crueles pruebas que deben superar las familias de las víctimas.Aunque estos son a grandes rasgos las que sustentan la novela, que no son pocos, también el autor saca a la palestra temas como el tortuoso camino que para un adulto puede ser vivir sin resolver los traumas y miedos del pasado, el circo mediático en que se convierten terribles acontecimientos y, sobre todo, los límites de la maldad humana.Un único escenario, la ciudad condal, en dos momentos diferentes, entre el año 1913, la y la actualidad, pero que nos muestran de igual forma su lado más oscuro y peligroso, será el elegido por el autor para ambientar una historia que va y viene del presente al pasado de Diego para, a la vez que vamos montando las piezas del secuestro, ir dibujando la figura del literato, y además intercalar capítulos sueltos de su novela. Podríamos considerar a Diego el protagonista indiscutible de esta historia; su perfil psicológico queda impecablemente trazado y es el que más juego nos va a dar. Mención especial también merecen Laura, su esposa, un personaje a través del que conoceremos además de la desazón propia de una madre ante el secuestro de su hija, las particularidades que entraña de puertas para adentro en la vida de un escritor (la soledad del proceso creativo, el apoyo de la familia en horas bajas?). También Gerad Rocamora, un íntimo amigo de la familia y parte del equipo de investigación merece un lugar importante por su compromiso con el caso. Junto a ellos existe un importante elenco de secundarios que no quedarán más que esbozados.El abrazo del monstruo es un thriller que no da tregua. Una madeja llena de hilos que se enmaraña por momentos y con la que el autor no solo pone a prueba a sus protagonistas a través de una serie de retos sino que consigue involucrar a un lector, que como el investigador más avezado tratará de adelantarse e identificar al asesino. Enlace: https://bookeandoconmangeles..
Creo que debo empezar diciendo que el que se adentre en esta lectura pensando encontrar algo parecido a la Trilogía Victoriana de este autor, se va a sorprender bastante. Que conste que yo solamente he leído El mapa del tiempo, aunque tengo la segunda y tercera parte en espera, y ya os digo que no tienen nada que ver. Imagino que habrá sido muy diferente documentarse para la Trilogía Victoriana que para escribir esta novela. No voy a entrar a juzgar cual es mejor o peor porque creo que va a depender de los gustos del lector, pero en mi caso os diré que aún siendo historias tan distintas en su trama, en la forma en que están escritas y con un ritmo muy diferente de lectura, me han gustado mucho las dos. Diego Arce es un escritor que tras haber triunfado con la publicación de su primera novela Sangre y ámbar protagonizada por El Monstruo, un siniestro personaje que se dedica a secuestrar niñas y a obligar a sus padres a pasar por una serie de pruebas si quieren volver a verlas con vida, no consigue que el resto de su obra obtenga, ni de lejos, el mismo éxito que su ópera prima. Justo cuando empieza a plantearse seriamente recuperar a su Monstruo para una segunda novela, Ariadna, su propia hija, es secuestrada a manos de El Monstruo, que parece haber decidido escapar de aquel primer manuscrito que guardaba bajo llave, aunque a todas luces eso no sea posible. Desgraciadamente enseguida se dan cuenta de que el secuestrador va a hacer exactamente lo mismo que en Sangre y ámbar. Si Diego y su mujer Patricia, quieren volver a ver a Ari, él deberá pasar por tres pruebas cada una peor que la anterior, pero ¿será Diego capaz de hacerlo? ¿Y quién es el secuestrador? porque no es posible que un personaje se escape de su novela... ¿o sí?Como veis solamente el original planteamiento inicial de la novela ya consigue atrapar al lector muy rápidamente y enseguida te metes de lleno en la historia, pero es que además a lo largo del secuestro de la niña y a medida que el tiempo avanza y Diego se tiene que ir sometiendo a las pruebas, el autor nos ofrece la posibilidad de ir leyendo fragmentos de la novela Sangre y ámbar , así que en lugar de estar en envueltos en un misterio, lo estamos en dos. Sin duda los fragmentos elegidos para que podamos leerlos complementan perfectamente la situación que Arce está viviendo y además, teniendo en cuenta que la novela escrita por Diego transcurre en la Barcelona modernista de 1913, nos servirá para adentrarnos en esta fantástica ciudad llena de luces, pero también de muchas sombras, donde el trabajo de Gaudí está en pleno apogeo y se puede apreciar en muchos puntos de la ciudad.Para averiguar el paradero de la niña e intentar que Diego no tenga que someterse a las tres pruebas, tenemos al inspector de policía Rocamora, que asesoró a Diego durante la escritura de su última (e ignorada) novela y que acabó convirtiéndose en un buen amigo de la familia y tío postizo de Ari. Nadie entiende qué ha podido ocurrir, quién podría estar interesado en hacerles daño y en llevarse a la niña, así que no les queda más remedio que investigar a todas las personas que forman parte de su vida en este momento e ir yendo hacia atrás en el tiempo buscando cualquier pequeña pista que les lleve hasta la pequeña por muy increíble que parezca y así, durante la investigación conoceremos más a fondo a todos los personajes de esta historia, principales y secundarios y poco a poco nos daremos cuenta de que todos tienen una parte si no oscura, al menos una parte que no muestran a los demás. Hasta la niña diría yo, pero si lo pensamos ¿quién es en realidad completamente transparente? Yo diría que nadie, así que a mis ojos, dibujar así a los personajes los ha hecho más reales.De todos modos en quien más se refleja todo esto es en Diego, un hombre que ha construido un personaje a medida para sí mismo y que carga desde niño con unos miedos y terrores internos que nunca ha sido capaz de confesar, maquillándolos detrás del personaje que ha decidido ser y que los demás desconocen por completo. Diego lleva muchos años peleando con sus propios demonios y el lector llega a dudar si podrá someterse a las pruebas que El Monstruo tiene preparadas para él. Esta situación ¿sacará de él al hombre cobarde que se esconde en su piel o acabará sacando al padre valiente que su hija necesita? Esa lucha interna consigo mismo ha sido muy interesante.La verdad es que me ha gustado mucho este ¿thriller gótico/contemporáneo? que además también tiene un punto fantástico. Me ha gustado cómo está escrito (tan distinto a la Trilogía Victoriana), la historia, el ritmo, aunque es cierto que quizás podría haber sido un poco más corto y no habría pasado nada y por ponerle un pero, diría que me cuesta imaginar a una niña de siete años pensando y razonando como esta. Tengo dos sobrinos gemelos de esa edad y aunque son muy diferentes a ninguno de los dos los puedo imaginar pensando ni de forma parecida como Ariadna. Lo que sí me ha gustado mucho es que todo queda bien cerrado, no hay un final abierto que dé pie a una continuación y es que en este punto, y aunque soy muy consumidora de series y trilogías, opino como Rocamora y prefiero un final cerrado y no uno ambiguo como la novela de Arce Sangre y ámbar.A Rocamora no le gustaban los finales abiertos, los desenlaces evasivos que invitaban a pensar a seguir reflexionando sobre lo leído una vez devuelto el libro a la estantería. le parecían un síntoma de falta de inspiración, o de simple pereza por parte de su autor. ¿Tan difícil era ofrecerle una respuesta clara y satisfactoria a quien se había tomado la molestia de leer la hsitoria hasta el final? A Rocamora los finales le gustaban como los casos, cerrados, que pudieran archivarse para siempre y así poder olvidarlos, quitárselos de una vez de la cabeza. ... Diego pensaba que los finales abiertos enriquecían la trama, aunque en realidad era el lector quien la enriquecía con sus cábalas. Anímate a leerlo y aprovecha para encerrar ese monstruo que todos llevamos dentro. Enlace: https://bitacorademislectura..
En muchas ocasiones, los thriller a pesar de tenerte enganchado, debes dejar el libro aunque sea por unos minutos, para salir del sofoco que te produce o para procesar la información que te va llegando, o para evaluar si lo que sabes hasta ahí encaja con el sospechoso tuyo?porque todos tenemos un sospechoso casi desde el principio y andamos buscando pistas de que nos están engañando?.pero este libro me hace desear saltarme unas páginas y saber que pasa, es una especie de compulsión a querer saber quién está detrás de toda la trama y que pasa con los personajes, sobre todo con la niña, pero como un juego en el que hay mucho en juego, aguanto mis ganas y sigo leyendo detrás de la página 237 la 238, la 239 y así sucesivamente. Y en todo momento me pregunto qué haría yo en una circunstancia parecida. Me gusta el ritmo de la narración y me encanta como el autor le da cualidades humanas (animadas) a los objetos, como si quisiera humanizar la trama mientras te retuerce las entrañas. Dentro de una trama efectista el autor esconde muchos de los miedos de los seres humanos, esos tan recónditos que solo los airamos ante el espejo un par de veces en la vida, eso que no nos queremos confesar ni a nosotros mismos y que tratamos infructuosamente de autoengañarnos. Por todas las páginas hay un fino humor repartido aquí y allá, no mucho, para que no desentone con el género, pero del que invariablemente te saca una sonrisa. Pone al descubierta todas las bajas pasiones humanas, la envidia, el odio, el rencor, la simulación, la manipulación, el engaño. Algunos defectillos técnicos me saltan a la vista sobre la parte policial de la trama, pero me atrevo a perdonarlos? magnánima por las emociones que me hizo sentir. Me encantó. Y sobre todo el final, o el desenlace más álgido del conflicto. Me gustaron mucho también los personajes, bien construidos psicológicamente, orgánicos, con virtudes y defectos, como buenos seres humanos.