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La rebelión de las ratas de Fernando Soto Aparicio

de Fernando Soto Aparicio - Género: Ficcion
libro gratis La rebelión de las ratas

Sinopsis

La rebelión de las ratas plasma la angustia de los mineros colocados frente a una situación totalmente injusta. El minero devenga un jornal de miseria, mientras se importan extranjeros que reciben sueldos fabulosos. El hombre de esta tierra pierde su derecho a la rebelión y a la protesta, es amordazado, es dominado desde el púlpito por la voz del cura, es asustado desde las oficinas por los invasores extranjeros, es supeditado por el elemento militar que le obliga a hacer lo que no quiere. Y cuando por último el pueblo se quita la mordaza de la resignación, y grita, encontramos que, a pesar que las tragedias que siguen, las ideas siguen viviendo, ya que la rebelión, como camino contra la opresión y la injusticia, sigue abierta en los horizontes del mundo.


La rebelión de las ratas de Fernando Soto Aparicio nos relata la trágica historia de Rudecindo Cristancho, un campesino que, en busca de una mejor calidad de vida para su familia, emigra junto con ella, hacía Timbalí, un pueblo que a todas luces parece ser un centro de desarrollo y de grandes oportunidades, gracias a que su actividad económica gira en torno a la extracción del carbón. (Aquí se debe resaltar que, para la época en la que se encuentra situado el desarrollo de la historia, la extracción del carbón se comprendía como el camino hacia el desarrollo, la industria y la civilización). No obstante, para Rudecindo y su familia las cosas no resultan como esperaban. Primero, porque en medio de la opulencia de la ciudad no hubo quien se compadeciera de su situación, obligándolos a hacer de su nuevo hogar una choza deshabitada, que se encontraba en un basurero, a las afueras del pueblo. Segundo, a pesar de que Rudecindo logra conseguir un trabajo en la minera, lo poco que gana no le alcanza para mantener a su familia. Y tercero, las condiciones de su trabajo eran deplorables y esclavizantes, hasta el punto de recibir insultos y maltratos por parte de sus superiores. Esta insoportable situación, que no era vivida únicamente por Rudecindo y su familia, empieza a generar en medio de la población minera un sentimiento de indignación y resentimiento que los lleva a tomar medidas desesperadas.Tengo que confesar que a este libro le tenía demasiada pereza. La verdad no sabía de qué iba, pero tenía presente que era un libro escrito por un autor colombiano en los años 60, lo que para mí y tal vez para muchos de nosotros, representaba un libro pesado por la tendencia a que la estructura o la forma en como estos libros están escritos son tediosos. Pero ¡vaya sorpresa que me lleve! Soto Aparicio tiene una pluma ligera. Y queda demostrado con la complejidad del tema que desarrolla de una manera suave y demasiado llevadera. Pienso yo, que una persona con un mínimo de interés en leer literatura colombiana o literatura con crítica política, económica y social podría leerlo fácilmente.La rebelión de las ratas constituye un retrato del rostro de la desigualdad y la injusticia. Nos relata lo que tuvo y tiene que vivir cada campesino que sale de su tierra en busca de un mejor porvenir. Pero lastimosamente se topa con la realidad del progreso, de la civilización y las dinámicas mismas de la ciudad y de sus habitantes. Nos habla del individualismo y por consiguiente, del egoísmo vivo en cada uno de nosotros y de la sociedad en general. Nos habla sobre todos de esa codicia que nos lleva a tomar decisiones tontas y falsas dizque en busca del bienestar y de un mejor porvenir. Este libro claramente es una crítica a todo el modelo económico y al sistema, pero también lleva implícitamente una crítica individual que no solamente se remite a pensar en cómo trato al prójimo, sino a meditar qué significa para cada uno el bienestar, la calidad de vida, y la felicidad. ¿A caso es tener un carro? ¿Es acaso tener el último celular? ¿es tener una casa con todos los muebles de Ikea? ¿o, hay algo más allá de lo material?
Más que una crítica o cualquier clase de reseña, pretendo registrar mi experiencia de lectura.Este fue el libro que hizo que me gustaran los libros. Hace más de dieciocho años realicé mi primer acercamiento a la novela. Fue una lectura obligatoria cuando me encontraba en el grado octavo. En esa oportunidad, en medio de mi enorme inmadurez, me centré en los personajes famélicos que la componen. Todavía recuerdo el hambre inmensa que me producía leer las experiencias de Rudecindo, su familia y allegados. de cierto modo, me sentía bendecido porque existían condiciones mucho peores, o por lo menos mucho más precarias que las mías.Ahora, próximo a mis veintinueve años, hago una relectura de la novela y me encuentro con el desconcierto, la inconformidad y el desasosiego que se fecunda en cualquier revolución, especialmente en la vida de estos pobres miserables invadidos de repente por los aires de civilización y esa idea atropellante de progreso. Resalto el inconformismo con la vida, los modelos hegemónicos y la desigualdad.Con lo anterior confirmo el espíritu cambiante que logra impregnar la literatura a través del tiempo. Supongo que mis responsabilidades como sujeto social, además de mi llegada a la adultez abonan a la crítica y consciencia colectiva del sistema.En cuanto a la novela, en tan solo diecinueve días, en algún año bisiesto, Fernando Soto Aparicio nos cuenta en una tercera persona a veces omnisciente y otras veces titubeante, la historia de Rudecindo Cristancho, un campesino soñador que llega al pueblo de Timbalí buscando la felicidad de su familia. El pueblo había sufrido una transformación asombrosa desde que las máquinas se apoderaron del valle con sus ?puñaladas de acero. Pastora, Mariena, Pacho, Cándida y Neco conformarán el epicentro del relato, personajes marcados por las injusticias y la precariedad. Contrario a lo que se esperaba, Rudecindo debe enfrentar una realidad que se torna cada vez más cruel, como si el mal no tuviera limites ni contemplaciones con los míseros. de esta manera se configura un relato individual con el desarrollo de sus protagonistas al tiempo que denota una condición colectiva de rebelión y lucha que se vislumbran en el aire, igual que ese polvo amarillento que lo invade todo.
Este es el segundo libro del autor que leo, y fue una lectura interesante. La trama transcurre en un pequeño pueblo minero (anteriormente agricultor), al que llegan una familia en extrema pobreza persiguiendo el sueño de la bonanza minera con la ilusión de encontrar trabajo y un resurgimiento económico. Pronto se dan cuenta que las historias no son más que eso, que la empresa extranjera encargada de la extracción del mineral es una institución que explota además de la tierra, a sus trabajadores. Pero la llama de la rebelión comienza a surgir entre los obreros ante la visión de la desigualdad, la injusticia y el maltrato palpables en las condiciones de los habitantes del pueblo.La historia me pareció en sumo interesante y actual, las reflexiones son acertadas y los motivos de los personajes me parecen suficientes. Sin embargo, tuve una pequeña dificultad con el ritmo del libro, que en ocasiones se me hizo lento y repetitivo y en otras muy rápido para el desarrollo de los acontecimientos, especialmente el culminante. Por eso la razón de mi puntuación. de todas formas, considero que es un buen libro que expresa de manera acertada las condiciones de la Colombia de la época y de la actual.